lunes, 30 de noviembre de 2015

JOSÉ TORO HARDY, 12 REFLEXIONES PARA DESPUÉS DEL 6D

En una semana tendrán lugar las elecciones. Los dados ya han sido lanzados y aunque el ex presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz - Oscar Arias - ha dicho que están cargados, mi impresión es que llegamos a un punto donde ya no hay trampa que valga. 

Al no admitir  observadores,  lo que lograron fue despertar suspicacias en el mundo entero, que además ve con preocupación el ventajismo y el cariz violento de los acontecimientos. Un fraude desencadenaría una reacción sin precedentes nacional e internacionalmente. A mazazos no se puede torcer el rumbo de la historia. Latinoamérica entera está buscando nuevos rumbos.

Vientos de cambio barren a Latinoamérica entera. El populismo está cayendo abatido por el desplome en el precio de las materias primas. Eso lo proclaman la desesperada situación de Dilma en Brasil y el triunfo de Macri en Argentina.   Esos vientos llegaron a las costas  de Venezuela.

Presento a continuación sugerencias en el ámbito económico, algunas de aplicación paulatina -no importa quién gane-,  pero que sólo funcionarían de la mano con un genuino acento social:

1.- Devolverle la autonomía al BCV. Un Banco Central sin autonomía pierde su función primordial que es defender el valor de la moneda. Arrodillados ante un gobierno, los bancos centrales se transforman en imprentas de billetes sin respaldo para financiar el déficit fiscal, la masa monetaria crece vertiginosamente y estalla la inflación. Hoy tenemos la inflación más alta del mundo.

2.- Controlar el déficit fiscal.  Frente a la grave limitación de recursos, habrá que concentrar la mayor acción del Estado en sus funciones prioritarias: la educación, la salud, la justicia, la seguridad y la defensa. Un déficit fiscal del orden del 20% del PIB no deja alternativas. Hay que impedir el colapso de esas funciones.

3.- Estimular a quienes producen. La inflación tiene cinco soluciones aparentemente sencillas. Las dos primeras ya las comenté. La tercera consiste en estimular las inversiones y la producción sin descuidar lo social. Cuando la cantidad de bienes que se ofrecen iguala a la cantidad de los que se demandan, desaparecen el acaparamiento, la especulación y el mercado negro. Se frena la escalada de los precios.

4.- Eliminar los controles de precios. El aumento  de la oferta que se generaría  forzaría una caída en los precios. Los controles, por el contrario, frenan la inversión, producen escasez, aumentos de precios y  fomentan el  mercado negro.

5.- Flexibilizar  el mercado laboral, capacitar a los trabajadores y mejorar su remuneración vinculándola a mejoras en la productividad. El impacto de una inamovilidad decretada  es que se pierde la mística del trabajo y los niveles de productividad se desmoronan. Los aumentos de productividad constituyen la cuarta gran palanca para combatir la inflación.  

6.-  Abrir la economía. Es fundamental aprender a ser competitivos. La competitividad es la quinta gran palanca contra la inflación. Una economía competitiva es una economía eficiente que beneficia a todos.

7.- Resolver el tema cambiario. No existe ni un ejemplo en todo el mundo donde un sistema de cambios diferenciales haya funcionado. Sirven, sí, para estimular la corrupción. Personas inescrupulosas obtienen dólares al tipo de cambio más bajo para revenderlos al más alto. ¿Cuál es la solución? Idealmente sería la eliminación del control de cambios.

8.- Respetar la propiedad privada. Mientras el temor a las expropiaciones esté presente, serán pocos los que se atrevan a invertir. Debe también respetarse la separación y el equilibrio entre los poderes públicos. Una pulcra e imparcial administración de la justicia es esencial.

9.- Devolverle la confianza al país. Cuando hay confianza hay inversión. Con ello crece el empleo lo que estimula el consumo e induce a alguien más a invertir para satisfacer esa demanda adicional. Por esta vía la economía se encamina hacia un círculo virtuoso de crecimiento que a todos favorece.

10.- Reactivar la industria petrolera. PDVSA ha sido severamente dañada. Hay que ver esta situación como una oportunidad para promover una economía más equilibrada que no sea tan dependiente de un solo sector. La elevada dependencia del petróleo en manos de un gobierno dogmático nos hizo vulnerables y sembró distorsiones que afectaron el crecimiento de los demás sectores. Hay que insistir en el desarrollo aguas abajo de los hidrocarburos. Es un campo fértil para la inversión privada, con un elevado efecto multiplicador y ventajas competitivas.

11.- Sincerar el precio de la gasolina y de los servicios  públicos.

12.- Venezuela está urgida de transformarse en un país normal. En los países normales el Estado es mantenido por los ciudadanos y no los ciudadanos por el Estado.

Jose Toro Hardy
petoha@gmail.com
@josetorohardy

Miranda - Venezuela

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