Desde hace algún tiempo si queremos que nos refieran no basta con una tarjeta de presentación atractiva y mantener actualizado el curriculum profesional, ahora la clave de la proyección profesional es hacer que cada individuo cree su perfil profesional en las redes sociales que mejor se asemejen a cada quien y las mantengan activas bajo su criterio, dándole vida a la llamada “marca personal”.
Por el lado de las “marcas corporativas o empresariales”, observamos que ya no sirve de nada hacer publicaciones destacadas en gordos y pesados directorios o revistas especializadas; tampoco se trata de tener una web actualizada, ahora se trata de estar activos de forma muy humana y creativa en las plataformas sociales para lograr empatizar con sus consumidores, lograr seguidores y compra de sus productos.
En los últimos años hemos entendido que todos somos marcas personales y de hecho, hasta diplomados hay para crearlas, mejorarlas y saberlas llevar; y ni hablemos de la cantidad de clases que existen con la pandemia; ahora somos profesionales activamente mercadeándonos ante los demás los 365 días del año; es por ello que, debemos crear nuestro estilo propio, pero ¿qué pasa si las empresas quieren cotizar a profesionales influyentes en el área?
Para las empresas es importante que su marca sea reconocida y permanezca en la mente de sus consumidores o posibles clientes para el momento de compra; por lo tanto, como empresaria y como asesora de marcas, veo muy oportuno que las empresas aprovechen y promuevan el uso de las redes sociales de cada miembro del equipo de trabajo, pues eso lo que hace es fortalecerlos a ambos.
Por una parte, las marcas personales o miembros de la marca empresarial buscarán mejorar el uso de las redes contando su historia dentro de una empresa y las empresas con sus marcas corporativas pueden empoderar o respaldar las aptitudes de su personal, así que será una retroalimentación.
Algo que no podemos dejar de lado es que en muchas oportunidades los egos juegan a favor o en contra de las marcas personales o corporativas, pero, ¿cómo hacer que las marcas personales convivan en armonía dentro las marcas corporativas?
El ego es definido por la RAE como el exceso de la autoestima, es decir, la valoración excesiva de uno mismo y según la teoría del psicoanálisis de Freud, es la parte parcialmente consciente de la personalidad humana que controla la motilidad y media entre los instintos del ello, los ideales del superego y la realidad del mundo exterior.
¿Qué pasa cuando la marca personal se siente sobrevalorada o hay exceso de ella y se encuentra en conflicto con la marca de la empresa por ser su propia competencia?, desde un punto de vista psicológico, este tipo de conflictos puede causar sufrimiento, debido a que la persona busca la apreciación social o se caracterizan de una necesidad de admiración y necesitan ser el centro de atracción, y eso puede llevar a frustración y en ese momento ya no harán más equipo.
Por tanto, la estrategia de manejo del ego de ambas partes es vital para la convivencia, la cual se pudiera ver afectada cuando los creadores y conductores de las marcas personales y corporativas se enfrenten, en lugar de trabajar en equipo.
Sobre este particular es importante destacar el informe de Edelman Trust Barometer 2020, el cual revela que más de 54% de las personas encuentran información muy o extremadamente creíble cuando se trata de un “empleado regular”, cuando se trata del CEO 47% y de la junta directiva 44%, mientras que un experto técnico corporativo ocupa el puesto más alto con 68%. Los posibles empleados también quieren que sus futuros empleadores les permitan marcar la diferencia. En el mismo informe de Edelman, 73% dice que espera que la compañía les permita dar forma al futuro de la sociedad.
Por tanto, si deseas que los miembros de tu equipo junto a sus marcas personales impulsen tu marca corporativa, te recomiendo ser estratégico, considerando estas opciones:
Crea confianza estableciendo pautas sencillas
Siempre debemos cuidar a la empresa y sus recursos, pues la empresa pudiera cotizar en la bolsa, y cuidar la información confidencial o patentada es absolutamente necesario.
2. Permite el acceso en el trabajo a los sitios web y redes sociales
Esto te permitirá que los empleados desarrollen su marca personal en conjunto con la marca corporativa, de lo contrario, construirán sus marcas personales sin la marca corporativa (o peor, con negatividad hacia su empleador).
3. Haz que sea fácil y atractivo para los empleados contar las historias de su marca
Permitir que los empleados hablen sobre la marca en las redes sociales es un primer paso, animarlos a contar la historia de la marca es el siguiente. Ofrece a los empleados la oportunidad de sugerir ideas o involucrarse de otras maneras en el contenido que está creando y compartiendo. Comparte el calendario editorial con los empleados para que puedan saber sobre qué está escribiendo y cuándo.
4. Reconocer a los empleados que contribuyen al marketing de contenido de la marca corporativa.
Monitorea a las personas que eligen ser partidarios activos de la narración de la marca. Aplaude o reconoce su trabajo en un correo electrónico o boletín de la empresa. Envíe una nota escrita a mano agradeciéndoles sus contribuciones.
5. Hazlos parte de la historia, hazlos que se sientan orgullosos de pertenecer a esa familia.
Cuando trabajamos para una empresa formamos parte de su familia, así que debemos crear un ambiente amigable en pro de todos.
Así que por mi parte y para concluir con este artículo, siempre apoyaré a que los miembros de mi equipo se eduquen constantemente y fortalezcan su marca personal, pues eso deriva en un crecimiento en paralelo para la empresa donde se encuentran, a fin de cuenta, es exposición de ambos. Cuando salen de la empresa ellos seguirán siendo parte de ella y serán siempre portavoces de lo que allí vivieron, es decir, replicadores de marca.
Tata Lopez
@lopezgrillo
@ElNacionalWeb
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