Solamente una constituyente originaria, nos puede
conducir a buscar una salida, para reconstruir con dignidad el país, donde no
intervenga el gansterismo político de la llamada derecha y de la llamada
izquierda.
En estos tiempos de hermosas tempestades, donde
nuestro pueblo toma nuevamente las calles, AL IGUAL COMO LO HICIERA ESE 23 DE
ENERO DE 1958 y en esta oportunidad sin la dirección política del gansterismo
organizado en partidos políticos – por lo menos aparentemente- se comienza
hablar de transición, frente a un gobierno que al igual que los anteriores,
saquearon la república, asesinaron y masacraron un pueblo en nombre de la
democracia, la justicia y la libertad.
Se busca la salida de Maduro, casi “parecido” a lo que
sucediera con Carlos Andrés Pérez, para ese entonces también se habló de
transición, cuyo resultado fue el cambio de unos políticos, por otros políticos
o de unos ladrones por otros ladrones para mantener la lógica de la dominación,
de un sistema que sólo le ha servido al gran capital foráneo y a la clase
política más corrompida de toda América Latina. Para ese entonces: ¿Quién pago
los muertos?
El gobierno clama por la intervención de Rusia y China
y la llamada oposición por la de Estados Unidos, lo que demuestra de qué lado
se encuentran los intereses de unos y otros, ellos son los verdaderos
apátridas. Esto nos lleva a la conclusión que la clase política venezolana esta
de rodillas frente al imperio del gran capital, donde los intereses del país,
que son los intereses de todos los venezolanos brillan por su ausencia, en el
gran circo que las clases dominantes han montado en Venezuela.
En estos escenarios –en mi humilde opinión- es donde
hay que situar la peligrosa crisis que hoy vive Venezuela, es una crisis que
abarca todos los planos de la vida en sociedad, pues en ella no puede
sobrevivir la población, porque las iniciativas creadoras son inútiles y
declaradas subversivas y por lo tanto apabulladas en nombre de la libertad, la
democracia y la "autoridad" de eso que llaman "Estado". Ese
"Estado" impone la hegemonía, exclusión, amenaza, chantaje, represión,
asesinato, intolerancia, culto a la personalidad, autocracia, dictaduras,
ejercicio y abuso del poder.
Para los entendidos no es un secreto, que el mundo
está atado, entrampado, en medio de dos modelos económicos-sociales
(capitalismo y socialismo), modelos cuyas prácticas impulsan el modelo
globalizador y para imponer el mismo han asesinado cualquier idea para el
albedrío de los pueblos, por la ambición de sus clases dirigentes y los niveles
de corrupción que han desarrollado.
La llamada solidaridad internacional, de rusos y
chinos hacia el gobierno de Maduro, se encuentra centrada en el Arco Minero.
Igualmente la solidaridad internacional de estados Unidos hacia la oposición.
Son intereses bien definidos, es la lucha por la posesión del poder, por
nuestros recursos naturales, y donde hay que repetirlo hasta la saciedad, ellos
son los que dirigen y conducen éste gran circo, donde la gran víctima es el
pueblo venezolano.
Se convoca al diálogo, diálogo para montar la gran
tramoya, dialogo para la traición y el engaño, para el reacomodo, para el
reparto, para la entrega de nuestros recursos, diálogo para los acuerdos y la
negociación y ya esto representa una práctica política que huele a excremento
del diablo.
Entonces podríamos indicar de qué tipo de transición
hablamos: ¿de las de ayer? O le buscamos, como pueblo, un camino diferente que
nos pueda conducir por el camino de la libertad.
LA CONSTITUYENTE ORIGINARIA
En Venezuela hay un gobierno y una oposición que están
subestimando la capacidad de aguante de la población, olvidando que nuestra
historia ha dado grandes lecciones que han colocado a cada quien en su sitio en
medio de traiciones y victorias.
Hoy muchos venezolanos, creemos que es el tiempo de
impulsar la Constituyente Originaria, en necesaria, fundamental para buscarle
un camino propio a Venezuela, camino que debe dirigir la población desde abajo,
para impedir que las pirañas y las rémoras que hasta el momento han sometido y
han estado en el gobierno DE AYER Y HOY puedan capturarla y convertirla en una
Constituyente Derivada del poder constituido.
No hay que olvidar, tal y como lo hemos venido
afirmando, que los procesos de cambio, de transformación, de revoluciones
auténticas y verdaderas en las utopías de los pueblos, representan
necesariamente un proceso de construcción que hacen las patrias en colectivo y
no los partidos, ni las vanguardias, ni los gobiernos, es hacer caminos, es
reconocernos en términos de igualdad entre los seres humanos, es cooperación y
al mismo tiempo, compartir sacrificios y muchos esfuerzos, es perseguir y
recorrer caminos hasta encontrar objetivos comunes donde se aspire a un mañana
mejor.
Llego la hora de convocar a los sectores patrióticos,
nacionalistas, revolucionarios y a los verdaderos demócratas, donde quiera que
se encuentren, para unir esfuerzos y junto a nuestro pueblo lograr que la
Constituyente Originaria, sea la salida en aras de buscar el camino para la
construcción de una sociedad distinta a las que hemos conocida, donde se ennoblezca,
se honre y se glorifique la vida en comunión.
Enrique Contreras Ramírez
@enriqcontrerasr
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