La
situación actual en Colombia es que ya se sembró en la colectividad la tesis de
que el ELN, o al menos los “buenos” del equipo, estarían interesados en nuevas
conversaciones de paz con el gobierno de Iván Duque. Se ha sembrado también la
especie de que hoy pudieran estar conviviendo dos ELN con dos distintas
estrategias de actuación, una, la misma violenta de antaño y otra, arrepentida
armada de un pacifismo novedoso y bienintencionado.
Ya la
confusión está creada y ya existen adeptos para las dos tesis: o bien se estima
que es cierto lo de una profunda fractura del ELN o bien se cree que toda esta propuesta de
negociación de paz es otra pieza de una estrategia dilatoria como las del
pasado. Recuerdo a los lectores que a Iván Duque le queda un poco más de un año
en la silla de Nariño.
A todas estas Caracas se lava las manos. Cuba,
por su lado, juega uno de esos juegos atractivos y perversos a la vez con los
cuales pretende confundir a los observadores, por una parte y, por otra,
intenta sembrar en el ánimo del gobierno de Joe Bieden la percepción de que lo
que priva ahora en La Habana es un espíritu progresista, aperturista,
pro-democrático, inclusivo, de manera que ello les permita avanzar con los
gringos en una suerte de nueva “ entente cordiale”. Esta posición abonaría la
tesis de que el gobierno cubano execra el tráfico de drogas por considerarla
una actividad anti-revolucionaria, y se desmarca de los “niños malos” del ELN
involucrados en crímenes horrendos del lado venezolano de la frontera. Es
propio recordar que el gobierno estadounidense ha de nuevo incluido a Cuba
entre los países que protegen terroristas.
Asi es
cómo el Embajador de Cuba en Bogotá José Luís Ponce Caraballo esta semana
alertó formalmente al gobierno neogranadino sobre un posible atentado del
Frente oriental de Guerra del ELN en Colombia, del cual estaría enterado por
trascorrales, pero al reunirse con la Cancillería de Duque, se niega a proveer
más detalles de la operación que se estaría gestando, ni de su origen. Recordemos también que con la protección
cubana los miembros del Comando Central del Eln se encuentran a sus anchas en
Cuba.
De
todo este batiburrillo de hechos que han entrado en la escena poco a poco en
los primeros días de febrero, ocupando seriamente la atención de la oficialidad
colombiana, lo que nos queda claro es que se está gestando el nuevo escenario
de actuación de Cuba y Venezuela en la región como consecuencia del eventual
cambio de política de los Estados Unidos con la Isla y de las nuevas brisas que
pudieran eventualmente soplar entre Estados Unidos y Venezuela.
Colombia
sigue siendo un punto focal de estos dos hechos por ser este país el origen de
tráfico de narcóticos, por ser la cuna de los movimientos insurgentes asociados
hoy en día al terrorismo mundial, dos temas que quitan el sueño a la Casa
Blanca. Y porque Venezuela es pieza clave de ambas realidades. Por ello guarda
silencio.
Estos
asuntos nos mantendrán con el alma en vilo a quienes queremos ver orden y paz
en la región en los meses que vienen…
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