Con el resultado de las elecciones del 21 N, se han caído varios mitos y leyendas urbanas, y se ha puesto de manifiesto –una vez más- la estupidez que algunos no quieren abandonar.
El primero de los mitos que se ha caído estruendosamente, es aquel, según el cual, ¨si votas, no eliges¨; ¨con ese CNE yo no voto¨; ¨la dictadura regalará las gobernaciones y Alcaldías que le convenga¨, entre otras tonterías que se inventaron los abstencionistas para justificar su incapacidad de organizarse para participar.
A quien se le ocurre pensar que el gobierno iba a regalar la gobernación del Zulia; Nueva Esparta, y Cojedes y ¨permitir¨ que la oposición en sus distintas expresiones, pasara de 27 a 123 Alcaldías. Solo la mente febril de unos enajenados, o muy interesados en mantener este estado de cosas. Son triunfos genuinos a punta de votos de la gente real para sacudirse el atropello de los candidatos del gobierno. Son los verdaderos líderes de sus regiones y localidades.
También son líderes genuinos y muy queridos los ex gobernadores Laidy Gómez del Táchira, y Henri Falcón de Lara, pero abominablemente atropellados por los jefes del odio concentrados en el G4 (AD-Ramos Allup; PJ-Borges-Guanipa-Capriles; VP-Leopoldo-Guaidó, y UNT-Rosales). Tenían todo para ganar, pero la inconmensurable estupidez de sus ahora enemigos, prefirió entregar esas plazas a Maduro.
Es una vergüenza preferir que el Táchira sea gobernado por un sujeto como Freddy Bernal, en lugar de una luchadora democrática como la señora Gómez.
Lo mismo puede decirse de la división que promovieron en Lara, no para que ganara su enviado, sino para que perdiera Henri Falcón. Se repite la historia de 2018, cuando prefirieron abstenerse y dejar que ganara Maduro, en lugar de apoyar a Henri Falcón en vista de que ellos en sus contradicciones, fueron incapaces de encontrar un candidato para enfrentar al gobierno.
Otro de los mitos que se cae es el de que los partidos (todos divididos) del G4, que se apropiaron de la tarjeta de la MUD, son la mayoría de la oposición, para que no sigan con el disparate de autodenominarse ¨la mayoría opositora¨. El resultado demuestra que ahora hay tres sectores muy parecidos en cuanto a representatividad electoral: G4; Alianza Democrática, y Fuerza Vecinal.
De no haber sido por la prepotencia de los partidos del G4, podíamos haber ganado entre 14, y 18 gobernaciones, así como entre 200, y 250 Alcaldías, para desarrollar el músculo social y político que nos haga competitivos frente al gobierno siempre en el campo electoral. Hoy solo hay una nueva oportunidad perdida y otra frustración.
Ahora toca enfrentar la realidad y volver a las negociaciones en México, o dondequiera se puedan realizar, esta vez, con la presencia de los otros factores representativos de la oposición, y presionar para negociar, por un lado el levantamiento de las sanciones internacionales contra el gobierno, a cambio de un eventual adelanto de elecciones parlamentarias, para alcanzar una nueva AN, dentro de la cual, se pueda adelantar una reforma constitucional (negociada) que acabe con la existencia de la asamblea nacional constituyente; el Revocatorio, y nos permita avanzar en otras reformas positivas como la eliminación absoluta de la reelección presidencial, y la incorporación de la segunda vuelta para la presidencia de la República, para ganar en gobernabilidad; promoviendo más y mejor control parlamentario, y reduciendo el presidencialismo y su poder casi infinito.
Esos son los pasos que debemos dar como sociedad si queremos enderezar el camino destructivo que nos han ofrecido en estos lamentables y oscuros 22 años de socialismo del siglo XXI.
La ciudadanía sigue esperando atención, orientación, y buenos gobiernos que resuelvan el grave problema de los servicios públicos, y la calidad de vida.
El país tiene los recursos, pero faltan buenos gobiernos. Sindéresis!
Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela
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