A lo largo de estos veinte años transcurridos bajo el
dominio del llamado Socialismo del siglo XXI ha resultado difícil construir una
alternativa democrática capaz de sustituir al régimen imperante. Alternativa
democrática que supone la existencia de una dirección política coherente, un
programa atractivo, una organización eficiente en toda la geografía nacional y
una estrategia inteligente para canalizar el gigantesco rechazo a las políticas
del gobierno y el deseo, obviamente mayoritario, de lograr un cambio en la
dirección política del país. Algo parecido a eso se logró frente a las
elecciones parlamentarias de diciembre del año 2015. Por eso se obtuvo la
clamorosa victoria electoral celebrada por todos los factores de la oposición y
cuyos frutos todavía favorecen a la opción democrática.
Trump ha movido ficha. Ha indicado que para su
gobierno es intolerable la existencia en su “patio trasero” de un régimen como
el de Maduro que, entre otras cosas, privilegia relaciones con dos rivales
peligrosos de los Estados Unidos; uno político, que es la Rusia de Putin y otro
económico, que es la China de Xi.
Maduro, por su parte, cuenta con el apoyo del aparato
militar y para militar, con los servicios de inteligencia que pone a su
disposición el gobierno cubano, con los restos de institucionalidad que quedan
en el país y con la neutralidad de las Naciones Unidas, en donde el gobierno
americano ha acudido una y otra vez sin lograr el apoyo que solicita.
El tema central en los últimos días ha sido el de la
ayuda humanitaria. Es evidente que Venezuela y los venezolanos estamos
atravesando una terrible crisis humanitaria, hambre y desolación. Pero es
evidente también que para Maduro, la “ayuda humanitaria” es considerada un
“Caballo de Troya” para desestabilizar a su gobierno. Por eso se opone tan
enardecidamente a recibir esa “ayuda”.
¿Hasta dónde están dispuestos a llegar Trump y sus
aliados en su propósito de cambiar a Maduro? es una interrogante que todavía
está por despejarse. ¿Hasta dónde están Maduro y sus aliados dispuestos a
resistir para perpetuarse en el poder? Es la otra interrogante que está por despejarse.
Mientras tanto, los venezolanos seguimos luchando por lograr un nuevo gobierno,
lo más pronto posible.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
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