“Cuando
emprendas tu viaje a Ítaca, pide que el camino sea largo, lleno de aventuras,
lleno de experiencias. No temas a los lestrigones ni a los cíclopes ni al
colérico Poseidón, seres tales jamás hallarás en tu camino, si tu pensar es
elevado, si selecta, es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo. Ni a los
lestrigones ni a los cíclopes ni al salvaje Poseidón encontrarás, si no lo
llevas dentro de tu alma, si no lo yergue tu alma ante ti”.
(C. P.
Cavafis, Antología Poética. Alianza Editorial Madrid 1999).
Una acotación necesaria...
Cuando la
filosofo Hannah Arendt, en 1951 público una de sus más importantes obras (Los
Orígenes del totalitarismo), enfrentó con contundencia la acusación de que, en
lo referente al antisemitismo, su carga
emocional restaba al estudio fuerza,
seriedad y profundidad. Dijo entonces algo que, salvando las considerables
distancias, se podría recurrir, hoy a
ese constructo, para rebatir
algunos juicios sobre la situación venezolana: “Describir los
campos de concentración alemanes sin ira no resulta ser
‘objetivo’, sino que equivale a indultarlos”.
Hablar de
los despropósitos del régimen venezolano
en una larga ya etapa sin ira es igual a exonerar. La hipocresía sólo
sirve para mostrar su anemia. Por la supervivencia de nuestro ser nacional es
necesario rechazar con fuerza la degeneración que la violencia dirigida desde
el poder, se ha convertido en auténtico terrorismo de Estado, que cínicamente
pretenden franquear como fenómeno “normal”. Para confrontar esta dinámica
precisamos asumir esta tarea, un pueblo y una dirección para ella, la grandeza
y vitalidad de la nación estriba en la capacidad de todos organizados, unidos y
con conciencia colectiva, y en la dirección un comando coherente, claro y
decidido que coordine y unifique las aspiraciones y las urgencias para imprimir
a la nación un rumbo y un destino es lo que ha venido revelando Juan Guaidó
para alegría de los corazones del grueso de los venezolanos. Inevitable es
entender que el aumento descomunal de la inflación, precios desmedidos,
escalada de una delincuencia siniestra y criminal, alarmante desabastecimiento,
encases de medicinas, y en especial los rublos de primera necesidad, para citar
solo algunos de una interminable lista, de los más acuciantes problemas
vividos, sentidos y sufridos en nuestro toxico entorno, cuadro
que ya es inaguantable en el corto tiempo,
a este contexto amenazante
pareciera respondérsele con
el plan país que describe un
conjunto de políticas y acciones
compartidas e internalizadas por la
mayoría de quienes estamos comprometidos con el país, hay que apostar para el
cambio y transformación pero con la vista puesta en los objetivos estratégicos
que debe plantearse en el ahora.
Ubicando algunas pistas…
Sé que desde
el principio, Juan te has topado con muchas borrascas donde las emociones
coligieron con tus pensamientos, en tu
deseo de viaje a menudo se
interponen impulsos naturales,
instintivos, que en algunos intervalos te han descentrado del camino, en mi
opinión, eran acciones que sin
saberlo trazaban tu
ruta igual que
los interminables misterios acerca de la incontestable situación. Sospecho
que muchas de las tempestades que has enfrentado eran por esa incesante tensión
entre el plano de la
razón y el
de tu visión, que por algunos momentos te
desorientaban, concurriendo un
encadenamiento de acontecimientos e insondables misterios alrededor del
árido ambiente. Pareciera que ese duro oleaje produjo algunas perplejidades, en
tus impaciencias y en tus emociones las
cuales no van para nada separadas, su combinación es la que fuerza tu
interpelación de ¿Cómo vivir? surgiendo en ti tu propia borrasca, todos
anhelamos llegar con rapidez al gran desenlace, el cual para todos el
infinitamente variable, el deseado por todos el que encarna la felicidad, la
del mundo, de la Republica, del Estado, la comunidad, de tu familia
afortunadamente hoy a tu lado, tus afectos, tus amigos, tus compañeros de
recorrido y muchos que tratan con arrojo de
recorrer con la máxima urgencia
posible su trayecto y arribar
al ambicionado último
por el cual luchamos. Seguro que
tienes la intuición suficiente para
saber que tu viaje no tiene por qué concluir para
alcanzar tu fin, el continuarlo te ayudará a descubrir que todo está en él, en
ese duro camino, y no necesariamente en eso
espacios de confort que nos
trazamos como nuestro paradigma de "felicidad",
que está confrontada con
las "verdades esenciales” reveladas que nos intiman que te
circundan, en tus ímpetus, en el trato con los demás arrebatados navegantes y
con tus propios torbellinos.
No sé en qué
determinado tiempo llegues a puerto, y al hacerlo sientas que tocas la tierra aspirada de desafíos, y
respuestas, quizás sin saberlo llevas años por estos océanos desde siempre,
sin dejar de descubrir nuevas revueltas,
sentimientos como sueños ocultos, mezquindades, bondad, belleza, rincones
ignorados por quienes tratan de no naufragar y entender que mientras no
encuentres el encadenamiento que responda tus preguntas, está será tu verdad,
la de la vida que como mar procelosa que en ella navegas, y el hecho de que te
inquiete no encontrar todavía la ansiada tierra firme, ello no te impedirá
jamás dejar de navegar.
“La inmortalidad solo
abre media hoja
de su puerta
estrecha y deslumbrante”.
Pedro R.
Garcia M.
pedrorafaelgarciamolina@yahoo.com
@pgpgarcia5
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