La
tragedia de Guiria ha sido producto de un acto desesperado. Una tragedia que no
hubiera ocurrido si las condiciones de vida de quienes murieron en el intento
de alcanzar costas vecinas hubiesen estado aseguradas para un futuro promisor.
Los muertos de Guiria eran ciudadanos comunes y corriente que vieron en la
huida una esperanza de vida en mejores condiciones y no escatimaron gastos en
pagar un peñero para que los transportaran hacia lo que ingenuamente creían o
estaban convencidos que era una oportunidad de sobrevivir a la catástrofe
sociopolítica que está padeciendo, no solo Guiria, un pueblo de pescadore
pequeño sufriendo el embate de las circunstancia actuales, sino el resto del
país también.
La
tragedia de Güiria es el émulo del sufrimiento que han padecido los balseros
cubanos huyendo de la tiranía castro-comunista en las aguas plagadas de
tiburones del mar caribe que comprenden las 1400 millas náuticas entre las
costas de Cuba y las de Florida, en
Estados Unidos. La tragedia de Güiria tiene el mismo espíritu de lo
“marielitos”, de los cubanos que decidieron refugiarse en la embajada de Peru
en 1980 y que luego huyeron en la diáspora de Mariel, como los judios de Moises huyendo de la tirania y
la esclavitud que padecian por el yugo genocida de los Egipcios.
La
tragedia de Güiria es producto del hambre, el dolor, la miseria, la escasez de
recursos para sobrevivir que padece ahora, el otrora pueblo pescador próspero y
alegre, que se encuentra sin gasolina para sus peñeros, sin dinero para reparar
sus embarcaciones ni para comprar comida menos para comprar insumos para la
pesca y reparar sus rede o instrumentos de trabajo. Es producto de una
estrategia del fascismo comunista del PSUV para mantener el poder en manos de
una elite tarifada y traidora con aliados tiranos del gobierno de Cuba, los
cuales le asesoran con la praxis de una matriz de sometimiento con el terror y
la represión desmedida. Y, donde el mecanismo es solapado con convenios
cooperativos en que Venezuela pone sus riquezas y Cuba la maquinaria de terror.
O,
¿es acaso casualidad que la Viceministra de Gas, Yazmin Ramirez a quien Marta
Colomina llama: bolchevique tropical,
haya dicho: "si la gente tiene que cocinar a leña y en fogones que
se acostumbre" en función de
priorizar la exportación de gas a países como Cuba, Trinidad y Tobago,
para que los ayuden a defenderse del Grupo de Lima y donde termina afirmando
“esa es la orden presidencial, no habrá
gas para muchos estados hasta después de junio de este año” (2019). Y que,
Delcy Rodriguez haya visitado en varias Ocasiones la isla de Trinidad a hacer
convenios asimétricos en pos de lograr apoyos geopolíticos y estratégicos
¿quién puede dudar que haya insinuado restringir la entrada a migrantes que
huyen para pedir refugio y de lo cual ahora tenemos esta terrible consecuencia?
En
conclusión, la tragedia de Güiria es producto del intento frustrado de un grupo
de personas de obtener su libertad, es
producto del intento frustrado de un pueblo que no quiere seguir siendo esclavo
de un régimen genocida. Es producto de gente que deseaba, lo más sublime que el
creador ha prodigado al hombre, la libertad.
"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como la honra se puede y debe aventurar la vida". (Miguel de Cervantes, en Don Quijote de la Mancha)
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kaojoise@gmail.com
@Joisemorillo
Venezuela
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