Las montoneras dejaron de ser parte de la actividad
física para insertarse en las decisiones políticas. La cuantificación generada
por el error de la abstención y de la inmediatez de la anti política a la
sociedad venezolana, aún no se conoce, pero aún así, siguen transitando en ese
terreno fangoso, conllevando a la división y profundidad de la crisis en la
disidencia. Los improperios y ofensas no cesan hacia quienes definen postura
distinta a la de los improvisados, quienes asumen estrategias sustentadas en la
calumnia para aparentar atropellos. Algo así: el fin justifica los medios.
El régimen busca afanosamente avanzar en imposición
colectivista, y se aferran a la no participación ciudadana para lograrlo. Tiene
aliados adentro de su partido, y también en los multiplicadores de la
abstención afuera. La llave para quebrar ese propósito está en manos de los
ciudadanos. La elección de gobernadores y alcaldes a finales del año 2021,
pudiera ser la última a realizarse si así lo deciden los venezolanos, al
preferir quedarse en casa. Las excusas no sirven cuando la miseria es la que
manda. Jugar al pragmatismo es apostar a la nada. El momento no admite vacilar.
El hambre y la miseria han encontrado aliados en las
comunidades, al crecer el abuso hacia mujeres y menores de edad. La
delincuencia se hace cotidiana. Las personas tienen que lidiar con esos
facinerosos porque no hay política pública para prevenir el crimen por parte
del oficialismo. Los llamados cuadrantes de seguridad se quedaron encerrados en
el discurso hueco. Pasaron de la aceptación al rechazo social, en un abrir y
cerrar de ojos.
La sociedad requiere de interlocutores e instituciones
que canalicen las demandas de sus exigencias. Los partidos políticos necesitan
fortalecerse para evitar la obsesión de su eliminación por parte del régimen, y
eso es posible, si se reencuentran con los movimientos vecinales, gremiales,
profesionales, amas de casa, estudiantes, entre otros, para crear propuesta
integradora que dignifique a los ciudadanos. Reacomodar y reorganizar a las
comunidades no es fácil ante la turbulencia económica y política presente, pero
no se puede bajar la guardia porque sería desastroso.
Los equivocados y exaltados de ayer y hoy, serán los
rechazados mañana. En eso no hay que gastar energía, porque viene solo. Hay que
concentrase en trabajar por restituir el Estado de Derecho en Venezuela, elegir
candidatos únicos en primarias, y sumar voluntades para garantizar triunfos en
gobernaciones y municipios. De abajo hacia arriba se puede alcanzar la
restitución del sistema de libertades. Tiempo al tiempo.
Arturo Molina
@jarturoms1
www.jarturomolina.blogspot.com
Venezuela
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