El gobernador del Estado Vargas, hoy mal denominado La Guayra, ha dicho y nos ha pretendido vender con su discurso, en reiteradas ocasiones, que el centro de reclusión para los enfermos del Virus Chino, ubicado en Los Caracas, cuenta con todos los elementos para que quienes sean recluidos allí, se encuentren en condiciones similares a las que contaba el paraiso terrenal en tiempos de Adán y Eva; y que esta abastecido de personal médico, de medicinas y alimentos.
El caso es que, muchos conocidos, amigos y patriotas cooperantes, que tienen familiares recluidos en dicha ciudad vacacional, nos han suministrado una serie de datos acerca de las penalidades y carencias, por las cuales atraviesan y sufren los recluidos en dicha ciudad.
La cuestión es que la asistencia sanitaria es escasa, y para que se les preste atención a los ciudadanos con los síntomas es como ganarse el Kino. Y medicinas no hay; los que tienen familia, deben proveerlas.
La alimentación es otro Talón de Aquiles, los recluidos que tienen familiares cuentan con la suerte que le llevan alimentos, pero los que no tienen familia, están con la penuria del ayuno obligado por la falta de dotación por parte del gobierno y pareciese que están como los hebreos acompañando a Moisés, cuando estuvieron en el desierto buscando la tierra prometida, esperando el maná para alimentarse, pero afortunadamente las matas de mango han sido el paliativo para aquellos que están practicamente en estado de indigencia.
Los recluidos que trabajan en algunas empresas privadas, han contado con la solidaridad de las mismas, quienes les han dotado de insumos como colchonetas, jabones de baño y pasta de dientes y de alimentos, pero el infausto gobernador, como de costumbre, mintiendo y especulando, acerca de unas bondades que sólo están, en su mente de beodo.
Esto lo manifiesto, dado que nuestra región mal gobernada y mal gerenciada por ese infausto representante de la peste militar, que destruye a nuestro país, y que ha incentivado el negocio de los estupefacientes con la granja Oasis y el parapeto que la sustituyó, ha sido muy hábil como demagogo , embaucador, estafando y publicitando sus logros de infraestructura, opacando las necesidades primarias de la población, en nuestra región, dado que constantemente percibimos la nulidad de la acción de gobierno de este déspota, en el mejoramiento de los servicios públicos como el agua, atención y dotación de los centros de salud, entre otros. Lo poco que podemos señalar, son las alcabalas policiales, esparcidas en la región, que tienen como fin la matraca, a los conductores de vehículos.
Pero situaciones como la que se presenta en el Centro de Reclusión de infectados por el Virus Chino, en Los Caracas, se convertido en algo similar a los campos de concentración creados por Hitler. Ya que la asistencia que se les debe prestar a los recluidos es deficitaria, en casi todos los órdenes.
Razón tuvo La Academia de Ciencias Físicas y Naturales y los Dres. Julio Castro, Rafael Orihuela y José Félix Oleta, cuando han advertido sabiamente a la ciudadanía que tomen todas las previsiones para evitar el contagio de la infección, ya que este narco estado, hasta ahora, lo que ha hecho, es estafar la confianza de la ciudadanía, robar y destruir al estado venezolano, porque de asumir medidas para enfrentar la crisis, las vemos en las decisiones del bajo gobierno, cuando en vez de invertir recursos para solucionar el problema que presenta la falta de agua en las comunidades y la infraestructura de la red hídrica, el gobierno decide a través de su socio Alex Saab, comprar 552 cisternas a un costo de 300 millones de dólares; cuando en realidad su costo fue de 34 millones de euros, lo que indica que hubo un sobreprecio de 260 millones dólares. Y los estudiosos y especialistas del problema de agua, expresan que, con 180 millones de dólares, se le ha podido hacer mantenimiento a todos los acueductos del país; y con el valor de 100 cisternas se ha podido dotar de agua continua a los hospitales del país por espacio de 25 años, y con el precio de cada cisterna se han podido perforar entre 3 y 4 pozos de agua.
Pero este gobierno que demuestra un total desprecio a la ciudadanía, considera que se cubre de gloria cuando nombra a ciudadanos como el potro Álvarez, presidente del hospital provisional, instalado en el Poliedro de Caracas.
Eso sería como si a mí me nombran Director de La Nasa. Diría Omar Lares, se cansa uno.
Rubén G. Contreras G.
rubencontrerasg@gmail.com
@RubenContreras
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