La libertad de expresión es el más humano, intelectual
y público de todos los derechos del hombre, sin embargo es el más asediado por
la Ley en algunos países del mundo, entre otros el nuestro, como
recurrentemente viene ocurriendo y sin ir muy lejos hace apenas ses dias cuando
el diario Panorama de Maracaibo, una televisora digital y una emisora del
interior del país fueron víctimas del desfuero de este régimen presidido por
Nicolás Maduro.
La trascendencia de la Libertad de expresión, cuyas
normas se concretan en tratados, acuerdos, conferencias, congresos y otras,
señalan pautas con absoluta prescindencia de toda discriminación, al extremo de
que la Constitución de muchos países la contempla. La nuestra, llamada
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela refiere en su artículo
57: “Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus
ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de
expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y
difusión, sin que pueda establecerse censura. Quien haga uso de este derecho
asume plena responsabilidad por todo lo expresado”.
Pero en este texto existe una gran contradicción, si
de libertad de prensa hablamos, pues una coletilla final del mismo artículo
refiere textualmente: “Se prohíbe la censura a los funcionarios públicos o
funcionarias públicas para dar cuenta de los asuntos bajo su responsabilidad”.
Cosas de esta revolución socialista del siglo XXI, que contradicen el mismo
espíritu del referido artículo.
La libertad de prensa está garantizada en todas las
cartas constitucionales y también concebida en el artículo 19 de la Declaración
Universal de los Derechos del Hombre en las Naciones Unidas, el cual reza
textualmente: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de
expresión, lo que implica el derecho de no ser inquietado por sus opiniones,
así como el de buscar, recibir y difundir, sin consideración de fronteras, las
informaciones, las ideas de cualquier medio de expresión que sea”.
La declaración anteriormente referida hace ostensibles
dos elementos fundamentales de la libertad de pensamiento, que son: el derecho
de información, para y por la prensa y la autonomía de opinión, es decir, libre
valoración crítica, sujeta a responsabilidad por delito y derecho de réplica.
No debemos olvidar, que toda la historia del
periodismo del pasado y presente siglo se resume en una desgarradora y
dramática insurgencia contra la violencia opresiva, que va más allá de las
agresiones físicas a los periodistas, tal como ocurrió en días pasados con colegas
y reporteros gráficos vilmente agredidos por los robocots del FAES y de la
Policia Nacional Bolivariana y hace dos meses y 16 días la detención de Ronald
Carreño, sin duda alguna un preso político del régime, a quien se le acusa de
conspirar contra el régimen, posesión de armas y cuanto leguyelismo rojo rojito
se les ocurre, con tal de justificar su arbitraria y condenable detención.
Todos estos hechos ponen en tela de juicio el talante "democrático"
del que presume el gobierno socialista, marxista y mal llamado bolivariano
No debemos olvidar que el ejercicio periodístico tiene
un conocido fundamento constitucional que penetra en las demás formas de la
ciencia jurídica. Pero el ordenamiento que la regula tiene más bien carácter
penal, punitivo y poco se ocupa de garantizarla, protegerla y hacerla eficaz.
El derecho a la información implica libertad de acceso
a todas las fuentes de la noticia. El derecho a la información, presume
también, una fluidez de las relaciones humanas que haga posible una fiel y exacta
transmisión de las noticias.
La libertad de prensa no sólo es un derecho sino
también un poder del hombre. La censura del pensamiento es un artificio contra
la propia naturaleza humana. Luis Sanoja –eminente periodista y abogado,
fundador de nuestro primer periódico jurídico – decía que “no puede haber
gobierno popular sin libertad de prensa”.
Así pues jóvenes colegas demuestren la fecunda
enseñanza que recibieron en sus aulas y ahora como profesionales del periodismo
al servicio del colectivo, ávidos de un necesario espacio con verdadera
autonomía expresiva. No olviden que “el periódico es el único documento humano
capaz de recoger la memoria integral del hombre”.
careduagui@gmail.com
@_toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
Venezuela
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