La situación de la
ausencia mundial de agua dulce es una seria amenaza a las posibilidades de la
vida aquí en la tierra.
No existen los
suficientes recursos hídricos para satisfacer la demanda de cinco millones de
personas que habitamos el planeta.
Actualmente el
problema de la escasez de agua dulce afecta a casi tres millones de personas en
todo el mundo. En todos los continentes hay regiones en estado de necesidad de
agua dramática.
Los expertos
concluyen que la escasez de agua dulce implica estrés hídrico, déficit hídrico
y crisis hídrica. Durante al menos un mes al año, concluyen los expertos mas de
millón y medio de personas no acceden al agua potable salubre.
Hay dos problemas
fundamentales que suponen el peligro mas inminente, la creciente demanda o uso
del agua dulce y el agotamiento de los recursos de agua disponibles. Sin
embargo hay dos formas de medir la escasez de agua; Una cuando se trata de la
escasez material, que no existe su presencia física para satisfacer la demanda
en la población y la otra la escasez económica de agua, implícita en una
incorrecta gestión de los recursos hídricos disponibles.
Según el Programa de
la ONU para el desarrollo en los países subdesarrollados y muy especialmente en
África y la América Latina, donde contradictoriamente, existen los mayores
reservorios de agua dulce pero carecen de los medios para proporcionarla en una
forma eficiente, que de respuesta a las necesidades humanas, agrícolas e
industriales.
En Venezuela la
situación es de alarma total. No es un problema nuevo pero nunca antes había
tenido la dimensión de ahora. De todo el territorio nacional siempre había sido
la Gran Caracas la que mayor problemas presentaba, que se recuerde desde
principios de los años setenta se vive un problema de escasez y racionamiento
de los sectores que conforman la capital de la República.
Ahora no hay región
alguna en nuestro país que no este presentando problemas con el suministro de
agua. La responsabilidad mayor de esta calamidad humanitaria se debe a la
escasez económica de agua, es decir una mala gestión de los recursos hídricos
disponibles.
Es tan grave el
asunto que en la gran Caracas, Nueva Esparta, Táchira, Carabobo y otros importantes estados del país el vital
liquido llega una vez por semana y solo diez horas: injustificable si tomamos
en cuenta la inmensa montaña de divisas que nos han entrado a niveles
exageradamente abultados, que si se hubiera invertido en represas, plantas
eléctricas, turbinas, equipos y desalinizadoras no tuviéramos problemas de agua
dulce alguno sobre todo cuando contamos con apenas treinta millones de
habitantes.
En Europa y los
estados unidos que concentran mas de mil millones de personas entre ambas no
existe problemas de agua para la satisfacción de sus residentes.
En los estados unidos
de Norte América con seiscientos millones de personas el agua es permanente,
ininterrumpida, 24 horas al día y con una calidad insuperable que permite su
consumo directamente del chorro.
En días pasados
conversando con un amigo de la marina norte americana, me señalaba que los
mayores reservorios de agua dulce se encuentran en Latinoamérica y más del 50%
del total esta en Venezuela. Pero también hay que decir como una causa absoluta
de nuestras penurias y calamidades la corrupción generalizada, la ignorancia de
nuestros gobernantes y una obstinada convicción de que solo un caudillo podrá
salvarnos. Es hora de construir un liderazgo mas responsable, libres de
anacronismos ideológicos y dispuestos a asumir los retos que supone entrar con
decencia al siglo XXI
Juan R. Aguilarte T.
panchoaguilarte@hotmail.com
@P_aguilarte
Anzoategui -
Venezuela
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