lunes, 8 de noviembre de 2021

JOISE MORILLO: ALGO DE LO MUCHO QUE IGNORA EL CHAVISMO DE A PIE.

Hugo Rafael Chávez Frías (Sabaneta, estado Barinas, Venezuela; 28 de julio de 1954-Caracas, ¿5 de marzo de 2013?) y, sus acólitos post mortem, son un cúmulo de ambigüedades. El arañero de Sabaneta como se autodenominó un día en uno de sus kilométricos y fastidiosos programas “Aló presidente” sostenía –sin saberlo- una lucha existencial, representada ante el análisis crítico de quienes lo observaban respecto a su comportamiento, tanto como individuo común, como por ostentar un cargo tan importante como presidente, con la conducta del resentido social.

Cabe destacar y a la vez, mantener una indignación profunda y razonable al considerar que es insólito que el hijo de dos educadores –cuando vivo- y sus adláteres actualmente no hayan reivindicado y no hagan honor a la labor del maestro, al punto de haberlos llevado a la miseria y pretender hacerlos unos esclavos, obligándolos a trabajar en condiciones deplorables, en escuelas y liceos de la misma condición por míseros sueldos, bajo el constante acecho político y la acción de la delincuencia de sus cancerberos y de la común.

Igualmente, en uno de sus programas maldijo a Israel. Y, si se maldice a un país, queda tácita maldita su población, a los israelíes. O sea, a la etnia hebrea. En tal sentido, se debe recordar que la religión judío semita, no reconoce a Jesús Cristo como mesías. De modo que, en este episodio pretendía representar algo como el cristianismo. Sin embargo, ante la muerte de uno de los sacerdotes del cristianismo, del Cardenal Castillo Lara, se mostró blasfemo y escarnecido llamándolo demonio con sotana, cito:

“Me alegra que haya muerto ese demonio vestido de sotana, ojalá se esté pudriendo en el infierno como se merece, sé que se retorcerá eternamente viendo avanzar la revolución “

Se puede notar que su desdén por la ética del discurso está presente y lo que prevalece en él, es una suerte de rabia contenida –insinuado por el mismo en sus programas de TV- por no poder obtener un bate y una pelota para pertenecer al equipo de béisbol de un club infantil en su época adolescente, la causa, unos padres mal pagados. Esa rabia, ese resentimiento egoísta y no verdaderamente político en su juventud temprana de los años 80-90 fue el verdadero acicate para obtener venganza de unos supuestos causantes de su desgracia. No obstante, su desgracia era el mismo, ambiguo y díscolo.

Era de extrañar también la supuesta afición por la lectura de los libros de un filósofo como Friedrich Nietzsche y otros autores menos eminentes, pero con mérito Como E. Galeano y sus venas sangrantes de América Latina u otro como Luca Estrella “El Oráculo del Guerrero “. Empero él se apega sin tener la más mínima idea del carácter crítico de Nietzsche a una obra en particular. ¿por qué? Porque él se creía superdotado un superhombre, algo como el superhombre de “Así hablaba Zaratustra” y no el hombre nuevo –que supuestamente debía ser- de Marx, por su sesgo comunista. Despreciaba la miseria, sin embargo, tal que el tirano haitiano Soulouque, promovió y mantiene hasta ahora la miseria a su propio pueblo, Venezuela. 

Lo extraño y emblemático a la vez, es que en vez de comulgar con la protesta de los viejos patriotas que discuten la obra de un mandatario que no sabe nada de política y que se cree grande pero lo que es de verdad es un loco con poder, pero no grande, en “pueblos y patrias” de más allá del bien y del mal, comulga con su anticristo. De este modo, señalado por los viejos patriotas, Chávez ha arrastrado a su pueblo que gozaba de paz y armonía a la discordia, construyendo –imaginariamente- una nueva torre de Babel un estado potencia y, la idea de hacer política a un pueblo que ignora tanto de esta como de civismo, que tenía muchas cosas mejores que hacer, como instruirse educarse, inventar, Honrar a Simón Rodríguez (Robinson).

De su propia inspiración en “El anticristo” Nietzsche crítica de los imperativos categóricos de Kant, algo que supuestamente en las esferas de las maldades revolucionarias de izquierda no debería suceder, cito:

“¿No veía Kant, en la revolución francesa el paso decisivo de la forma inorgánica del Estado a la forma Orgánica?"

Esto fue una máxima profética de Kant, pero el también ambiguo y díscolo Nietzsche lo determinaba como inviable, estúpido. Concebía fracasados a León Tolstoi, a Schopenhauer, a Wagner, llamaba destructor de la filosofía a Sócrates, etc.

Pues bien, en el marco de la gleba marxista, decadente, no cesa la idea del despotismo. Por ende el nepotismo, lo que supuestamente debía desaparecer con el socialismo, El Estado; en los países que han caído en las garras del dizque progresista comunista, el estado se ha fortalecido en proporciones insospechadas. En otras palabras, el despotismo del proletariado sin proletariado, pero con bastante espíritu insano y sin moralina –termino usado por Nietzsche para calificar la misericordia cristiana- ha cristalizado para enriquecer con el poder en la mano a una suerte de Zánganos con aguijón parricidas como diría Sócrates en “la república o el estado” de Platón, para referirse a la tiranía. Y, el protagonismo de todo esto es el dogma del chavismo.

Lo que sí prevalece en esta clase de gente es la voluntad de poder del malo, aunado a lo irreverente, lo dionisiaco, en contra del orden y la armonía, de lo apolíneo. Para ellos el malo es el que debe sobrevivir, igual que Nietzsche piensas que los débiles o fracasados hay que ayudarlos a morir, cito:

“¡Que los débiles y los fracasados perezcan!, primer principio de nuestro amor a los hombres. Y que se les ayude a morir. (…) ¿Hay algo más perjudicial que cualquier vicio? Si; la compasión que experimenta el hombre de acción hacia los débiles y los idiotas: el cristianismo.” (Nietzsche, F., 2000, El anticristo, pág. 414, ed. Edicomunicaciones, Barcelona, España)


He ahí el discurso de un autor preferido del hombre que a sabiendas que iba a morir de una enfermedad que no se sabe a ciencia cierta qué era, ni cuando murió, besaba ante las cámaras de TV la cruz que, es el símbolo del cristo de Nazaret; la insignia de hombres como, el padre Palmar, Baltazar Porras y a quien deseó que se fundiera en el infierno, al Cardenal Castillo.

Joise Morillo
kaojoise@gmail.com
@kao_joi_lin
Venezuela-EEUU

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