COLOMBIA EN CAPSULAS
Otro escándalo protagonizado por la transnacional brasilera Odebrecht y
sus operaciones de compra de funcionarios ensucia la política colombiana. El
Fiscal, Néstor Humberto Martínez, declaró hace unos días que la institución que
él dirige tiene “nuevas evidencias que acreditan diversas modalidades de
asunción de gastos por parte de Odebrecht en beneficio de las campañas
presidenciales del 2014”. El funcionario
hizo esto del conocimiento público basado en “inspecciones judiciales,
testimonios y pruebas documentales” que así lo demuestran. El Departamento de
Operaciones Estructuradas de Odebrecht habría sido la dependencia de Odebrecht
encargada del manejo de los sobornos.
Esta afirmación de la Fiscalía tiene gran importancia en el momento
actual del país colombiano, está ocupando muchos titulares en los medios de
comunicación y terminará por ponerle piedras en el camino electoral colombiano
por la presidencia, lo que tendrá lugar en un año.
De presentarse las pruebas ello salpicaría la pasada campaña por la
reelección del presidente Juan Manuel Santos así como a la del representante
del Centro Democrático, Oscar Iván Zuluaga.
La primera seria consecuencia podría desatarse la semana que viene y
tiene que ver con el fin de la vinculación del Partido Conservador con el
santismo. En efecto, desde la directiva del partido, no solo se han pedido
sanciones severas para quienes traicionaron la confianza de los colombianos.
Existe una propuesta que se debate en pasillos acerca de la conveniencia de dar
un paso atrás y retirar el apoyo que estos han otorgado al gobierno de Juan
Manuel Santos , un apoyo que –valga aclararlo- no ha sido reciprocado como
habría correspondido por el partido del
presidente. Si las versiones sobre el soborno de Odebrecht fueran ciertas, ello
podría haber sido un elemento clave para que la entonces candidata presidencial
de los “azules” – Marta Lucía Ramirez- tan solo pudiera alcanzar un tercer
puesto en la contienda preelectoral de las elecciones de 2014 provocando un
desbalance pernicioso en su desfavor.
La segunda consecuencia es que a mediados de la semana que culmina Oscar
Ivan Zuloaga anuncio su decisión de aplazar momentáneamente su candidatura
presidencial de lo cual habría informado al líder Álvaro Uribe después de asegurar que su
campaña había sido un proceso honorable.
Hasta el presente, los montos que, de acuerdo al fiscal Martínez,
habrían beneficiado a la campaña de Óscar Iván Zuluaga son de 1.6 millones de
dólares y la del actual presidente de Colombia 1 millón de dólares.
Asi las cosas de este episodio cuyo final no está a la vuelta de la
esquina saldrán muy escaldados, probablemente dos de los principales partidos
políticos colombianos, pero mas que eso, lo que se va a poner en breve sobre el
tapete es la legitimidad del proceso electoral en el que todos participaron, si
se llegara demostrar que la contienda no fue limpia.
Marta Lucia ha abrazado desde largo tiempo atrás la bandera de la
batalla contra la corrupción y en esta ocasión parece difícil que la dirigente
no utilice esta arma en favor de una futura candidatura propia. Recordemos que
fue ella quien adelantó desde 2004 la iniciativa de una Ley para atender
seriamente estos temas y propuso desplegar una ofensiva sin cuartel contra los
deshonestos. Es de esperarse que su tolda sabrá abanderar sus principios en
este momento tan crucial de la política neogranadina-.
Pareciera, pues, que esta es una buena hora para el partido Conservador
de cara a la justa electoral que brilla en el panorama, en la cual el país
colombiano pudiera ajustarle las cuentas a la dirigencia política de los dos
lados: el de Álvaro Uribe y el de Juan Manuel Santos.
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Internacionalista
El Nacional
Miranda - Venezuela
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