martes, 22 de marzo de 2016

NEURO J. VILLALOBOS RINCÓN, CON LA DEMOCRACIA A CUESTAS

“Los tiranos buscan idiotizar a los pueblos, sumergirlos en la ignorancia; hacerlos sumisos a una propaganda dogmática y al culto a los semidioses analfabetos, pero audaces.” 

El régimen que nos oprime desde hace diecisiete largos años, siempre se ha sentido incómodo después de haber cambiado su estrategia para llegar al poder. Al fracasar con el golpe de estado que les permitiría tomarlo a la fuerza, optaron por utilizar los mecanismos que les proporcionó la conciencia democrática amasada en la sociedad venezolana durante cuarenta años, y por esa vía han tratado de imponer su concepción desfasada en el tiempo sobre el rol del Estado, el hombre, y la sociedad. Desde entonces han violentado los principios democráticos y los preceptos constitucionales.

Simultáneamente, los demócratas por convicción, aturdidos y divididos, por mucho tiempo no lograron hacer una lectura correcta de las intenciones totalitarias del régimen, ni asumir una postura unitaria frente al peligro cierto de perder la libertad. Se ha sido persistente en el uso de los instrumentos y posibilidades que proporciona la democracia para enfrentar valerosamente una dictadura militar-cívica, hasta llegar a conformar, con todas sus imperfecciones, la Mesa de la Unidad Democrática. Ha sido un camino largo y angustiante porque la democracia exige convivencia política, respeto, tolerancia, actitudes decentes, civilizadas, con porciones de nobleza, que es imposible conseguir en quienes han considerado la democracia como un estorbo histórico.

Como resultado de un proyecto comunista, en contravía de la historia de la humanidad, que ha avanzado por ensayo y error, tenemos un país en ruinas desde el punto de vista económico y moral y postrado por un ejercicio degradante de la política a todos los niveles. Un país donde el hambre hace estragos en la población y un Estado opulento, ciego y sordo, señalando culpables de la fétida corrupción en otros lados, tratando de encubrir su propia condición. Un gobierno con muchos recursos y pocos escrúpulos; con demasiada soberbia y nula humildad; con sobradas mentiras y pocas realizaciones. Una nación de luto por tantas muertes inocentes y afligida por tantos presos sin causa. Una patria ultrajada por su entrega vergonzosa a chulos internacionales con falaces ideologías.

Dentro del marco constitucional hemos escogido la ruta democrática en él establecido: el revocatorio presidencial, la enmienda constitucional, y en última instancia, una asamblea constituyente, para avanzar en la lucha, a pesar de que el régimen opresor ha escogido los instrumentos de la violencia, la arbitrariedad y el engaño. Debemos estar convencidos que en la  lucha entre el fusil y el espíritu siempre ha vencido éste. Por eso vamos a lograr una salida a esta intolerable situación, porque somos un baluarte de la esperanza de los venezolanos, porque somos la gran mayoría que clama por respirar aires de libertad.

Neuro Villalobos
nevillarin@gmail.com
@nevillarin

Zulia - Venezuela

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