Se hace necesario comprender la política se conduce
desde dos perspectivas, la primera es la “Visible”, la que pueden palpar de
manera inmediata los ciudadanos, en el caso venezolano observamos, por ejemplo,
las marchas, contramarchas, concentraciones, los discursos altisonantes, entre
otros.
La segunda perspectiva es la “Invisible” que
corresponde al diseño y planteo de estrategias, al cuadre de alianzas, las
acciones a corto, mediano y largo plazo, ésta no se hace visible sino
transcurridos los hechos, probablemente, es la más importante, la que genera
los triunfos o fracasos.
Siendo así, la política visible en Venezuela pudiera
dar una impresión equivoca de la real realidad, sobre todo, por el férreo
control del flujo informativo que mantiene el régimen chavista, capaz de
imponer matrices de opinión y tergiversar la realidad, aquí, con todo el
arsenal mediático pudiera generar espejismos dónde ficticiamente se anota
triunfos. No obstante, esa capacidad ha venido descendiendo abruptamente ante
el agravamiento estructural del país, de los problemas que afectan el día a día
de los venezolanos.
En la política invisible, la oposición venezolana de
la mano de Guaidó se anota triunfos diariamente, no solo nacionalmente sino en
lo internacional, arrinconando al régimen hasta el jaque mate. Cada vez son menos
los apoyos, recursos y herramientas con que cuenta Maduro para preservar el
poder, quedándole solo el uso de la violencia institucionalizada como única vía
de sustento, vía que empeora su ya muy delicada condición.
Del mismo modo, es necesario comprender el impacto de
las acciones de estos bandos. Los venezolanos estamos condenados a sufrir,
veamos por qué; Las consecuencias de 20 años de chavismo castrista día a día
son más cruentas, la destrucción del aparato productivo, la castración de
derechos, libertades, la imposición de controles y racionamientos, la creciente
incertidumbre e inseguridad en todo lo relativo a política, económia y
sociedad, convierte cada hora de los venezolanos en estaciones de viacrucis.
Por el otro lado, el de la oposición, se ha escogido
una vía donde las sanciones y demás acciones contra el régimen redundan en
sufrimiento al pueblo, se hace conforme permite la frivolidad de la legalidad
internacional, misma que tras los episodios venezolano, nicaragüense y cubano
debe ser replanteada, no olvidemos que los organismos internacionales
existentes son progobiernos, ninguno es propueblo, permitiendo que gobernantes
inescrupulosos mancillen a sus ciudadanos. Ahora, permitir el régimen continúe
perpetuaría el sufrimiento, mientras que la planificada asfixia del régimen
también implica sacrificios en el corto plazo, pero asegura calidad de vida en
el mediano y largo plazo.
Sepa, el actual escenario no es una decisión de los
factores adversos al chavismo ¡No! es una imposición del chavismo al asesinar
la vía democrática, la vía constitucional, la buena fe de los actores
políticos. Es una imposición del régimen al institucionalizar la violencia, al
generar condiciones infrahumanas para manipular a la población a través de sus
necesidades, lo que hoy ocurre es una nefasta consecuencia de una
esquizofrénica mentalidad retencionista del poder.
¿Se enfría Guaidó? La respuesta es un colosal ¡NO!,
muy al contrario, con el pasar de los días consolida su liderazgo interna e
internacionalmente, gana apoyo y respaldos, consigue logros determinantes, de
la mano de las experiencias previas y de un asesoramiento acucioso se encamina
cada vez más aprisa a la obtención de su objetivo final; erradicar al castrismo
de Venezuela.
Leandro Rodríguez Linárez
@leandrotango
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