Cada
quien debe acudir a votar por la lista y sus candidatos nominales
El
próximo domingo los venezolanos en una jornada histórica, empezaremos a
cambiar, después de 16 años de populismo y rentismo petrolero. Cada quien debe
acudir a votar por la lista y sus candidatos nominales. La mayoría que votará
por la unidad, lo hará abajo, en la esquina, a la izquierda y en la tarjeta
identificada con la manito al seleccionar todo. El promedio en los sondeos de
opinión asegura una inmensa ventaja imposible de revertir con ningún tipo de
trampa. Y que al tener un espíritu plebiscitario debería derivar en la renuncia
del Ejecutivo. Aunque un psuvista emblemático reconozca: que han perdido
"y no ha pasado nada".
Las
opciones están claras. La minoría que quiere continuar por los actuales
derroteros votará por un gobierno que nos ha llevado a ser la nación con la más
alta inflación, una inseguridad aterradora, colas para todo y una angustiante
escasez. Asimismo, la vergüenza de tener el riesgo país más alto y que nuestros
bonos estén casi a nivel de impagos.
En
oposición una decisiva mayoría votará por el cambio, y lo hará convencida que
estamos llamados a tener un mejor futuro. Que es necesario un Parlamento que le
dé balance y control al actual poder absoluto. Que hacen falta leyes como la
que dará amnistía a los presos políticos, y las que liberen y estimulen el aparato
productivo. Incentivando también a la pequeña y mediana empresa. Otras que
acaben con la impunidad desbordada...
Si
el triunfo es de la magnitud que se espera, las puertas estarán abiertas para
iniciar los preparativos del referéndum revocatorio o la convocatoria a una
Constituyente. Culminando en una nueva elección presidencial y un nuevo
gobierno como sucedió en Argentina.
La
amplia victoria dejará nacional e internacionalmente al oficialismo en una
situación precaria. Basta recordar al presidente Guzmán Blanco, cuando al darse
cuenta de que su fuerza había mermado le dijo a su esposa: "Ana Teresa nos
vamos, porque las gallinas están cantando como gallos". Partió antes que
el mundo se le fuera encima. Hoy se ve difícil que el Gobierno después de la
dura lección que recibirá en las urnas, aprenda la lección y dé un giro de 180
grados. Hay una gigantesca saturación de más de lo mismo. La gente no cree, ni
aguanta más promesas, cadenas, ni tanto bla, bla, bla. ¡Todos a votar!
Oscar
Arnal
oscar.arnaln@gmail.com
@OscarArnal
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