La llegada
al país, luego de una intensa gira internacional latinoamericana, disipó inmediatamente
la amarga jornada del 23 de febrero, en la cual, los criminales del régimen de Maduro
impidieron –como es su costumbre- la entrada a nuestro territorio de la ayuda humanitaria,
literalmente a sangre y fuego, habida cuenta de los asesinatos de los
aborígenes de la etnia
Pemón, entre otros.
Asesinatos
que llenan de sangre –otra vez- a Maduro, y su corte criminal compuesta por el
alto mando
militar, paramilitares mal llamados colectivos, la dirigencia de su partido, y
sus amos de la dictadura
cubana.
Luego de la
jornada sangrienta y cruel del 23/F, el régimen sorprendido y molesto con la
salida del
Presidente Guaidó hacia tierras colombianas, a pesar de la ̈prohibición ̈, juraron que lo detendrían a
su regreso, si acaso lo hacía. Lo tildaron
de cobarde, y traidor como es común en su lenguaje extremista y despreciable,
tal como han
hecho con toda la disidencia a lo largo de estos 20 años. Lo cierto es
que quedaron locos, sorprendidos, y molestos porque sus ̈órdenes ̈ no se cumplieron.
Llegó en un vuelo comercial procedente de Panamá y recibido por una entusiasta multitud de
compatriotas y diplomáticos de países aliados, no solo en el aeropuerto, sino
en el camino hacia
Caracas donde le esperaba una concentración también muy numerosa en la plaza Alfredo
Sadel de Las Mercedes.
Otro momento
emocionante fue en el desarrollo del vuelo, cuando –cual capitán de la aeronave- le
habló a los pasajeros quienes generosamente le aclamaron, y le ayudaron a
guardar el
secreto de su regreso hasta pisar tierra venezolana.
En su
discurso resaltó el papel cumplido en la gira, y rindió cuenta de ello a todos
los venezolanos;
anunció los próximos pasos en la lucha por la reconquista de la democracia y el cese de la
tiranía. Insistió en
la necesidad de que la alta comisionada de las Naciones Unidas para los DDHH,
la señora
Bachelet viniera a Venezuela para constatar las violaciones del régimen en ese
sentido. Al respecto,
quiero hacer un inciso para resaltar la respuesta miserable de la Bachelet,
según la cual, la
comisión reconoce la violación sistemática de los DDHH en Venezuela, pero estos
se ven exacerbados
por las ̈sanciones impuestas a Venezuela
̈.
No era para
menos, pues esta señora responde solidariamente al servicio del comunismo internacional
del que forma parte, y no al servicio de los DDHH. Le recuerdo que las
sanciones impuestas
por diversos países han ocurrido contra funcionarios específicos del régimen, y
no contra el
país. Pésimo servicio ha hecho el Secretario General de la ONU, el portugués
Guterres designándola
en ese cargo. Pena ajena!
Volviendo a
lo nuestro, sigue actuando con inteligencia y coraje el Presidente Guaidó al reunirse con
toda la dirigencia sindical del país para escuchar sus demandas y ofrecer la
búsqueda
conjunta de posibles soluciones a los terribles males que destruyen las
condiciones de los
trabajadores –dependientes, y no dependientes- de Venezuela.Cada día se
suman más y más voluntades para allanar el camino hacia el reencuentro de todos los
compatriotas en democracia: cese de la usurpación; gobierno de transición, y
elecciones libres son
los puntos de nuestra agenda. Vamos muy bien!
Román Ibarra
@romanibarra
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