sábado, 13 de julio de 2019

ROMÁN IBARRA: ¿ELECCIONES PA´ CUANDO?

El proceso de negociación entre el oficialismo, y la oposición venezolana por iniciativa del gobierno de Noruega, y respaldado por una gran cantidad de países, sigue su curso tras la exploración de mecanismos de entendimiento que permitan una salida política a la crisis venezolana.

Han sido varios los encuentros entre los dos sectores, y ya se especulan comentarios acerca de lo que se está discutiendo, y ello alimenta esperanzas para quienes deseamos una salida pacífica, y escepticismo entre quienes buscan salidas inmediatas, y de fuerza.

En ocasiones anteriores, y fundamentados en declaraciones de voceros del gobierno de los Estados Unidos, y otros aliados, hemos advertido acerca de la imposibilidad o inviabilidad de una salida militar, habida cuenta de que esos mismos países claman por soluciones negociadas, como el camino más adecuado para conjurar la prolongada crisis.

En medio del proceso de negociación se ha producido afortunadamente la visita, y el informe final de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la ex presidente de Chile, la señora Bachelet, el cual, ejerce gran presión mundial y dispara las alarmas acerca de las graves y sistemáticas violaciones que el régimen de Maduro ha llevado a cabo. 

El informe ha desquiciado a los jerarcas del régimen porque los deja al desnudo como violadores de los Derechos Humanos fundamentales, y aunque en declaraciones públicas lo repudian, al propio tiempo los obliga a sentarse y buscar soluciones porque la presión mundial en su contra es muy elocuente.

Esa presión que los acorrala y desnuda, tiene que ser aprovechada por la oposición para negociar una salida pacífica; constitucional, y electoral que permita conjurar el desastre en que estamos sumidos en los últimos 20 años ininterrumpidos de comunismo inútil, corrompido, y destructor.

El ritmo del deterioro socioeconómico de nuestra gente es mucho más acelerado que el ritmo que lleva la política, y especialmente el ritmo de la conducción de los aliados internacionales, por lo cual, sería deseable alcanzar en breve acuerdos definitivos que conduzcan a elecciones libres, con observación internacional, renovación del CNE, liberación de presos políticos, participación de todos los venezolanos en el exterior y en nuestra tierra, depuración del registro electoral permanente.
Es exageradamente pesada la carga de los ciudadanos venezolanos para tratar de solventar desde el punto de vista familiar el drama que significa hoy comprar comida y medicinas; educar y vestir a los hijos; acceder al transporte; a la salud, y trabajar, como derechos fundamentales que el régimen venezolano viola de manera sistemática.

De no acordarse una salida política en breve, se extenderá la desesperación por salir del país para más y más compatriotas que huyen tras la búsqueda de mejores condiciones de vida en cualquier lugar, y que le son negadas en su tierra.

Hay que negociar para garantizar la consecución de salidas viables que rescaten la democracia como sistema, y aunque son temas difíciles, la discusión tampoco puede ser eterna porque las necesidades de la mayoría de la población siguen creciendo.

Dios quiera que se allane el camino para una solución estable que nos lleve a celebrar elecciones libres al final de este año, o a comienzos del próximo para que sea el pueblo quien decida su destino libremente.

Conquistar la paz a través de la Constitución, y las elecciones son premisas fundamentales para derrotar la crisis y comenzar la reconstrucción de la economía, la confianza, las instituciones y la sociedad toda.

Tenemos que impedir que la existencia de nuestra gente siga siendo acechada por la desesperanza, el hambre y la muerte.

Los venezolanos pedimos a gritos: ¿Y las elecciones pa´ cuando? 

Román Ibarra
@romanibarra

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