Al recorrer el
país he tenido la oportunidad de
conversar con excelentes amigos del sector agroproductivo nacional quienes me
han expresado de manera muy contundente que dicho sector no está en capacidad
para revertir el desabastecimiento a corto y mediano plazo, debido a que el
aparato productivo está enclenque, por no decir destruido. La falta de insumos,
las invasiones, la inseguridad, la escasez de repuestos para maquinarias, la
vialidad y la política de importaciones, son una verdadera calamidad.
Al observar esta
realidad nos preguntamos: ¿Dónde quedó la llamada “seguridad alimentaria” que
tanto gritó el gobierno en el discurso “revolucionario” con su Castro-comunismo
incorporado? Las empresas están afectadas por la carencia de divisas y materias
primas en general. Ahora, luego de un largo período de presión y arrase de la
tierra productiva, de las áreas de la agricultura, la ganadería, la industria,
marcada por las expropiaciones y cierre de miles de empresas, Maduro trata de
reactivar el aparato productivo a punta de discursos y conucos. Cuando es
necesario que el ejecutivo se ponga al frente del rescate de la producción
nacional y transmita un mensaje que genere confianza y que vaya directo a un
programa de sustitución de importaciones, pero esto lo hará otro porque Maduro
de eso no sabe y el tiempo se le acabó.
No entiende que el
modelo se agotó y los paños calientes ya no dan más. Este gobierno con Maduro a
la cabeza, no podrá cambiar los resultados haciendo más de lo mismo en 17 años
de mentira. El Estado no puede seguir siendo el amo de todo. Dueño del área de
los lácteos y no se consigue leche; Dueño de las torrefactoras de café, insumo
que antes exportábamos y hoy importamos. Dueño de la producción de arroz,
maneja más del 60% de la capacidad instalada de trillado de arroz, casi
desaparecido de los mercados. En pesca y acuicultura, el Estado es dueño de 70%
de la capacidad de procesamiento y envasado de atún y sardinas, casi
desaparecidas y si se encuentran está carísimo. También de la producción de maíz blanco, del azúcar, etc., etc., etc., y para colmo de
males expropia Agroisleña, una empresa dedicada al financiamiento de los
productores agrícolas, la comercialización de los productos y la venta de
insumos para el agro. El gobierno tomó el control a través de un parapeto
llamado AgroVenezuela y acabó con los que saben producir. Y al final de la
jornada se presenta con un trasnochado “decreto de emergencia” que la Asamblea
Nacional rechazó porque considerar que su aprobación nos llevaría a un verdadero
tormento nacional.
Jesús Alberto Barrios
R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Carabobo - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario