viernes, 24 de febrero de 2017

LUIS GARRIDO, EL 350 NOS LLAMA

HABLA LA CONCIENCIA

EMPOBRECE ASÍ DOMINAS


Quienes se imaginan que por los caminos de la violencia es que saldremos de este gobierno están cometiendo un gravísimo error.  Admitimos que la confrontación es totalmente desigual;  el uso abusivo de la fuerza pública, el irrespeto  a la Constitución, el desconocimiento a la autonomía de los poderes, el encarcelamiento de la disidencia y el cierre forzoso de medios de comunicación contrarios a la línea editorial  del régimen, nos indican la diferencia excesivamente marcada. 

La cárcel y el exilio  son muestras irrefutables, ya que en los 18 años de gobierno traducidos hoy en una dictadura, cientos de hogares sufren la separación de seres queridos en el exilio y muchas lágrimas se han derramado sobre el recuerdo inolvidable de los caídos. 

Pudiéramos consentir que las contradicciones entre los factores de la Unidad Democrática, han quebrantado ilusiones en esa población ansiosa de un cambio de gobierno en nuestro país¸ pero no se trata de calificar el comportamiento de los cuatro de ayer o los nueve que conforman hoy la Mesa Unitaria, sino de revisar la actitud de la totalidad de los venezolanos frente al desastre de un modelo político que está acabando con  nuestro país.  La política del régimen y su revolución se soportan en el engaño y la demagogia.   Mientras el pueblo sufre una severa crisis de hambre con personas que escasamente logran comer una sola vez, los personeros oficialistas se jactan de las bolsas de los CLAP, cuya fuente de corrupción es una vergüenza. 
      
El país está en un limbo y no hay gobierno que le ponga freno al desajuste: inflación por las nubes, escasez impresionante de medicinas, violencia inimaginable en la calle como consecuencia del hampa desbordada.  No hay venezolano - sea de una acera o de la otra- que no esté sufriendo las penalidades de esta situación.  De Nicolás Maduro como responsable principal de todos esos males, solo se encuentran  evasivas que alientan la decepción.  Una entre sus obras como Jefe de Estado es,  "el carnet de la patria", tamaña grosería para una población cuya identificación principal y valedera es la cédula de identidad.
   

Este es el cuadro real: el gobierno podrá tener cañones, tanque y fusiles, pero un pueblo que se disponga a tomar las  calles de forma  pacífica, recuperará la libertad de su país.  Los venezolanos somos pacientes, pero no cobardes: el 350 nos llama.

Luis Garrido
luirgarr@hotmail.com
@luirgarr
Carabobo - Venezuela     

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