viernes, 10 de marzo de 2017

EUGENIO MONTORO, GOYA, DISPARATES Y NIEVE

ESTE DISPARATE DE GOBIERNO

         Poco antes de que Francisco de Goya iniciara sus célebres pinturas negras en las paredes de su casa, realizó una serie de grabados representando absurdas escenas con grotescos personajes. A esta serie de dibujos se la conocería luego como “los disparates”.

           Se piensa que fueron unos 25 grabados, aunque solo se han encontrado 22 y muchos expertos coinciden en que son críticas soterradas a las autoridades de su época. En cualquier caso, ya muestran a un Goya con especial olfato y anticipación sobre el futuro de la pintura que marcaría rumbo a otro gigante del arte como lo fue Pablo Picasso.

         Uno de los “disparates” muestra a una figura horrible siamesa de hombre y mujer, a guisa de matrimonio, que reclama algo a un monstruoso monje. Otra muestra a una mujer mordida y raptada por un gran caballo, mientras que una rata gigante, al fondo, se come a otra mujer.

         Uno de esos grabados representa al carnaval y posiblemente por eso y por cuanto este año el nuestro ha sido condimentado con la comidilla del esquiador venezolano que puso la cómica a nivel mundial, vino a sociedad los mencionados disparates de Don Francisco con el disparate de nuestro pobre Adrián Solano cuando tuvo la suerte de conocer la nieve.

         Lo primero es agradecer a Adrián por su impecable actuación a favor de la oposición. Ha mostrado al mundo que las cosas no andan bien en Venezuela y ni un infiltrado opositor lo habría hecho mejor.

         También un reconocimiento por haber mostrado con este triste y risueño caso la manera de actuar del gobierno rojo en donde la lealtad o la cercanía afectiva están por encima del mérito y el talento. Su calvario es, en esencia, el mismo que cobra vida al nombrar al Moreno Mikel como chivo del TSJ, al Tareck como Vice o a un intemperante lanza micrófonos como Ministro de Educación Superior.

         Pero no se trata de errores cometidos por ineptos, ojalá y lo fuese, se trata de la creencia marxista y comunista sobre la igualdad, como para declarar que el neurocirujano del hospital debería ganar lo mismo que el portero pues los dos trabajan con igual dedicación. Chávez vociferó hasta el cansancio que el sistema de meritocracia debía eliminarse pues era una aberración capitalista de competencia.

         Toda la alta dirigencia del gobierno actual está podrida en la creencia de que cualquiera con saberse el himno de la federación ya puede gerenciar una empresa o ser ministro. Al pobre Adrián lo metieron en YouTube, pero peores peladas de bola las cumplen hoy los ocupantes de altos cargos fuera de cámara. Y cuando no hay más remedio que enfrentarlas siempre se encontrará un espacio para relacionar algún grotesco patinazo con las trampas del imperio o de la oposición.

         Y así, el País se deshace en manos de fanáticos atolondrados que juran poseer la verdad del hombre nuevo.

         Que falta nos hace Goya para pintar este disparate de gobierno. Que falta nos hace salir de esta locura.

Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67
Zulia - Venezuela

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