El régimen adolece de incapacidad moral, entendiendo
esta como sinónimo de barbarie, es la
tendencia al exterminio, la manipulación de las masas, la aprehensión del
terror, la lujuria sangrienta, la manipulación mediática plagada de mentiras y
engaños reiterados sobre la realidad del país, ocultamiento de la delincuencia
elitista del oficialismo y su respectiva impunidad. La “ética” política del
oficialismo es la “ética de resultado”
la cual sólo atiende al aferramiento del poder por cualquier medio, todo
es válido y, un gobierno basado en el
vandalismo político es: moralmente incapaz, en consecuencia degrada las masas
hasta envilecerlas, degradación que hoy es endémica y posiblemente
irreversible.
El régimen está plagado de vicios para los cuales se
exige el ocultamiento bajo la orden de
la obediencia ciega, como en caso de “granadas en piñata” y “explosivos en
sillas de bebe”, “armas de guerra en presidios usadas como fuegos artificiales”
bajo la mirada complaciente del “gorilismo bolivariano”, la complicidad solidaria
propia de un neofascismo manifiesto en el régimen mediante el cinismo como
método de acción política, el populismo descarado y la abolición del estado de
derecho y a esto se le agrega el reciente caso “CVAL”.
Hay que recordar que tanto el fascismo como el nazismo se
distinguían por utilizar frases, slogans, mitos, símbolos, mártires,
vestimentas uniformes, grandes infografías sobre personajes siniestros
expuestos en forma mítica, con un falso interés por la patria.
El régimen y las instituciones bajo su dominio servil,
han perdido la autoridad moral y con ello la credibilidad. Con la pérdida de la
autoridad moral han desaparecido los “Principios Fundamentales” de la CRBV
(Arts. 1,2,3), en consecuencia, es imperiosamente necesario, construir una nueva
moral pública mediante un gobierno moralmente capaz, es la única salida posible
para frenar la espiral del descontento, la desconfianza, la incertidumbre y el
escepticismo social.
Ante la gravedad
de la realidad nacional, el régimen no da respuestas que se correspondan con el
reclamo social y su hartazgo de tanto abuso, violencia, impunidad y solidaridad
cómplice con la delincuencia en todos sus niveles, incluyendo el contubernio
del oficialismo con los “pranes” (conejos y conejas) y la obediencia indebida
de las charreteras del “gorilismo nacional bolivariano”, que ni forja
libertades, ni se le divisa el “honor”.
El régimen está catalogado con un “Régimen Forajido”,
fracasado en su gestión fundamental, vulnerador de los DDHH, con reglas propias
de una comunidad de bandidos, con la única finalidad de preservar el poder y la
rapiña sobre el erario público, en definitiva, el régimen sí adolece de
incapacidad moral para regir los destinos del país, si en Miraflores hubiera
estructura moral se presentaría la renuncia de inmediato, la cual reclama a
gritos la mayoría. El país exige una “Salida de Emergencia”.
Fernando Facchin
Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin
Carabobo - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario