domingo, 20 de junio de 2021

CARMELO CASALE CALABRÓ: LA DEMOCRACIA REPRESENTATIVA, ¿SIGUE VIGENTE COMO SISTEMA IDEAL DE GOBIERNO?

Tal vez no sea esto lo que a la mayoría de la gente – quizás a usted - le gustaría leer en un artículo sobre La Democracia. Pero la realidad es que tenemos que empezar por tocar tierra y no caminar por la vida a tres centímetros del suelo, como hacía un representante del maligno en una novela de misterio que alguna vez leí.
 
En principio, dejemos ya, de una vez, de asignarles todas las culpas y responsabilidades a los pueblos -no "al pueblo" que manipulan ciertos políticos-; y centrémonos más en los sistemas y  modelos de gobierno que se les ofrecen y las promesas que se les hacen para conquistar sus votos.
 
Los pueblos son personas de carne, hueso y cerebro que, fuera de trabajar y luchar por su sustento, no tienen mayores opciones que la resignación y la espera.
 
La esperanza  es, siempre, la última frontera entre sus dificultades y una sociedad que les permita desarrollo y bienestar en lapsos razonables – media vida- y, así, poder transmitirlo a sus hijos.
 
Liberalismo limitado
 
Los conceptos básicos de libertad individual, asociación e igualdad ante la ley; la defensa de la propiedad privada, autonomía contractual y reparación de daños; del individualismo y la globalización aunada a la limitación del poder de control del Estado (con sus inevitables corolarios: libertad total de mercados y comercio libre) se ha venido deteriorando con el tiempo.
 
Las dificultades concretas para lograr implementar estas teorías y la poca absorción de sus preceptos en los estratos sociales para beneficiar igualitariamente a la mayoría neta de los seres humanos ha hecho que la filosofía liberal y sus herramientas básicas pierdan fuelle e impulso en el nuevo mundo que advino en el Siglo XXI.
 
¿Está el capitalismo exhausto?
 
Tampoco el sistema económico que deriva del liberalismo, el capitalismo, ha logrado permear hacia todos.
 
Así, los dogmas relativos a que los Medios de Producción sean privados, que el Mercado servirá como mecanismo justo y eficaz para asignar recursos (siempre escasos) y que el Capital, sin más, sirve de fuente principal para producir mayores riquezas, se han venido agotando hasta casi llegar a una asfixia funcional.
 
En su etapa más eficaz, el capitalismo  logró avances increíbles para la civilización y el desarrollo humano. Pero hoy, masas ingentes de personas en las periferias de los grandes centros de producción, no logran acceder a sus mecanismos para beneficiarse eficazmente del sistema.
 
Las realidades del Mundo Nuevo
 
La llegada del Siglo 21, las economías emergentes exitosas (China, India o Turquía) y la irrupción globalizadora de los Medios de Comunicación (y ahora la Pandemia Covid19), están llevando a nuevos – reformulados o “aggiornados”- modelos políticos, económicos y sociales que buscan nuevos nichos y formatos que permitan participación, aunque sea nominal, de los pueblos para superar necesidades casi ancestrales o muy antiguas.
 
Así, dicen, “garantizan” –con promesas novedosas- que podrán hacer “algo” de forma directa para su mejoría existencial aquí y ahora.
 
Y no sólo bajo las conocidas formas éticas, morales, religiosas o apegadas a lo legal: también de manera disruptiva y distópica  cuando no abiertamente ilegal, represiva o criminal.
 
La Pandemia “Covid19” ha exacerbado dichos procesos a niveles mundiales y ha obligado a naciones enteras a comenzar a pensar la reformulación de su acercamiento real a la sociedad que las soporta y a la forma de resolver problemas concretos de sus poblaciones, de sus bloques asociativos y del mundo en sí mismo.
 
El Momentum para un Nuevo Liberalismo
 
Con nuevas, inteligentes y bien adaptadas aproximaciones políticas a los problemas de toda índole que han venido surgiendo, el liberalismo debe ahora –si de verdad quiere sobrevivir- ya no establecer premisas para un mundo en crecimiento sino para un mundo en desarrollo, -no significan  en absoluto lo mismo- para empezar a lograr que los inmensos beneficios que ofrece el sistema (cuando logra aplicarse bien)  alcance, de verdad y en breves lapsos, sin utopías insostenibles, a esas grandes porciones de excluidos del desarrollo, de la vida digna, de la salud pronta, de la diversión necesaria y el reposo debido además de la alimentación como un acto humano reflejo e inalienable más que de una ingente necesidad diaria.
 
No es únicamente “resolver” temas económicos (que han mejorado muchas cosas, es verdad, aunque no bastaron) y que cada quien se arregle con las demás variables del sistema.
 
Es lograr que los pueblos retomen la ilusión por participar activamente en el mundo del que son parte para lograr aquella “máxima felicidad” en su breve lapso vital, además de mantenerse activos en todos los sentidos.
 
Y sobre ese tema, hay mucha tela que cortar.

Carmelo Casale Calabró
@CarmeloCasale
(*) Miembro de Expresión Libre

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