jueves, 15 de octubre de 2020

GABRIEL BORAGINA, SOBERANÍA Y SOLIDARIDAD FISCAL

Podría entenderse que las definiciones de impuestos abituales que se leen en los manuales de finanzas se hayan armado para justificar los cargos de los profesores en sus universidades y rellenar así sus planes de estudio, o bien nutrir las páginas de sus libros de texto y manuales, pero con ello no se hace ingún homenaje  ni  a la verdad   ni mucho  menos  a  la  honestidad intelectual,  que  es  lo que  por  lo  menos  a nosotros si  nos interesa.

Por caso, no es cierto que hubiera "necesidades colectivas", lo que es un mito colectivista. Las necesidades siempre son humanas y son individuales, y -por otra parte- es imposible para otro saber cuáles son las necesidades de uno. Psicológicamente, puede proyectar sus propias necesidades personales, y creer subjetivamente que los demás participan de las mismas necesidades que él. Pero esto siempre será algo que solo anida en su imaginación y que no tiene corroboración ni forma de ella alguna en la práctica. 

Es imposible para mi saber cuáles son las necesidades del lector, pasadas, presentes y futuras. Lo cual implica que todos esos sujetos que inventan definiciones, como las de los impuestos de los profesores de finanzas del mainstream, presumen conocer cuáles serían las necesidades de los demás o -lo que es lo mismo- que el gobierno ya las conoce, o puede conocerlas. Pero el gobierno no es más que el nombre que se le da a otras personas que carecen de omnisciencia y premonición igual que los gobernados. Y se proponen algo que saben (o deberían saberlo) que es imposible. Son tiranos en potencia (pequeños o grandes) y de poseer alguna cuota de poder la ejercerían para lograr dar cauce a sus instintos despóticos.

Resumiendo, este punto entonces, la mejor definición del impuesto es la que reconoce el elemento coactivo que faculta a unas personas llamadas burócratas para despojar impunemente ("legalmente" dirían ellos) a otras personas de sus pertenencias en la cuantía que el burócrata exija, ley mediante.

"El francés P. Leroy-Beaulieu dice: "Impuesto es la contribución exigida de cada ciudadano por su parte en los gastos del gobierno". "El impuesto —agrega—, es el precio de los servicios rendidos por el Estado y representa además, la parte que como aplicación del principio de solidaridad nacional debe soportar cada ciudadano en las cargas de toda especie y de todo origen que pesan sobre el Estado”."[1]

Se desconoce en la cita que el único sistema solidario es el del mercado, no existe otro al momento. La expresión "solidaridad nacional" es una contradictio in adjecto, porque nadie puede ser solidario con el fruto del trabajo ajeno. En consecuencia, si "A" le quita a "B" para darle a "C" so pretexto de solidaridad en realidad lo que hay ahí es un robo donde "A" y "C" son los victimarios o sujetos activos y "B" es la víctima en la medida que "C" acepte el fruto del botín, ya que sabe que lo que está recibiendo no es algo que haya producido el antes.

Si los servicios estatales no han sido demandados previamente no puede aplicarse lo dicho por el autor, porque estaría admitiendo que la ley de oferta y demanda no estaría funcionando en el caso. Si la ley de oferta y demanda no opera, o lo hace parcialmente entonces no hay precio, de donde la definición anterior cae por su propio peso. Hay precio si hay previamente oferta y demanda, pero se está diciendo que el servicio estatal se impone, ergo no se demanda, siendo así, el obligado al pago es -en realidad- un esclavo del fisco, porque tiene que pagar por algo que no ha requerido. No se fundamenta, además, el porqué de ese "deber", salvo el capricho del gobernante.

"Cauwés, por su parte, define: "Impuesto es el precio que la soberanía exige al ciudadano en virtud del principio de la solidaridad nacional para la remuneración de los servicios de interés general y el pago de las cargas resultantes de las deudas del Estado."[2]

Otro "lindo" invento. Una vez más, se recurre a hipóstasis con los términos "soberanía", "solidaridad nacional", "interés general", fórmulas vacuas para exculpar y darle visos de legalidad al latrocinio estatal.

Curioso que se diga "que la soberanía exige al ciudadano" cuando desde el derecho político se acostumbraba a decir (y se tiene aceptado) que la soberanía reside en el ciudadano. Este autor parece afirmar que hay una soberanía superior y por encima del ciudadano, que la autorizaría a exigirle a este el impuesto. No se puede sin contradecirse oponerse la soberanía al ciudadano, porque si hay un ciudadano que no tiene soberanía no podrá afirmarse -al mismo tiempo- que el "pueblo" es "soberano". Pero lo que quiere decir la cita es que esa "soberanía" no la ejerce el ciudadano sino el gobierno en quien la mayoría hace recaer la soberanía, y en función de este artilugio se pretende justificar la existencia del tributo.

Por lo demás, el gobierno no presta ningún servicio, sino que son los ciudadanos quienes lo hacen a otros, siendo que el gobierno todo lo que hace es usar el dinero de una parte de los ciudadanos para prestar servicios a la otra parte. El que -en última instancia- está prestando el servicio es el dueño del dinero, y el gobierno no lo es, siendo "un cuento chino" eso del "capital nacional" inventado por Wagner.

"H. Denis define: "Impuesto es la contribución obligatoria del individuo a las cargas que la conservación y el desenvolvimiento del conjunto del cuerpo social impusieron a las generaciones pasadas y en pago de los servicios públicos que exigen de la generación presente""[3]

"contribución obligatoria" es otra contradicción en términos. Si es obligatoria no es contribución es exacción. Recordemos la definición del término:exacción. Del lat. exactio, -ōnis.

1. f. Acción y efecto de exigir impuestos, prestaciones, multas, deudas, etc.

2. f. Cobro injusto y violento.

(Real Academia Española © Todos los derechos reservados)

En el caso del impuesto las acepciones 1 y 2 son complementarias, o sea, no se excluyen mutuamente. La misma definición transcripta nos da cuenta de cuan errado es usar el termino "contribuyente" y hablar de "contribución". Esta es una manera por la cual los desfalcadores intentan suavizar y disimular (hasta donde es posible) su carácter de ladrones.

Gabriel Boragina 
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina 
Argentina
http://www.accionhumana.com/2020/09/soberania-y-solidaridad-fiscal.html

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