Si permitimos que se repita ese daño a la integridad de las elecciones, el mismo se convertiría en un tiro de gracia a la democracia americana.
Las boletas universales por correo y las leyes
electorales carentes de integridad son
un veneno para unas elecciones limpias, justas y honestas. Si usted no me cree
pregúntele a Donald Trump. El 3 de noviembre, Trump perdió por un estrecho
margen en cinco de los estados más reñidos. El cambio de aproximadamente
139,350 votos−de un total de un total de 23.8 millones emitidos−distribuidos a
través de esos estados habría asegurado la reelección de Trump. Los demócratas
manipularon el sistema solamente lo necesario para ganar. Y, en algunos casos,
con la ayuda de republicanos, en nombre de facilitar el acceso a las elecciones
complicado por las restricciones del Covid 19.
Las culpables fueron unas leyes electorales imprecisas
y unas boletas inseguras enviadas por correo que ofrecieron múltiples
oportunidades de cometer fraude o incurrir en errores a la hora de contarlas.
Estos procedimientos demostraron ser una licencia para el robo. También se
cometieron otras "irregularidades" pero estas dos fueron las principales.
El informe del asesor presidencial Peter Navarro Peter Navarro’s report sobre
las elecciones presidenciales, bajo el titulo de: "La Decepción
Inmaculada: Seis Dimensiones Claves Sobre Votaciones Irregulares,"
demuestra con claridad los grandes abusos
de los sistemas electorales en seis estados fundamentales.
Sin embargo, hay buenas noticias. Las demandas de
cambio por parte de los electores están siendo escuchadas por los legisladores
republicanos en por lo menos tres estados críticos: Pennsylvania, Georgia y
Arizona. Se están dando pasos para anular o por lo menos restringir las boletas
por correo. El mejor procedimiento es la anulación de todas las boletas por correo.
Al mismo tiempo, legisladores demócratas presentaron
la semana pasada un proyecto de ley titulado: "Ley de la Votación Desde el
Hogar" que se propone aumentar en
forma masiva el acceso a boletas emitidas desde el hogar, al igual que poner en
vigor la inscripción automática de
votantes y proporcionarles sobres con sellos pre pagados. La medida parece
inocente pero, de ser aprobada, se convertiría en obligatoria en el resto de
los 49 estados de la Unión Americana. Entonces las elecciones serían similares
a las impuestas en el estado de California donde los demócratas disfrutan de
una gigantesca ventaja.
Por su parte, los republicanos de la Cámara de
Representantes habían presentado con anterioridad su propio proyecto de ley
sobre reforma de las elecciones. Para
lograr estas metas, la "Ley de Salvación de la Democracia" (Save
Democracy Act en inglés), prohibiría o reformaría los procedimientos actuales
que debilitan la seguridad , la verificación y la administración de las
elecciones para cargos federales. La "Ley de Salvación de la
Democracia" propuesta por los republicanos es muy diferente al proyecto
demócrata de la "Ley Para el Pueblo" que contiene la cruzada de la
izquierda para poner en vigor las políticas favorables a sus candidatos en vez
de lograr un proceso limpio y legal.
Ahora bien, el peligro más inmediato en estos momentos
son las elecciones de candidatos a cargos de menor categoría. Por eso la
reforma de los procesos electorales tiene que ser hecha antes de las próximas
elecciones parciales. Tal es el caso de las batallas por el congreso federal y
por las legislaturas estatales en 2022.
Si el Partido Republicano lograra una mayoría en la
Cámara de Representantes en esas parciales podría poner freno a la carrera
desenfrenada de los demócratas encaminada a imponer leyes desastrosas sobre el
pueblo americano. Los republicanos solamente necesitan apoderarse de cinco
escaños para lograr una mayoría en la Cámara de Representantes. El Senado es
"harina de otro costal" porque en las parciales de 2022 los
republicanos arriesgarán 20 escaños frente a sólo 14 los demócratas.
Por otra parte, en 2022 serán disputadas 36
gobernaciones estatales. Entre ellas se encuentran las de estados reñidos como
Arizona, Georgia, Michigan, Pennsylvania y Wisconsin. Los republicanos
necesitan retener las gobernaciones de Georgia y Arizona; así como hacer un
buen papel en los otros tres estados. Lo que ocurra en las contiendas
legislativas y gubernamentales en esos estados ejercerá un impacto directo
sobre las fortunas republicanas en las elecciones generales de 2024.
Abundando sobre el tema, aunque no tengo por costumbre
citar a Stalin, admito que aquel "lobo estepario" tuvo un momento de
lucidez cuando afirmó: "No son los votos los que deciden sino los que
cuentan los votos". Es por eso que la transparencia del conteo de votos es
de gran importancia. A los observadores republicanos no se les permitió hacer
su trabajo el pasado tres de noviembre en Detroit y en Filadelfia. Eso fue una
prueba irrefutable de la trampa de los demócratas. Por su parte, los demócratas están conscientes
de lo que está en juego en las parciales de 2022. Harán lo imposible no
solamente para proteger leyes electorales flexibles sino para hacerlas aún más
débiles. En las próximas contiendas para recuperar la integridad de las leyes
electorales los republicanos deben tener en cuenta los enemigos implacables con
los que se enfrentan.
El grupo conocido como "Instituto Nacional para
la Votación en el Hogar" (National Vote at Home Institute en inglés)
muestra la forma en que los demócratas y la izquierda sincronizan sus
actividades en forma sofisticada no sólo para promover el voto por correo sino
para organizar su ejecución. El Instituto es una coalición de grupos de
izquierda y un supuesto grupo bipartidista llamado "Bipartisan Policy
Center" que incluye a algunos republicanos que se oponen a Donald Trump.
Entre los grupos con agendas de izquierda se encuentran la American Civil
Liberties Union, Causa Común, la Liga de Mujeres Votantes y la Asociación
Nacional de Carteros, que se beneficiaría de un aumento en el presupuesto
destinado a la entrega de boletas por correo.
Lo que los conservadores tenemos que hacer es crear
sin demora alguna una organización de base popular similar a la "National
Vote at Home Institute" de los demócratas. Esa organización tendría por
misión educar a los votantes y a funcionarios electos sobre las metas y las
formas de hacer realidad un sistema de integridad electoral. No hay tiempo que
perder porque el reloj de las elecciones parciales de 2022 está a punto de dar
la hora. Una hora en que la nación americana se encontrará con la disyuntiva de
elecciones limpias o el abismo de la tiranía.
Mientras tanto, los legisladores conservadores deben
darse a la tarea de anular o por lo menos reformar estas leyes electorales
tramposas, muchas de las cuales fueron apoyadas por ellos con las mejores
intenciones pero que resultaron en irregularidades que serán una mancha
permanente en las elecciones presidenciales de 2020. El daño que se le ha hecho
a la republica es de dimensiones galácticas. Si permitimos que se repita ese
daño a la integridad de las elecciones, el mismo se convertiría en un tiro de
gracia a la democracia americana.
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
Director de www.lanuevanacion.com
Estados Unidos
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