VERDADES DOLOROSAS
Una gallinita escuálida encontró unos granos de trigo y dijo a sus
vecinos chavistas de la comuna: “si sembramos este trigo, tendremos pan
endógeno para comer. ¿Alguien me quiere ayudar? ¡Yo no! Replicó el burro
comunista, estoy en la Misión Robinson, envenenando a los niños con la consigna
“patria, socialismo o muerte”, no tengo tiempo para esas tonterías. ¡Ni yo!,
aseveró el zamuro socialista encargado de vigilar la carne de los Claps. ¡Yo
tampoco!, replicó la mapanare del PSUV, estoy en los círculos bolivarianos
aterrorizando ciudadanos que es más importante. Mucho menos yo, que soy líder
de la Misión Madres de Barrio, completó el semental tupamaro.
¡Entonces sola lo sembraré! dijo la gallinita de la MUD. Y así lo hizo y
el trigo creció. ¿Quién me ayudará a recogerlo? Pero los camaradas del
bestiario revolucionario rehusaron participar, aduciendo que les podían
sonsacar, el terreno invadido, la casita adjudicada, el carnet del chantaje
(patria) o la mordida de la cooperativa. Entonces, yo misma lo recogeré. ¿Quién
me ayudará a hornear el pan? Pero al unísono la respuesta de las alimañas
revolucionarias fue: ¿cuánto hay pa´ eso? ¡Entonces, yo lo haré! Cocinó cinco
panes y se dispuso a comerlos junto a sus cinco pollitos.
De repente, el Consejo Comunal
reunió la manada de bestias de la comuna y las arrió a una manifestación que
portaba pancartas con la frase “acaparadora, hambreadora del pueblo”. Llamaron
a los círculos bolivarianos del terror, a un Fiscal, y al Defensor del Puesto y
le dijeron a la pobre gallina: “usted tiene demasiado pan y debe compartirlo o
le será expropiado (robado) y pasado a los Claps”. Los trabajadores más
productivos tienen que compensar a los que manguareamos para la revolución.
Además debe pagar los impuestos para así poder sostener a todos los programas
sociales tan necesitados para nosotros los vagos de oficio.
Y así, todos vivieron
pusilánimemente felices como en Cuba, inclusive la pobre gallinita, quien
aterrorizada se adaptó a juro a la situación. Ahora, todos culpan a la
escuálida, fascista, egoísta, ociosa, gallina, por no haber vuelto a hornear un
pan y además por acabar con las panaderías (modificado de Eliodoro Niklaus). Que
oiga quien tiene oídos...
Ernesto Garcia Mac Gregor
garciamacgregor@gmail.com
@garciamacgregor
Zulia - Venezuela
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