De
la presencia y de la gravitación cubana en los asuntos venezolanos en estas
épocas de Revolución es bastante lo que se ha sacado a la luz, aunque los
detalles pormenorizados del secuestro del gobierno venezolano por parte de la
dirigencia comunista cubana no los conozcan sino en Miraflores.
Ahora
le toca el turno a Colombia de revelar nuevos signos de la presencia
destructora del régimen de la isla dentro de sus asuntos internos. Uno muy
evidente es la presencia de espías de ambos países, Cuba y Venezuela en las
cercanías de enclaves militares estratégicos del país vecino.
Nada
de ello debería ser novedoso para los hermanos colombianos, acostumbrados como
han estado, a lo largo de medio siglo, a la existencia de un estrecho
involucramiento de La Habana en los asuntos relativos a la insurgencia armada -
FARC, ELN o M19- tanto para promover la consolidación de estos movimientos en
suelo neogranadino, como para ser parte de las negociaciones de paz entre la
guerrilla y el gobierno.
Uno
de los temas más recurrentes en el análisis de la formación y del mantenimiento
de la guerrilla en Colombia siempre ha sido que un número indeterminado pero
apreciable de sus efectivos había sido formado en territorio cubano. De igual
forma, siempre han existido evidencias de que un importante contingente de
guerrilleros ha salido de Colombia para ser protegidos en suelo cubano como
exiliados.
Cuba,
también es cierto, ha actuado en Colombia como gran facilitador de la paz. Asi
fue como la isla tropical se convirtió en una pieza clave de las históricas
negociaciones para la desmovilización del ELN y de las FARC, la última de las
cuales concluyó con la firma del Acuerdo de la Habana durante la presidencia de
Juan Manuel Santos.
¿Significa
ello que los Castro han asumido una posición cercana a la democracia, al
respeto a las libertades individuales y a la negación del totalitarismo? – Muy
por el contrario. Lo que han hecho es asumir formas novedosas de injerencia en
los asuntos internos de otros países que buscan desestabilizar, y han cambiado
de objetivo y de estrategia en torno a ello.
Venezuela
se transformó, en el camino, en el mejor trofeo de guerra por que la
circunstancia de un gobierno afecto al comunismo y ávido de enriquecimiento
fácil les allanó la tarea en varios frentes. No solo el petróleo venezolano era
una importante fuente de ingresos para la supervivencia económica cubana.
Venezuela permitió desviar la atención de sus actividades en suelo colombiano
porque las guerrillas de las FARC y el ELN encontraron fácil acomodo para sus
actividades en su territorio.
Cuba
pasó, durante el gobierno de Juan Manuel Santos y con su ayuda, a convertirse
en el bueno de la película por su participación proactiva en el proceso de paz,
lo que le permitió actuar a sus anchas dentro del territorio colombiano.
Ahora
que Venezuela se ha convertido en un objetivo muy preferido de las políticas
pro-democraticas del Señor Trump, los americanos han vuelto a poner el dedo en
la llaga señalando la nociva participación del régimen de los Castro y sus
sucesores en
el
negocio del narcotráfico, en la corrupción del estamento militar venezolano, en
la migración de la guerrilla y su instalación en suelo vecino, en su
connivencia con otros movimientos terroristas de fuera del Continente , en
definitiva, en su empeño en amenazar la integridad, la soberanía, la paz y la
independencia de los estados americanos.
Es
así como el territorio colombiano ha cobrado de nuevo relevancia para La
Habana. Colombia “ pacificada” es un enclave menos estridente y menos peligroso
para continuar sus actuaciones injerencistas que la Venezuela del hoy,
convertida en un objetivo estratégico de Mr Trump.
La
pérdida de Venezuela como cabeza de playa cubana en el norte de Suramérica
estaría obligando a los estrategas cubanos a estudiar un fortalecimiento de su
presencia y un repliegue táctico hacia Colombia.
Estudiar
la capacidad militar de los colombianos ha pasado a tener sentido y así lo
demuestra la captura por las autoridades colombianas de un agente cubano
relacionado con el G2 en las inmediaciones de la Base de Palenquero, la más
importante del país vecino. Importa saber que es en este enclave donde se
encuentran los Kfir repotenciados utilizados en operaciones reservadas contra
la guerrilla y otros grupos ilegales y los que constituyen el escudo aéreo del
país vecino.
Otros
dos venezolanos vinculados con el madurismo han sido igualmente capturados por
las fuerzas de inteligencia colombianas en actividades de espionaje cerca al
Comando Aéreo de Transporte Militar en Bogotá y la base Naval de Puerto Carreño
Ocurre,
sin embargo, que los ojos de Washington están puestos con igual fuerza en
Colombia que en Venezuela debido a la indivisibilidad de ese binomio, dentro
del contexto de estas materias vinculadas con la seguridad continental.
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