“Lo peor no es cometer errores, ni tampoco combatirlos, sino ocultarlos”
Bertold Brecht
Para luchar en favor del rescate de Venezuela, debemos sacar lecciones
de los errores pasados para evitarlos en el futuro, es necesario aceptar y
poner al descubierto, con sinceridad, todos los errores cometidos a lo largo de
la historia reciente, hacer análisis y autocrítica en forma sincera de lo malo
que se ha hecho y se sigue haciendo, para que en lo adelante actuemos más
cuidadosamente, un “acto de contrición” se requiere ya, un esfuerzo serio para
la motivación política de la sociedad.
Los políticos al denunciar y criticar los errores, deben hacerlo como lo
hacen los médicos, para salvar al paciente y evitar su muerte, el paciente es
Venezuela, quien oculte sus errores y se empecine en seguir cometiéndolos,
dejándose llevar por un impulso personalista, obstaculizan la posibilidad de
éxito.
Con relación a la crítica que debemos hacernos ante la situación que
enfrentamos no podemos dirigir nuestra atención a las mezquindades, sin
comprender que la tarea principal de la crítica es indicar y reconocer pública
y objetivamente los errores políticos cometidos, apartando el subjetivismo,
todo ello banaliza la autocrítica la cual es un arma para fortalecer la unidad
de la sociedad y así aumentar su potencial de combate creando confianza en el
activismo social, cuando la actuación de algunos políticos, se enrumba por la
descalificación y la crítica subjetiva le hacen un débil favor a quienes somos
la mayoría y creemos que aún por la vía democrática del voto podemos intentar
salvar al país, debemos desprendernos de las mezquindades e intereses
personalistas y estar dispuestos a aceptar la crítica constructiva,
desprendernos de las ideas nocivas y de los puntos de vista y métodos
contrarios a la realidad nacional que no se correspondan con la necesaria e
importantísima unidad. Me pregunto: ¿Habrá interés personal alguno que no
podamos sacrificar o error que no podamos superar en aras del bien colectivo?
Es necesario que el “acto de contrición” se realice ahora, el examen de
conciencia debe hacerse a tiempo; hay que perder la mala costumbre de criticar
y reconocer los errores sólo después de consumados los hechos, como ha sucedido
en la MUD, ya debiéramos estar suficientemente aleccionados por los reveses
sufridos, comprendo que es difícil no errar, pero es necesario tratar de
cometer menos errores y si se cometiera alguno reconocerlo y corregirlo de
inmediato.
Hoy tenemos un problema de urgente solución para lograr la confianza
casi perdida en los partidos, falta una Visión de País, que se enfrente al
pernicioso oficialismo, una Visión que se enfoque desde el punto de vista de la
cosmovisión o intuición de las realidades socioculturales y políticas que se
nos presentan actualmente, en especial, ante la ausencia de un liderazgo
cierto, lo que ha permitido un vergonzoso culto a la personalidad y las
reiteradas violaciones a la legalidad, arbitrariedades, represión y rapiña, como podemos notar los
desafíos son de gran magnitud y por ello no basta que un grupo se una, mientras
otro disocia, requerimos una unidad sincera sin pérdida de identidad,
reconozcamos que hay errores políticos que no se entienden, son tan obvios, que
resulta incomprensible que políticos avezados no los hayan evitado,
lamentablemente los políticos de oficio son incomprensibles, generalmente toman
decisiones contrarias a la lógica y la razón y esto no es una novedad en
Venezuela.
Los venezolanos demócratas tenemos la obligación de luchar por una vida
mejor, con equidad, justicia e igualdad, en donde las verdades éticas esenciales
e innegociables del ser humano conformen el núcleo que indique el camino a
seguir para que el bienestar general sea una realidad y no un espejismo que
aparece difuso y difícil de alcanzar. Espero que alguna vez superemos la
perniciosa demagogia y el populismo que nos lleva a creer que ser pobre da
carta blanca para vivir mejor. Sinceremos la política, basta de ocultar los
errores.
Fernando Facchin Barreto
ffacchinb@gmail.com
@fernandofacchin
Carabobo - Venezuela
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