domingo, 25 de noviembre de 2018

LUDMILA VINOGRADOFF, LA OPOSICIÓN DEBE UNIRSE PARA SALIR DE MADURO


Nicolás Maduro se puede prolongar en el poder después del 10 de enero, fecha en Que  vence su mandato presidencial de seis años, porque la oposición no tiene un líder que lo enfrente y  sustituya en la Presidencia. Y lo hará de la manera más simple: tomar posesión de una reelección fraudulenta celebrada en mayo pasado, que todo el mundo ha cuestionado y no ha reconocido.

Pero a Maduro no le importa ser reconocido por la comunidad internacional y que lo califiquen de ilegítimo en el futuro inmediato. Le basta con que los rusos, los chinos y los turcos le financien su recta final  a cambio de entregarles el oro, el coltán y los diamantes, las empresas de Guayana y la estatal Pdvsa, para mantenerse en el poder, de ser posible hasta el 2025, que son los 6 años de su segundo mandato fraudulento.
Si Maduro decide jurar su segundo período en condiciones ilegítimas levantará “una burbuja” a su alrededor en el Palacio gobierno de Miraflores,  débil y fácil de abatir por el descontento social creciente, iniciado por las protestas de las bases del Partido Socialista Unido de Venezuela y la masa de 4 millones de empleados y obreros de la administración pública.
El descontento social de la administración chavista, una etiqueta que cada vez pierde más su influencia política por estar vinculada a la tendencia de Maduro después de 6 años, es una olla de presión a explotar en cualquier momento.
Las protestas sectoriales de la Administración se protagonizan día a día. Van más de 14.000 realizadas, incluidas las locales y municipales, en todos los rincones de Venezuela en lo que va de año, lo que muestra a una población decidida a no rendirse y a reclamar sus derechos.
Los 30 millones de venezolanos esperan por la unidad de la oposición que en los últimos meses ha sido resquebrajada, pero sus principales partidos (4 de los 19), Primero Justicia, Acción Democrática, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo, no logran ponerse de acuerdo sobre el candidato a enfrentar a Maduro y en qué condiciones. Es la clave.
La desunión de la oposición podría permitir que Maduro se prolongue en el poder. Es lo que afirma el Crisis Group en su último análisis donde afirma que “la oposición venezolana está dividida en facciones aparentemente irreconciliables que no se ponen de acuerdo sobre la estrategia a seguir para acabar con la crisis de su país. Discrepan sobre si deberían participar en las elecciones y cuándo hacerlo, sobre si deberían negociar con el gobierno, y sobre si deberían apoyar la posible intervención militar planteada implícitamente por potencias extranjeras”.
Pero lo más grave y ahí su alerta:Sin unidad entre al menos las principales facciones opositoras, las perspectivas de resolver la crisis son escasas, ya que esto exige negociaciones genuinas entre la oposición y el gobierno y probablemente algún tipo de autoridad trancisional que incluya elementos de ambos. De lo contrario, es probable que haya nuevos actos de violencia – ya sea enfrentamientos civiles o incluso acción militar”.
La recomendación de Crisis Group: “las facciones opositoras comprometidas con una solución negociada deberían dejar a un lado sus diferencias y forjar una estrategia y un liderazgo común. Los actores externos deberían apoyar la unidad de la oposición y evitar alimentar las divisiones insistiendo en que se celebren negociaciones sin que se den las condiciones adecuadas o sugiriendo que la intervención militar – que podría ser enormemente destructiva – es una opción viable”.
Ludmila Vinogradoff
@ludmilavino

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