De las tres capacidades mencionadas en el párrafo
anterior la más exigente es la aprobación del Pueblo. Por esta razón me voy a
apoyar y concentrar mayormente en ella. Si ésta se consigue, las otras
probablemente serán conjuntamente satisfechas. La aprobación del Pueblo puede
derivarse de las opiniones que ha expresado en el pasado, de manera libre; es
decir, no “movilizado” por alguna organización política. Las encuestas han sido
una forma de averiguar que opina sobre ciertos temas un determinado grupo de
personas, en un determinado momento o periodo. Para Venezuela existen
resultados de múltiples encuestas sobre temas políticos a nivel nacional. A los
efectos del tema bajo consideración y, por razones de brevedad, voy a referirme
a los resultados de una de ellas, que fue realizada por la empresa Datanálisis,
publicada en abril de 2019 y su resumen anexado en la figura adjunta.
En relación al orden en que deberían realizarse las
elecciones, es conveniente que comience por el presidente de la República,
quién es Jefe del Estado y es quién puede negociar los empréstitos
indispensables para la recuperación económica. En segundo lugar, es necesario
que tenga lugar la elección de los miembros de la Asamblea Nacional, ya que
dicha asamblea debe aprobar los contratos de interés público. En tercer lugar,
le corresponde la determinación de los miembros del resto de los poderes, según
los procedimientos establecidos (TSJ, CNE etcétera).
Para la elección presidencial y tomando en cuenta los
resultados de la encuesta mencionada, el Pueblo mayoritariamente no apoya, ni
se siente representado, por ningún partido político. Sobre esa base, preferiría
que los precandidatos a ser Presidente —quizás unos cuatro— no hayan sido miembros
de los nueve partidos que han dominado el panorama político del país en los
últimos quince años. Las personas que se sientan con los deseos y la calidad
presidenciable, pudieran probar su aceptación popular recabando firmas o
señales de apoyo de por o menos 10.000 personas; éstos serían los precandidatos
(as).
Si en total
hubiese 20 precandidatos, los 4 con mayor apoyo resultarían ser los candidatos.
Los candidatos prepararían un par de páginas de presentación que incluyan sus
principales logros e ideas, harían dos o tres presentaciones públicas, donde
contestarían preguntas de los otros tres, lo que ayudaría a los ciudadanos (as)
en la determinación de sus preferencias. En las elecciones, los que alcancen el
primer y segundo lugar serán declarados, respectivamente, Presidente y
Vicepresidente. Este tipo de arreglo tiene la intención de evitar que, en esta
ocasión, el Presidente no haya sido miembro de partido alguno porque, al
pertenecer a un partido, podría llegar dispuesto a seleccionar los ministros,
no entre los más preparados del país, sino entre sus compañeros de partido.
Las elecciones no podrán ser organizadas por el
Consejo Nacional Electoral actual debido a que su actuación podría despertar
desconfianza en el electorado, por haber sido elegido éste durante el Gobierno
No Constitucional. El Presidente y el Vicepresidente, determinados por el
Pueblo, deben pedir ayuda internacional (OEA, Naciones Unidas, otros países
etcétera) para que las elecciones cumplan con todas las características que las
hagan libres, transparentes y observables por los países, organizaciones y
personas que así lo deseen. En estas elecciones podrán votar todos los que
tengan Cédula de Identidad de venezolano (a), o Pasaporte o Partida de
Nacimiento. Se utilizarán los métodos que permitan la votación en presencia o a
distancia, para que todos los venezolanos de dieciocho o más años puedan
expresar sus preferencias.
Las elecciones de los miembros de la Asamblea Nacional
presentan una situación más difícil de resolver, en términos de ser capaz de
mantener la aprobación de los ciudadanos del estado que los han elegido. En
este caso, los asambleístas o diputados no tienen la potestad de nombrar a
personas para cargos y sería injusto no incluir miembros de partidos políticos.
Sin embargo, para esta situación he visualizado un sistema un poco más complejo
que lo usual, que envuelve votos positivos y votos negativos. Los precandidatos
a asambleístas deben probar su aceptación popular con 2.000 firmas o apoyos,
para ser considerados. Una condición adicional propuesta es que cada ciudadano
solo puede dar apoyo a un precandidato. Otra condición adicional es que cada
ciudadano tiene derecho a dos votos; un voto positivo para su candidato de
preferencia (entre los 20 precandidatos, si fuere el caso) y un voto negativo
para el candidato que considere el menos deseable. El total final de votos para
cada precandidato es la suma de votos positivos menos los votos negativos. Los
votos totales determinan quiénes son los diputados ganadores. Esta variante se
introduce para facilitar que el Pueblo propicie la derrota de aquellos que
tienen un historial de mal comportamiento.
Las elecciones de gobernadores y alcaldes pudiesen
llevarse a cabo al mismo tiempo que las de los asambleístas y seguir este mismo
método; ajustando el número de firmas o apoyos populares requeridos para ser
precandidato (a) y permitiendo la participación de gobernadores y alcaldes en
funciones.
Conclusión
Están dadas las condiciones para que el Pueblo y el
presente Gobierno allanen el camino de retorno al orden Constitucional que se
había perdido y hagan posible organizar elecciones libres para la designación
de nuevas autoridades. Las dos partes, con sinergia, pueden contribuir a un fin
superior que favorezca a ambos.
Referencia
Covey, S.R., 2011, The 3rd
Alternative: Solving life’s most difficult problems: New York, Free Press, 513
p.
38jcaj@gmail.com
@JeanPasquali1
Venezuela
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