«Disponemos de nuestros propios códigos morales y sistemas de valores. Sin embargo, a veces llevamos a cabo toda una serie de “piruetas” mentales para integrar comportamientos totalmente opuestos a nuestros principios, hasta el punto de ver como “correcto” lo moralmente “inaceptable”.» Angel Bandura y La desconexión moral.
El sistema internacional está seriamente afectado por las consecuencias del Covit 19. Pensadores de todas las tendencias sostienen que el mundo cambiará y que nada será igual. Excelente discusión para la Academia, y El Mister todopoderoso nos obsequié lo mejor de los cambios por venir, empero permítaseme aterrizar en este bendito, pacífico y bello lugar de la tierra, hasta que hace 21 años la mayoría del país decidió elegir Presidente a un arriero con flauta de Hamelín.
Ahí empezó la peor epidemia que haya sufrido país alguno de la tierra desde que El Mister echó a Adán y Eva del Paraíso. El primer palo a la piñata fue lograr una fraudulenta sentencia del TSJ que permitiera la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente en contravención y violación de la normativa de la Constitución vigente que permitió la instauración de la Dictadura Constitucional chavista, la cual cooptó a los demás poderes públicos para perfeccionar el Golpe de Estado contra la democracia liberal y régimen de partidos.
Se derogó la Constitución del 61 y comenzó el largo camino de destrucción sistemática del país y sus instituciones. Posteriormente y con ahínco se inició la destrucción del Estado de Derecho, que tiene su guinda en un Tribunal Supremo de Justicia cuyas sentencias modifican la Constitución a la medida de las necesidades del hegemón. A ello es necesario añadir el pecado original, la destrucción del Poder Judicial que se inició con una razia masiva que llevó a cabo la recién creada Comisión de Emergencia Judicial, por la Asamblea Nacional Constituyente, fue la puntilla, toda vez que en 1999 había intervenido todos los Poderes Públicos.
El empeño destructor no fue solo institucional, el Proceso, como se denominó en sus orígenes, era una logia militar acompañada de civiles variopintos, que en 18 años acabó sistémica y sistemáticamente, con intervenciones, invasiones, y expropiaciones toda la actividad agropecuaria privada reduciéndola a menos del 20% de la existente en 1998, dando fin de paso la seguridad alimentaria.
Por 17 años, sin capacidad alguna de establecer una política agropecuaria, el chavismo creo un cerco de barreras arancelarias y paraaracenlarias, controles administrativos de todo género e inspecciones y alcábalas para impedir el comercio y el libre tránsito por el territorio nacional de las mercaderías y vehículos de transporte.
Estas medidas desbastadores afectaron igualmente a las industria del cluster, donde la multinacionales ha migrado y cerca del 80% de las nacionales han cerrado sus operaciones. Es de notar que toda la actividad sectorial está en manos y por ende son responsable de su fracaso los militares que han dirigido el proceso, que ya como Socialismo del Siglo XXI, mantiene completamente destruido al sector agrícola, y seriamente comprometido el abastecimiento nacional, el último índice de desabastecimiento publicado por el BCV en 2014 fue de 29.4%. Alimentos no hay y existen claros sesgos de especulación.
Por otra parte el sector industrial ha sufrido la política de acoso derribo propia de los facho-stalinismos. El industrialicidio acabó con más del 80% de las empresas y las sobrevivientes utilizan solo el 16% de su capacidad instalada por la represión económica. Fue el sector industrial más moderno de LATAM. Por su crasa ignorancia el chavismo desapareció al sector ensamblador automotor, y el golpe fue traumático para la industria farmacéutica, metalmecánica, alimenticia, y química.
La pseudopolítica industrial fue una desatada e intensiva persecución con objetivos estatistas y centralizadores de control, acompañados de las mismas medidas aplicadas al sector agropecuario: intervenciones, expropiaciones, ocupaciones, y fiscalizaciones. Compartiendo con el resto de la economía privada el cerco del control de precios e importaciones, que finalmente dinamitó el control de cambios, lo cual se tradujo en la carencia de insumos, materias primas, partes-piezas-respuestos, SKD yPKD, y bienes de capital indispensables en y para el proceso productivo.
