jueves, 7 de enero de 2021

AURORA LACUEVA, VIDA GRATA EN UN PLANETA SANO

Nadie, ni aun el más rico, podrá vivir bien en un planeta afectado por el cambio climático y la destrucción de la Naturaleza: en medio de poderosos mega-huracanes, prolongadas sequías, lluvias destructoras, extinción de especies vegetales y animales, repetidas pandemias… Estamos a tiempo, como humanidad, de tomar decisiones importantes para evitar ese futuro y construir otro grato, de recuperación de la vida animal y vegetal, y de estabilización del clima en niveles favorables. No se trata de habitar en chozas de barro. Al contrario, se requiere un modo de vida de elevado desarrollo científico y tecnológico. Pero hacen falta transformaciones en costumbres y expectativas.

Una muy importante es reducir el transporte a largas distancias de personas y productos, ya que el mismo genera muchos gases que alteran el clima. Así, tenemos que comer lo que se cultiva cerca. Podemos comprar unas manzanas en Navidad o hacer una torta para un cumpleaños, pero en el día a día debemos depender de los frutos de nuestra tierra. Igual podemos decir de ropa, calzado, muebles y otros productos de uso masivo en la vida cotidiana. Y la llamada industria del turismo no puede seguir por la línea que va. Conocer en alguna ocasión lugares lejanos es maravilloso y debe poder estar al alcance de todas y todos. Pero hoy centenares de millones de personas cruzan océanos cada año solo para descansar en una playa. Sí, es bello. Pero también más cerca de sus hogares hay lugares bellos donde recrearse sin generar tanta contaminación: montañas, ríos, lagos… Además, un porcentaje pequeño pero significativo de adinerados viaja en avión varias veces al mes por negocios, compras o paseo, en una insostenible quema de combustible que pagamos todos. 

Volviendo a la alimentación, comer más vegetales protege al planeta pues ahorra recursos: para producir carne hay que cultivar pasto o grano que alimente a los animales que a su turno nos comemos. Aprovecha más comer directamente vegetales. Por otra parte, los enormes rebaños de reses que existen hoy en el mundo generan en su digestión gas metano, un peligroso contaminante.

Poco y duradero es mejor que mucho y efímero. Comprar, usar un rato, botar y volver a comprar mueve a la economía capitalista pero acaba con los recursos y genera montañas de basura.

Aurora Lacueva
lacuevat@hotmail.com
Aurora Lacueva
@AuroraLacueva
@Unoticias
Venezuela

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