miércoles, 22 de febrero de 2017

NELSON CASTELLANO-HERNÁNDEZ: MENSAJE A UNA AMIGA EXTREMISTA

EL NÚCLEO UNIFICADOR

Te motiva escribirme mi artículo “Necesitamos a Moisés”, donde expresaba la necesidad que existe en Venezuela, de encontrar un nuevo unificador que nos conduzca hacia la tierra prometida y comprendo tu motivación. Vivimos en la angustia de ver el país paralizado, sin que se produzcan las reacciones necesarias para salir de esto; al contrario, vemos como muchos de los dirigentes de oposición actúan, como si en Venezuela estuviéramos en democracia, dándole prioridad a sus aspiraciones personales o la de sus partidos políticos.

Desesperante situación cuando analizamos la situación catastrófica en que se encuentra la economía nacional, cuando constatamos las cifras de asesinatos impunes, las denuncias sobre los millonarios montos mal habidos por los simpatizantes del régimen o por la corrupción de los militares traficantes de droga, gasolina o alimentos.

Pareciera que muy poca gente se interesara por los niños que están muriendo de desnutrición o a causa de las escasas normas de higiene en las maternidades, ni por los estudiantes masacrados y los presos políticos despojados de todos sus derechos.

La situación es tan dura, que sentimos en nuestra piel el dolor de cada venezolano que sufre… por eso entiendo tu ira.

Sin embargo, disiento de la forma como reaccionas ante un texto que habla sobre el hecho de que la voz de la Iglesia venezolana se hace sentir y de la posibilidad que de la mano de sus representantes pueda surgir lo que alguien llamó “el núcleo unificador”, tu reaccionas atacando a la ONU, AD, Copei y su “casta política”, a Capriles y a la Mud. Criticas también al Padre Ugalde, al Papa o la iglesia, de forma desproporcionada, en la medida que cuando hablas de la necesidad de tomar la radical decisión de liberar al país, de esta cuerda de ladrones, no nombras al Psuve, al régimen, los militares, el TSJ, la Fiscalía o al CNE.

Que critiques fuertemente puede ser válido, sobre todo en una conversación privada, llegaría aceptar hasta los epítetos y considerarlos como una forma personal de expresarse, pero tengo el deber de advertirte que equivocarse de enemigo puede ser un grave error.

Cuando escribo me preocupa es estar en sintonía con la realidad de Venezuela, probablemente inquieto ante la posibilidad de que la distancia, me impida estar en conexión con las verdaderas necesidades de mis compatriotas.
Escribo también para denunciar al régimen, para hacer aportes, para reconocer a quien lo merece, para ayudar a la reflexión y siempre guardo la esperanza de que sirva también para convencer algún indeciso.

Escribir agota, consume, implica dedicación constancia y tiempo, sin embargo, el principal objetivo es ser leído, que mis artículos produzcan reacciones, es lo mejor que puede pasar… siento que he puesto el dedo en la llaga.

Normalmente procuro no reaccionar de manera personal a los comentarios, en realidad lo que quería decir… ya lo escribí, lo que le pido a le gente es que lo lea de nuevo.

No dejo de sorprenderme ante la naturaleza de las reacciones, el hecho de haber citado palabras de un dirigente, no basta para descalificar el contenido o la intención de un artículo. Una de las personas que ya me escribió por el mismo escrito, me hizo tres observaciones, en la primera tomó una parte de mi texto de 36 palabras, en su primera aclaratoria utilizó 5.611 palabras, para rebatir mis postulados.

Allí reside también el secreto de la escritura, expresar lo esencial, porque estas limitado en el número de palabras y en la cantidad de ideas que aspiras vehicular, si pretendes llegar al lector.

Para mí es primordial pensar que Venezuela, no es una masa dividida entre adecos, copeyanos, justicieros, masitas, chavistas y cuanto partido pueda existir por un lado y del otro los venezolanos puros y justos. Para mí somos un conjunto de seres humanos que hemos creído en unos u otros, en un momento histórico preciso, siendo nosotros mismos los ciudadanos, quienes los hemos elegidos en diferentes épocas, de forma acertada o equivocada.

Por creer en el ser humano escribo, porque creo en la libertad de pensamiento, porque todos tienen derecho a corregirse y por su posibilidad innata de crecimiento. Creo en que existen los matices y no todo es negro o blanco. Ser cristiano es también perdonar, no para cometer los mismos errores, la situación no lo permite… pero pretendo no perder el tiempo desviándome del verdadero objetivo.

Tampoco quiero vivir lleno de rencor, pues no quiero perderme yo, en la intensidad de la lucha. Sé que también puedo equivocarme, no considero estar por encima de nadie, pero tampoco me sitúo por debajo.

En el camino he visto lo que también has visto, la traición, los negocios, la corrupción… la basura existe, sin embargo, no quiero ser como ellos. Tengo la reputación de ser un electrón libre, me siento bien así… no he traicionado mis principios, no manipulo a nadie, no me he vendido, no soy titiritero, ni malintencionado, simplemente he actuado conforme a mi conciencia.

No quiero confundirme de enemigo, no puedo vivir en guerra contra todo el que no piense como yo, mi único enemigo de verdad es el autócrata, Maduro con su combo, esos que quieren establecer definitivamente una dictadura, los que no me dejarán ser libre. Los otros tienen el derecho de participar en el juego democrático, en definitiva, será el pueblo el que juzgue y veremos, si con lo vivido, Venezuela aprendió la lección.

Hay que creer de verdad en la libertad, no creo en imponer ideas, las difundo esperando hagan su camino, es mi manera de contribuir

Que manifiestes tu descontento con la oposición me parece razonable y justificado, se han cometido errores y somos muchos los que nos sentimos igual que tú. Pero mi tiempo es el de salvar espacios, instituciones y mecanismos, que me permitan luchar contra el que me esta cercenando el derecho a existir.

Nuestra diferencia se basa en que mientras planteas como exigencia la “defenestración de toda la casta política, como condición sine qua non, para poder reconstruir un país sin ladrones y vividores”. Yo evito hacerle el juego al CNE, quien intenta eliminar los partidos políticos y dejarnos sin el instrumento necesario para participar en la acción política por la libertad.

Consciente, que tu critica puede tener basamentos reales, no descarto un segundo tiempo de lucha, una vez recuperado los espacios democráticos. No habrá páginas que escribir, si antes no acabamos el horror que vivimos, si no enfrentamos con la fuerza suficiente la dictadura, la traición a la Patria de Maduro y sus Generales, la corrupción de Cilia o Diodado, el peligro terrorista de Tarek, la inmoralidad de Tibisay y de los jueces del TSJ.

Si no encontramos el camino de la reconciliación, para acabar el egoísmo, el odio, la corrupción, el hambre, el crimen y la miseria.

Nelson Castellano-Hernandez
nelsoncastellano@hotmail.com
@VFutura
Venezuela-Futura,  
Francia

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