Como es costumbre los últimos 20 años, el mundo avanza
mucho más aprisa que Venezuela, tanto es así, que para la comunidad
internacional el chavismo ya no existe, mientras los venezolanos aún lo estamos
padeciendo.
Para la comunidad internacional democrática,
influyente y determinante (países y organizaciones), Nicolás Maduro Moros dejó
de ser presidente el 10 de enero de 2019, por haber perpetrado elecciones
presidenciales (entre otras) al margen de la constitución y toda legitimidad,
es una consecuencia a su acentuado marchar colmado de irrespeto a la ley, a la
democracia, a la economía. A dicho desconocimiento se suman numerosas sanciones
que lamentablemente repercuten en la población.
Ni el más furibundo opositor desea lo que está
ocurriendo en el país, el pésimo manejo económico, fiscal, aunado a las
consecuencias de las sanciones, afecta a todos por igual, convirtiéndonos en
una nación de sobrevivientes. Pero tengamos claro, la Venezuela de hoy es un
cúmulo de lamentables errores accidentales e intencionales que por mucho tiempo
se le advirtió a Chávez y ahora a Maduro de que iba a ocurrir, amén de la
implementación forzosa e innatural del castrismo en el país.
Mientras los parlamentos de naciones donde reina la
institucionalidad realizan aproximadamente 2 o 3 leyes por año, motivado es un
proceso minucioso, exhaustivo, incluyente y pormenorizado, en Venezuela nos
dimos el tupé de permitir leyes habilitantes que produjeron 20, 40, 60 y más
leyes de un solo plumazo ¡Qué podíamos esperar! Desde ese entonces nuestra
economía, nuestra política, todo lo social entró en un acelerado ciclo de
distorsiones que pasaron/pasan pesada factura. En este dantesco proceso la
Constitución no fue obstáculo, luego de perder la reforma constitucional en
2007, Chávez hizo ley todo lo que el pueblo rechazó, lo hizo a través de esas
leyes enchorizadas, tras la venía de un TSJ que en cadena nacional vociferó
“¡Uh, ah Chávez no se va!” y por una AN que en su momento era un obediente
tentáculo del Psuv.
Desde hace años Chávez dejó de existir en la comunidad
internacional, solo conmemorado forzadamente por un “Foro de Sa Paulo” donde
gobernantes y políticos de izquierda saquearon a placer las riquezas de
Venezuela a través de un chavismo comprador de conciencias y apoyos tarifados.
Ahora, tampoco se habla más de Maduro, es mencionado solo para referenciar su
usurpación, para nada más. En el exterior se habla día a día con mayor auge de
la Presidencia interina de Guaidó y de la reconstrucción del país que ya
comenzó, misma que ayudará repuntar el crecimiento de toda la región. No es una
opinión, es una realidad inobjetable.
Venezuela no avanzará estando anclada al chavismo, a
sus limitantes, controles, racionamientos, excusas, a su violencia, a su
destructivo populismo. Los venezolanos debemos mirar hacia delante, darle la
conducción del país a quienes valoren lo “Hecho en Venezuela”, a quienes
respete la ley, a quienes hagan del estudio y el trabajo los insustituibles
pilares del crecimiento, a quienes otorguen al pueblo el máximo disfrute de sus
derechos y libertades. A quienes no hagan de las excusas las injustificables
justificaciones de sus fracasos, desaciertos, corrupción y negligencia,
necesitamos hombres y mujeres capaces, que solucionen, que realicen gestiones
públicas probas, palpables en el día a día, que teman al pueblo y no se crean
comandantes de civiles ¡Eso es lo que necesita Venezuela! El mundo superó hace
rato al chavismo… solo faltamos nosotros.
Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
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