El mundo moderno no nos premia por lo que sabemos,
sino por lo que podemos hacer con lo que sabemos” (Andreas Schleicher, Fundador
Informe PISA).
En pro de gestionar (relación armónica entre la
estructura, la estrategia, los recursos humanos y las finalidades) un Sistema
Educativo, se emplean modelos esquemáticos ( fundamentos figurativos) al no existir un modelo único válido para
todos los casos, lo cual en mucho responde a que es un proceso cargado de
complejidades que no permite la aplicación de teorías y enfoques pedagógicos
sustentadas en variables exógenas (algo que se origina en la parte externa de
una cosa); más aún cuando su diseño implica, entre otros aspectos, una
definición exhaustiva (que agota la materia de que se trata) relacionada con el
perfil de las competencias nacionales esperadas, hecho que obliga a una
concordancia entre la Gestión Educativa (políticas, métodos y medios que
condicionan el proceso educativo) y la Gestión Pedagógica o Proceso de
enseñanza-aprendizaje (Docentes, Diseño Curricular, Metodología, Didáctica,
Evaluación Educativa, Investigación e incorporación de innovadoras formas de
aprendizaje).
Aceptando, como en efecto es, que la educación
constituye uno de los pilares del desarrollo social y económico, resulta de
perogrullo resaltar la importancia que reviste invertir en educación y en la
formación de capital humano, por intermedio de un coherente conjunto de
políticas públicas focalizadas como una Misión de Estado (estrategias centrales
de un país que no varían con los cambios de gobierno) orientadas a la generación
de conocimientos, al emprendimiento, a la innovación y muy especialmente al
estímulo de la creatividad desde temprana edad; estructurando dichas políticas
públicas en torno a un Sistema Educativo innovador para facilitar el tránsito
hacia la modernidad.
Diversos factores repercuten favorablemente en favor
de materializar un eficaz (capacidad de lograr un efecto deseado) y eficiente
(capacidad de alcanzar lo esperado con el mínimo de recursos posibles) Sistema
Educativo en procura de una sociedad en continua evolución. A tenor de ello,
resulta pertinente referenciar algunas de las estrategias instrumentadas por
aquellos países que en la actualidad cuentan con la mejor educación:
*La
legislación educativa, perdura en el tiempo más allá de los gobiernos de turno,
hasta propiciar una visión de la educación identificada con el país;
*La
selección de los profesores, se realiza en un contexto de financiamiento de su
capacitación e incentivos por desempeño y desarrollo profesional;
*Los docentes
perciben un salario inicial justo, por encima del promedio de otros
profesionales;
* El ejercicio de la docencia, es sinónimo de respeto y
excelencia a nivel de la sociedad; *En la mayoría de los países ubicados en los
primeros lugares del ranking mundial de los mejores Sistemas Educativos, el
régimen es gratuito y obligatorio hasta los 16 años;
*La escolaridad se inicia
desde los 7 años (edad a partir de la cual se obtienen las mayores ventajas de
aprendizaje), y acuden diariamente a clases unas 4 a 5 horas a fin de disponer
de tiempo libre para aprender a
desarrollar su potencial creativo
*Fomentan la inclusión, así como el
desarrollo de los valores y habilidades sociales; *Asumen que la rigurosidad de
un examen, no es sinónimo de inteligencia y tampoco determina el valor
intelectual;
*Se estimula la interpretación objetiva de los contenidos
programáticos en el contexto de la realidad, en lugar de la memorización;
*En
ciertas asignaturas, como matemáticas, se enseñan las formulas y ecuaciones en
función de aplicarlas crítica y constructivamente en contextos reales;
*Se
acepta que no todos aprenden por igual, y en razón de ello instrumentan
distintas estrategias de aprendizaje a la luz de desarrollar el conocimiento a
su nivel más humano.
En lo que atañe a Venezuela, y ante la hecatombe
social-económica-moral-ética que presenta, se hace urgente, luego del cese de
la usurpación, refundar el país mediante una planificada relación
intersectorial donde al sector educación le corresponde participar con un papel
de trascendencia en la reconstrucción de corto, mediano y largo plazo; en el
entendido que los resultados del proceso
de enseñanza-aprendizaje (acumulados) se alcanzan a largo plazo (18 años o
más), y por tanto se hace perentorio perfilar, con la inmediatez posible, un
“modelo educativo venezolano para la transición” (de carácter temporal)
enmarcado en un Sistema Educativo alineado con el Plan País, que integre distintos roles concomitantes
(bajo la figura de programas y proyectos) en las áreas de la Educación Inicial,
Básica y Superior, tales como: formación rápida para la incorporación pronta al
campo laboral, así como un programa de extensión educativa orientado a la
capacitación en artes y oficios, al igual que la instrumentación de un plan
académico para atender la inmensa población sujeta a una deserción escolar
“inducida” (abandono del sistema educativo ante los males socio-económicos
impulsados por la dictadura), como también en lo atinente a los estudios
universitarios en su vital misión de elevar la calidad del Capital Humano a
nivel de licenciatura y estudios para graduados al tiempo de apuntalar la
generación de nuevo saber mediante la investigación. Tal modelo educativo, a
pesar de su transitoriedad, se insertará en un contexto (forma de operar de una
organización) de mediano y largo plazo sustentado en una estructura y en una
estrategia específica en el marco de un definido Plan de Desarrollo Social y
Económico sustentado en la planificación y definición de objetivos y metas
cualicuantitativos susceptibles de medición, y contextualizados en función de
¡reinventar la Venezuela que queremos! Es de acotar, a pesar de ser una
obviedad manifiesta, que los resultados del proceso educativo al ser
intangibles en razón de estar vinculado con la formación de seres humanos, su
calidad es susceptible de “visualización” por intermedio de su impacto en la
elevación del bienestar nacional; y esa será, desde el inicio, la Misión del
Gobierno de transición.
Reflexión final: Habida cuenta, de la descomposición
ética y moral que ha venido ocupando, de manera profusa (cuantiosa,
exuberante), un espacio en Venezuela como consecuencia del “mal comportamiento”
en materia de corrupción y otros delitos de la cúpula oficialista y militar (y
de sus allegados en ambos casos) cuya actuación se hace conocida por la
ciudadanía por intermedio de la denominada educación refleja (aquella que se
asimila en la interacción social); urge ser contrarrestada (anular su
influencia) a través de la educación sistemática (la que se imparte en las
instituciones educacionales) incorporando algunas asignaturas a un eje
transversal (instrumentos que atraviesan el currículo) vinculadas con la
Formación en Valores, en todos los niveles y modalidades del modelo educativo
para la transición, como una actividad pedagógica cuyos contenidos
programáticos serán comprendidos en un contexto real (no memorística) en aras
de integrar el ser, el saber, el hacer y el convivir con los debidos principios
éticos y morales; y donde el componente practico del aprendizaje se desarrollará
teniendo como referencia vivencial la ¡actitud del nuevo Gobierno!
De igual modo, se ha de invertir la pirámide
organizacional educativa en favor de ¡conferir mayor importancia al docente!
asumiendo como una verdad incontrovertible que “La calidad de la educación en
un país nunca será mejor que la calidad de sus maestros” (Andreas Schleicher).
Jesús Alexis González
@jesusalexis_gon
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