PARANINFO DE LA SEMANA
A RATIFICAR AL PARTIDO
DEL PUEBLO. 75 AÑOS Y UN FUTURO
Leyendo “El hombre que amaba a los perros” del cubano Leonardo Padura,
se me ocurre pensar que sería muy bueno que los “camaradas” del PSUV y sus
militares asociados se lo leyeran (según el propio Padura, Chávez lo leyó y le
gustó; ¿lo entendería o lo usaría como libro de cabecera?), y de paso podría
ser que muchos dirigentes de la oposición también lo hicieran.
La novela relata el encuentro circunstancial de mi tocayo Iván, con un
hombre y sus dos perros borzois, en una playa habanera de Santa María del Mar.
El encuentro sirve para que el hombre amante de los perros le revele a mi
tocayo la historia de otro hombre, el asesino de Trotsky, que al final viene a
ser el mismo. Una historia profunda llena de vericuetos, calamidades,
traiciones, crímenes, genocidios, cárceles, exilios, mentiras, engaños que en
definitiva es la historia de lo ocurrido durante la revolución rusa, del
nacimiento y caída de la URSS, la guerra civil española, la segunda guerra
mundial y la Cuba de Fidel. La impronta de Lenin, Stalin, Trotsky, Hitler, La
Pasionaria, Franco, Fidel de alguna manera quedan plasmadas en este libro.
El autor se aprovecha de este relato, a título de meaculpa, del asesino
de Trotsky para dibujar con la mayor crudeza las “bondades” de los regímenes
totalitarios, dictatoriales, fascistas y comunistas. Las muertes y
ajusticiamientos en la era de Lenin y su comisario de guerra, Trotsky. Las
purgas de Stalin y el exilio de Trotsky ordenado por este. La intervención de
Moscú en favor de los republicanos durante la guerra civil española y el papel de Hitler en este
conflicto a favor de Franco con la anuencia de Stalin. La presencia de los
soviéticos en la Cuba de Fidel, su entrada y su salida. Todos pasajes de
traición y crímenes. De millones de vidas perdidas y de varias generaciones
condenadas al sacrificio en el altar de una ideología.
Durante su lectura nos conseguimos con frases, aseveraciones y expresiones dignas de meditar y que en buena
medida reflejan hasta dónde puede llegar la maldad de un hombre y de una
ideología. Citemos algunas: “Ente las cosas que repartidas que siempre tocan a
más, están el dolor y la miseria”. “Rusia, un país deformado por miedos,
consignas y mentiras”. “Stalin educado en las CATACUMBAS de las luchas
clandestinas, había aprendido todas las modalidades de demolición subterránea,
y ahora las aplicaba en beneficio personal”. “El delito de traición, el más
temido en días de fervor patriótico y nacionalista”. “El odio es una enfermedad
imparable, una de las enfermedades más difíciles de curar”. “La teoría
marxista, que él (Trotsky) y Lenin utilizaban para validar todas sus
decisiones, nunca había considerado la coyuntura de que los comunistas, una vez
en el poder, pudieran perder el apoyo de los trabajadores. ¿Sería justo establecer
el socialismo en contra o al margen de la voluntad mayoritaria?
La dictadura
proletaria debía eliminar a las clases explotadoras, pero ¿también reprimir a los trabajadores?”.
“Una disyuntiva dramática y maniquea: No era posible permitir la expresión de la
voluntad popular, pues ésta podría revertir el proceso mismo”. “Stalin: la
oposición solo conduce a la contra revolución”. “La Emisora Radio Ciudad
Primada de Cuba Libre era el medido encargado de concretar una realidad virtual
más embustera aun que la de los ríos, montañas y carreteras de nombres
caprichosos, porque estaba construida sobre planes, compromisos, metas y cifras mágicas que nadie se ocupaba
de comprobar”.
“Como respuesta al fracaso económico más exigencias
ideológicas”. “El partido siempre tiene la razón, y si no entiendes, no
importa, tienes que obedecer” Como respuesta al fracaso económico más
exigencias ideológicas”. “El partido siempre tiene la razón, y si no entiendes,
no importa, tienes que obedecer”. “De nosotros solo se esperaba fidelidad y más
sacrificio, obediencia y más disciplina”. “En España la clase media había sido
despojada de sus bienes y se proyectaba la creación de una industria militar.
Escases de productos en tiendas y mercados. La gente tenía hambre, el pan solo
podía ser adquirido tras largas colas y
solo si se tenían los cupones”. “Acusar al enemigo de colaborar con una
potencia extranjera”. “Las obras SINFLICTIVAS permitidas en Cuba”. “Los perros
del hombre que los amaba los prestó para el rodaje de una película: fue muy
divertido asistir al rodaje, viendo cómo se monta una mentira, que después
puede parecerse a la verdad”. “Trotsky: El socialismo ha cavado su propia tumba
y presiento que allí se va a podrir por mucho tiempo”. “Al pueblo escogido por
la providencia de la historia le hace falta más agua y jabón”. “Ya hay asesores
soviéticos hasta en los baños públicos”. “Antes de la ida de los soviéticos:
Había comida, había ropa (socialista y fea, pero comida y ropa), guaguas y
hasta taxis. Luego eso se difuminó”. “Apagones de 8 y hasta 12 horas diarias,
no había medicinas”. “Un país que duró lo que dura un hombre normal: 74 años”.
“Las promesas que nos habían alimentado en nuestra juventud y nos llenaron de
fe, romanticismo participativo y espíritu de sacrifico, se hicieron agua y sal
mientras nos asediaban la pobreza, el cansancio, la confusión, las decepciones,
los fracasos, las fugas y los desgarramientos”.
“Entendimos cómo y por qué toda aquella perfección se había desmerengado cuando se movieron solo
dos de los ladrillos de la fortaleza: un mínimo acceso a la información y una
leve pero decidida pérdida del miedo. Dos ladrillos y se vino abajo.
El gigante
tenía los pies de barro y solo se había sostenido gracias al terror y la
mentira”. “No sabemos quién estaba más enfermo si Stalin o la sociedad que le
permitió crecer. Mató a un millón que pudo ser necesario, pero los otros 19 es
enfermedad”. “El mito de la unidad socialista se murió en Praga y también la posibilidad de renovar el comunismo”.
“Pensar? Aquí pensar es un lujo”. “Dicen que los cubanos son unos aventureros
que no entienden qué carajo es el socialismo y unos muertos de hambre
malagradecidos”. “La belleza y el socialismo parece que juegan en equipos
contrarios”. “En el comunismo, el conejo, a punta de coñazos, acepta que es un
león”
Iván Olaizola D’Alessandro
Iolaizola@hotmail.com
@iolaizola1
Miranda - Venezuela
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