Los últimos estudios
de opinión ratifican que el oficialismo será derrotado en las próximas
elecciones parlamentarias. Una consistente ventaja a favor de la oposición se
ha mantenido a lo largo de los últimos meses. Tendencia que se acentúa en la
medida que se acerca la cita electoral. Ya es inevitable que un océano de votos
a favor de la idea de cambio se expresen de manera contundente por la unidad.
De nada han valido intimidaciones, amenazas, balas y triquiñuelas. El avance de
los ciudadanos cargados de esperanza y optimismo sigue su curso arrollador.
Hay seguridad en la
victoria. Como nunca antes, hoy existe el convencimiento que nada ni nadie
podrá contener el triunfo de los indignados
y de los que por muchos meses han padecido humillantes colas para comprar los
productos de la cesta básica. Se percibe en el ambiente que la rabia y el
rechazo a este modelo fracasado, se ha transformando en ganas de votar. En ir a
pulsar la tarjeta de la MUD para comenzar a transitar el camino que nos permita
superar, en sana paz y por los mecanismos constitucionales, esta horrible
pesadilla.
Pero no hay que
dormirse en los laureles.Detengamos la tentación de contar los pollos antes de
nacer. No olvidemos que estamos compitiendo con una cúpula inescrupulosa. Capaz
de cualquier “como sea” con tal de mantenerse en el poder. Sin el menor pudor y
recato apelan a la trampa y al engaño, al ventajismo y el abuso para tratar de
torcer la voluntad popular. Recurren al bajo fondo de la delincuencia electoral
para ejecutar sus fechorías.
A incautos y caídos
de la mata, les repartirán migajas exigiéndoles el voto. Pero a otros, a los
que tienen años traficando con la política, a los que venden la tarjeta electoral,
a los que negocian y hacen pactos con el régimen para socavar el impetuoso
avance de las fuerzas del cambio, a esos, seguro le darán una buena tajada.
Basta ver la
millonaria campaña publicitaria desplegada en el Municipio Sucre por William
Ojeda, aborrecible saltimbanqui de la política de los últimos años. Asombra el
derroche gastado en pendones (Bs. 4000,00 c/u) por Pablo Medina en el Circuito
3. Dispendio que solo busca hacer perder al candidato de la MUD.
En cuanto al MAS, si
bien tiene un discurso en favor de la
conciliación nacional que compartimos, muchos electores perciben que su
actuación electoral está enmarcada
dentro de un plan dirigido a desviar las inmensas posibilidades que tienen los
sectores democráticos de alcanzar en la próxima Asamblea Nacional una mayoría
calificada, es decir las 2/3 partes de su integrantes. Las encuestas demuestran
que inclinarse por estas opciones es perder el voto.
Es mucho lo que nos
estamos jugando y un voto puede ser clave para ganar o perder un diputado. La
economía del sufragio debe volcarse, sin reservas y pensando en los altos
intereses de la nación, hacia la tarjeta que agrupa el mayor número de
voluntades, la que hoy está identificada con el cambio y representa el
sentimiento unitario, la de la MUD. Sí, la que está abajo y a la izquierda, la
de la manito. Manos a la obra. No hay tiempo que perder y mucho menos un voto.
Buenos días. No
pierdas tu voto.
Fredy Rincón Noriega
fredyrinconn@hotmail.com
@ferinconccs
Miranda - Venezuela
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