miércoles, 3 de febrero de 2016

PANCHO AGUILARTE, VENEZUELA SIN AGUA

La situación de la ausencia mundial de agua dulce es una seria amenaza a las posibilidades de la vida aquí en la tierra.

No existen los suficientes recursos hídricos para satisfacer la demanda de cinco millones de personas que habitamos el planeta.

Actualmente el problema de la escasez de agua dulce afecta a casi tres millones de personas en todo el mundo. En todos los continentes hay regiones en estado de necesidad de agua dramática.

Los expertos concluyen que la escasez de agua dulce implica estrés hídrico, déficit hídrico y crisis hídrica. Durante al menos un mes al año, concluyen los expertos mas de millón y medio de personas no acceden al agua potable salubre.

Hay dos problemas fundamentales que suponen el peligro mas inminente, la creciente demanda o uso del agua dulce y el agotamiento de los recursos de agua disponibles. Sin embargo hay dos formas de medir la escasez de agua; Una cuando se trata de la escasez material, que no existe su presencia física para satisfacer la demanda en la población y la otra la escasez económica de agua, implícita en una incorrecta gestión de los recursos hídricos disponibles.

Según el Programa de la ONU para el desarrollo en los países subdesarrollados y muy especialmente en África y la América Latina, donde contradictoriamente, existen los mayores reservorios de agua dulce pero carecen de los medios para proporcionarla en una forma eficiente, que de respuesta a las necesidades humanas, agrícolas e industriales.

En Venezuela la situación es de alarma total. No es un problema nuevo pero nunca antes había tenido la dimensión de ahora. De todo el territorio nacional siempre había sido la Gran Caracas la que mayor problemas presentaba, que se recuerde desde principios de los años setenta se vive un problema de escasez y racionamiento de los sectores que conforman la capital de la República.

Ahora no hay región alguna en nuestro país que no este presentando problemas con el suministro de agua. La responsabilidad mayor de esta calamidad humanitaria se debe a la escasez económica de agua, es decir una mala gestión de los recursos hídricos disponibles.

Es tan grave el asunto que en la gran Caracas, Nueva Esparta, Táchira, Carabobo  y otros importantes estados del país el vital liquido llega una vez por semana y solo diez horas: injustificable si tomamos en cuenta la inmensa montaña de divisas que nos han entrado a niveles exageradamente abultados, que si se hubiera invertido en represas, plantas eléctricas, turbinas, equipos y desalinizadoras no tuviéramos problemas de agua dulce alguno sobre todo cuando contamos con apenas treinta millones de habitantes.

En Europa y los estados unidos que concentran mas de mil millones de personas entre ambas no existe problemas de agua para la satisfacción de sus residentes.

En los estados unidos de Norte América con seiscientos millones de personas el agua es permanente, ininterrumpida, 24 horas al día y con una calidad insuperable que permite su consumo directamente del chorro.

En días pasados conversando con un amigo de la marina norte americana, me señalaba que los mayores reservorios de agua dulce se encuentran en Latinoamérica y más del 50% del total esta en Venezuela. Pero también hay que decir como una causa absoluta de nuestras penurias y calamidades la corrupción generalizada, la ignorancia de nuestros gobernantes y una obstinada convicción de que solo un caudillo podrá salvarnos. Es hora de construir un liderazgo mas responsable, libres de anacronismos ideológicos y dispuestos a asumir los retos que supone entrar con decencia al siglo XXI

Juan R. Aguilarte T.
panchoaguilarte@hotmail.com
@P_aguilarte
Anzoategui - Venezuela

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