Un desatino inconmensurable y dañoso a Venezuela fue sustraerla del ámbito de la integración y globalización, incrementado la pobreza y la pobreza crítica, al mismo tiempo que impulsaba la inflación, el desempleo y desabastecimiento.
Desde sus inicios el régimen se dedicó sistémicamente a controlar el Comercio Exterior. Primero con la prohibición del transbordo de carga en frontera, salida del G3 y Comunidad Andina, el ingresó a Mercosur, la Alba como instrumento político subregional y la fallida Unasur fueron hechos que marcaron la ideologización sectorial en clara violación de los Acuerdos suscritos por el país en el marco de la OMC y ALADI.
Vale la pena hacer notar que el diseño, conducción y ejecución de estas políticas nunca ha estado en manos de especialistas de la áreas referenciadas, sino de burócratas de la Nomenklatura y Militares pseudoidelogizados, lo cual es una característica común a todos los fracasos del régimen.
El chavismo desde sus inicios ha carecido de Política Comercial, Aduanera y Arancelaria, lo cual tiene como consecuencia agregada, la ausencia de políticas sectoriales. Estás fueron sustituidas por la antipolítica del control absoluto de todas las actividades económicas aplicadas al margen de la Ley y con absoluta discrecionalidad.
Estás consideraciones hacen inaceptables considerar siquiera que las extremas devaluaciones han conducido a la economía nacional por el camino de apertura comercial, que la audacia de algunos ‘influencers’ llego a calificar como la ‘chinalizacion’, vía Bodegones.
La Venezuela dolarizada no tiene hoy importaciones privadas, 5.216,6M€ en 2.019 son un cadaver económico al borde de la tumba, el Decreto de Exoneraciones vigente desde 2018 no ha tenido efecto alguno sobre las actividades productivas, ni incremento de las importaciones, y las pocas mercaderías extranjeras (principalmente confitería y productos de higiene personal) en el mercado son producto de una interpretación laxa de la Resolución sobre Courier, vigente desde 1997, con el aditamento de posible legitimación de capitales.
Si se adjunta a lo señalado las restricciones ocasionadas por la Pandemia al transporte internacional y la restricciones voluntarias de los países exportadores con el objeto de garantizar el abastecimiento de sus mercados internos, la condiciones nacionales se hacen más extremas por la incidencia -como señaláramos supra- de estás medidas en la producción interna agrícola e industrial, lo cual lleva necesariamente al desabastecimiento por falta recursos propios para las operaciónes productivas.
La repuesta de la Dictadura a los problemas señalados solo han agravado la crisis y más aún con la manipulación maligna de la pandemia. La repuesta a las crisis es sistemática, siempre la mentira-propaganda estructurada en base a la hegemonía mediática, a la ‘truthiness’ de Colbert: «Solo lo que yo digo es verdad, y nada de los que los demás digan podría ser verdad», y ello en plena armonía con la ‘posverdad’ que definió David Roberts como «una cultura política en la que la política (la opinión pública y la narrativa de los medios de comunicación) se han vuelto casi totalmente desconectados de la política pública (….)», con la tremenda desventaja que la oposición solo puede responder en las redes, limitando su acción difusora, contralora y pedagógica.
Como si lo anterior no fuese suficiente este además es un régimen en manos del Crimen Organizado, no es solamente un Estado Fallido, donde despliega una actividad permanente y protegida el narcotráfico y demás Tráficos Ilícitos. En este entorno miles de millones de US$ desaparecieron sin dejar obra hecha, por el contrario la infraestructura construida hasta 1998 por la Republica Civil está deshecha, en ruinas, inoperante, cerrada o en franco proceso de deterioro.
Autopistas, Carreteras, Vías de Penetración, Represas, Plantas Eléctricas, Agua, Gas y como colofón de la depredación un total desabastecimiento de gasolina.
Para salir del chavismo hay que empujarlo y duro, hasta con zancadillas. La responsabilidad de los políticos es la orientación y conducción del pueblo. Es necesario crear una Unidad de Propósitos y Acción. Es la única estrategia que permitirá salir del chavismo y derrotarlo en la calle. Lo único que no cabe en la Unidad es la Oposición Merceneraria. Solo la Transparencia alumbrará el camino. La Junta Patriótica fue resultado de la autocrítica y de la voluntad de vencer.
Freddy Rios Rios
friosrios@gmail.com
@doserre
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