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Por Así fue la frase
célebre dicha por R. Betancourt después de una derrota electoral de manos de
Copey, y ahora nos preguntamos ¿será posible que los adecos vuelvan al poder
después de la segunda y amarga
presidencia de CAP en 1988? Han pasado muchas aguas por los ríos y muchas lunas
por el cielo para que se haga realidad
esta frase futurista, pero los tiempos son y serán testigos de que la tierra
gira en torno a asimismo y llega un punto en que coincide con el pasado.
Ramos
Allup, un líder de la segunda camada adeca, parece que se ha propuesto lograrlo
por su experiencia política, dedicación
partidista y parlamentaria ahora al frente de una nueva Asamblea Nacional multicolor, con mayoría calificada
de la MUD, coalición de partidos democráticos, y con minoría oficialista que ha encontrado un
hombre decidido a devolverle el color prístino blanco de la organización
política formada por ese valiente liderazgo betancuriano, forjador, aunque
muchos no lo crean ni están convencidos, de
una auténtica democracia venezolana del siglo pasado, cuando luchó con
todas sus fuerzas para lograr revertir las dictaduras de J.V. Gómez y Pérez Jiménez,
para el advenimiento de la etapa época
más próspera en toda la historia de la
nación venezolana.
Fue imperfecta
porque la experiencia democrática en nuestro país ha sido muy corta desde su separación de la
Gran Colombia en 1830, con muy breves períodos de institucionalidad
democrática comprometida que sumados a
la etapa posperejimenista , 1958-1998,
apenas alcanza cinco décadas de convivencia democrática y ahora durante esta pesadilla de una
nefasta dictadura castro-comunista de 17 años,
nos damos cuenta que la llamada
LV República fue una experiencia que
pudo ser perfeccionada con la corrección de sus errores, al ver que hoy vivimos este trance diabólico de un
fascismo-comunista desatado por los demonios de los Castro, Chávez y Maduro. Pero se abren de
nuevo las compuertas de que pueda sobrevenir una nuevo orden institucional,
democrático y participativo de todos estas mujeres y hombres integrantes de la
MUD y de otras organizaciones democráticas, con el apoyo mayoritario del pueblo,
para sacarnos del pantano en que nos metimos por falta de experiencia y
nos condujeron los facinerosos que
desconocen el pudor, la vergüenza, el respeto, y la sensatez de nuestra
legislación constitucional y legal. Muchos no
recuerdan el golpe cívico-militar
del 18 de octubre de 1945 en que
Betancourt y algunos
militares desplazaron de la presidencia al Gral. Medina
Angarita, pero deben recordar que en
menos de tres años llamó a todos los venezolanos a participar en la contienda
electoral de todo el espectro
político-ideológico, y no se se dejó
empalagar de la dulzura y parabienes del
poder, 1945-1948, dando paso a R. Gallegos, en elecciones libres y
democráticas, cuyo régimen fue muy efímero. Como tampoco se pueden olvidar que
fue la primera vez que se le abrieron las compuertas a la gente más humilde,
hombres y mujeres, para que participaran en la vida social, política, cultural
y educativa.
El segundo mandato
betancuriano, 1959-64, constituyó una proeza haberse mantenido con el acoso
castro-comunista cubano, internacional y nacional del cual salió
victorioso instaurándose la institucionalidad democrática
–constitucional, hasta 1998, hasta el día de hoy, cuando hemos probado las hieles de la amargura y de
la frustración de los desalmados acólitos del comunismo caribeño. Sin dudas
Betancourt constituye el verdadero símbolo de la Venezuela incipientemente
democrática para una época en que todavía no se habían consolidado en el mundo
el estado de derecho y de libertades públicas, a causa de las doctrinas
totalitarias del fascismo, nazismo y
otras atrocidades cometidas por el
comunismo soviético que logró sobrevivir
hasta 1989.
Hoy celebramos el WE
WIIL COME BACK con espirito democrático y participativo de la mayoría de los
venezolanos que desean construir una nación sin distingos políticos,
ideológicos, racismo, ni exclusión dentro del imperio de la ley, a partir del
triunfo electoral del 6D, para restaurar el estado de derecho, las libertades
públicas y la legalidad institucional plasmados en nuestra carta fundamental de
1999, evitando caer nuevamente en los mensajes mesiánicos castrenses,
popular y en el engaño de falsas
promesas, tarea muy compleja y difícil
ante los desafíos que representa la hegemonía castro-chavista
arraigada en los poderes públicos y que lucha denodadamente por
conservar su hegemonía totalitaria en nuestra nación. La lucha antagónica entre
dictadura fascista-comunista y libertad
no será nada fácil y ya la advertimos en los sucesos que de
pronóstico reservado que estremecen los cimientos de nuestra República.
Jesús Rafael González
Briceño
jesusrafael768@gmail.com
@jesusgonzalezbr
Miranda - Venezuela
Interesante este recorrido por nuestra historia pequeña ,desde Betancourt. Gracias por su contenido y su precisión en los datos.
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