lunes, 17 de agosto de 2020

NELSON MAICA C. , IDEAS

1.         ¿Cómo explicar la ausencia de una vigorosa “campaña” para desmantelar el discurso y la narración de esta revolución, su tiranía cha-ma, narco socialista comunista cívico-militar, teniendo tantas evidencias, hechos, que la desmienten y desvirtúan?

2.      ¿Acaso se debe esa ausencia, entre otras, a la falta de unidad, incluso familiar? ¿La familia se ha dispersado, hacia lo interno y hacia lo externo o está siendo exterminada por la tiranía? ¿A las dádivas y mendrugos que suelta de vez en cuando, del erario público, dinero de todos, la tiranía?

3.      La sociedad, el pueblo, sus individuos, sus familias, han vivido en chozas, casas, barrios, urbanizaciones, etc.; en el campo y ciudades, de actividades propias del medio, nacional e internacional, buena parte en libertad.

4.      La sociedad, el pueblo, los individuos, no han tenido ideas fijas contra otros pueblos, sociedades, individuos; el mito clasista, divisionista, excluyente, que intentan implantar por la fuerza estos socialistas comunistas, no tiene demasiado espacio en el sentir del pueblo, de los individuos de esta sociedad.

5.      Lo que si venimos observando en estos últimos 21 años, es como esta revolución narco socialista comunista criminal se parece a un motor de la explotación, de la corrupción, del crimen, que difícilmente pueda imponerse totalmente en esta nación.

6.      El nazismo no fue un credo coherente. Su esencia fue expresada en un lema: “El Fuhrer siempre tiene la razón”. Ese fue el credo. Igual ahora aquí con Chávez, “chavistas”. El partido de Chávez, la revolución de Chávez. La narco tiranía y la magna corrupción son sinónimo, ahora, de Chávez.

7.       El poder político se estableció e identificó en sus orígenes con la fuerza y por la fuerza; posteriormente, se identifico con el consentimiento, la comunicación de doble vía, para su ejercicio legitimo. Cuando se rompe, se acude a la fuerza para restablecerlo, no para usufructo. Es el caso actual, aquí y ahora.

8.      El poder delegado, institucionalizado (potentia) deviene de la potestas, que es la acción del pueblo, de la sociedad, de su convocatoria a asamblea constituyente para conformar una constitución.

9.      Los delegados se presentan como la elite dirigente que en alianza con los demás grupos sociales y en hegemonía respetuosa de las minorías, ejercen un poder político de acuerdo a la voluntad y razón política de todos en la sociedad de forma combinada y en pro de su beneficio.

10.    La tiranía cha-ma ejerce poder y lo delega, sustentada únicamente en la fuerza de las armas, de la represión, el terror, el crimen, la corrupción, tal como lo estamos sufriendo ahora; la democracia lo ejerce basada en el consenso institucionalizado, en la potentia legitimada por la sociedad, el pueblo, los ciudadanos, individuos, pero también, de ser necesario, usa la fuerza.

Nelson Maica 
nelsonmaica@gmail.com 
@jupiterxc

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