El país se encamina a las elecciones regionales bajo la observación y/o supervisión de diversas organizaciones desplegadas en el país, que van desde los DDHH, pasando por tribunales internacionales de crímenes de guerra; mas instancias evaluadoras de riesgos y oportunidades energéticas que cuidan otros intereses. Destaca la atenta mirada punitiva de Washington.
En el recorrido electoral, en un contexto de crisis multidimensional se mantiene y profundiza la polarización y el desequilibrio. A la par que se fortalecen las candidaturas oficiales, se agravan las confrontaciones y fracturas internas de la oposición, conjuntamente con el derrumbe del liderazgo de Juan Guaidó, aun cuando EEUU persevera y continúa reconociéndolo como “presidente interino”. Caída que se agrava con las informaciones sobre los fondos apropiados de los recursos de Venezuela en EEUU, en el “Marco de la Ley Especial del Fondo para la Liberación de Venezuela”. Sometidos al tutelaje de una suerte de Leyes de Indias contemporáneas, no está claro si EEUU revisará y/o mantendrá las sanciones vigentes. Mientras que la CPI “pasa ahora de la fase de examen preliminar a una investigación formal”. Las elecciones regionales tendrán lugar en un contexto de crisis multidimensional que, aunado a la polarización, podría igualmente generar dos comportamientos electorales diferentes, con independencia de la polarización. Un escenario político generalizado de desinterés y /o desconfianza en las instituciones del país, incluida la electoral. O una atmósfera de confianza y optimismo en el proceso electoral, en la gestión regional y municipal de la crisis.
Probablemente, una vez conocido el resultado electoral y cuantificado el conflicto, se impondrá la necesidad de resolverlo constructivamente con la mirada puesta en el país. La oposición debería revisar y modificar su estrategia electoral de cara a las próximas presidenciales, a la par de su papel como “oposición”. De ser así y de no imponerse el triunfalismo y/o los conflictos internos, debería mejorar la convivencia entre ambas fuerzas políticas con efectos positivos para el país.
Bajo la lupa, se desarrolla el proceso electoral a la espera de conocer tanto sus resultados como su impacto a mediano y largo plazo de carácter social, político, económico y geopolítico.
@maryclen
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