En este pais existen, inexplicablemente, partidarios del gobierno, cada vez menos; pero que representan algo asi como el 10% de la población venezolana. Ese porcentaje esta integrado por los funcionarios públicos, obligados a pronunciarse como gobierneros so pena de no comer y una caterva de fanáticos, mantenidos con dadivas, que junto la vacuna contra el COVID los inoculan de odios irracionales y consignas ídeológizantes cargadas de odio y de rechazo contra todo lo que huela a progreso y modernización. En la calle nos damos cuenta que ese teórico 10% va palo abajo por la corrupción reinante y la incapacidad, real y/o programada, de los encargados de resolver las carencias evidentes que sufren los venezolanos. A ellos tambien les ha llegado la hora de la diáspora.
Por otra parte existe una mal llamada "oposición" manifiestamente fracasada pues todo lo que han intentado por acceder al poder político les ha salido al revez y a cada acción atornillan más y más a la oligarquía madurista en el poder. Cuantitativamente constituyen otro reducido 10% que cada día merma por sus erráticas y corruptas posiciones y por la diáspora venezolana que ya llega a los seis millones de venezolanos.
La llamada sociedad civil que se calcula en un 80%, que no esta ni con el gobierno corrupto e ineficaz ni con la oposición fracasada esta desencantada y ha asimilado la mala y desacertada política de abstención inoculada equivocadamente desde el exterior como respuesta a su inconformidad pero que no resolverá sus carencias y necesidades.
Ante esta realidad un grupo de venezolanos, contra toda crítica mal intencionada y con los problemas originados por una crisis de crecimiento inusitada, ha tomado la decisión de practicar la vía democrática del voto con pretensiones serias de constituirse en una salida viable a la crisis que nos castiga frente a las dos minorías, previamente identificadas, trabajando con las consignas "Ni gobierno incapaz Ni oposición fracasada" y se van por la calle del medio en un serio intento, y lo estan logrando, de convertirse en una autentica alternativa nacional.
Esta joven fuerza se nutre de los principios del federalismo, la descentralización, el gobierno central limitado por un estado de derecho, la autonomía de las regiones, el respeto a los derechos individuales, la protección del emprendimiento y de la propiedad privada, la libre economía así como de la paz y la libertad para lograr el bienestar de todos los ciudadanos.
No debemos finalizar estas líneas sin hacer referencia a un párrafo escrito por Mibelis Acevedo, sin que ello implique que ella este de acuerdo o no con lo dicho en el texto que lo precede.
"Todo aquel periplo sirve para detectar algunas cosas. La primera, que hoy no existe liderazgo capaz de representar e integrar visiones en torno a un proyecto colectivo. Mientras sea así, el fortalecimiento de esa sociedad civil difícilmente figurará como prioridad para partidos que lidian con sus gravísimas anemias. Pero lo que puede sonar a orfandad ya no supone el fin del bello proyecto, al contrario. Paso a paso, con limitaciones pero no sin aciertos, trajinando con la rotura del tejido social pero activada ante la falta de respuestas de las instituciones públicas, buena parte de la sociedad civil se abre paso. Cuidándose de no revivir las taras de la anti política y enfocadas en la necesidad de conquistar espacios de autonomía, a muchas de sus organizaciones les ha tocado avizorar oportunidades y allanar caminos para que, eventualmente, la política ocupe el lugar que le corresponde."
Carlos Padilla
carpa1301@gmail.com
carpa1301
Venezuela
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