La llegada a Venezuela
de dos aviones militares rusos, el pasado sábado 23/03/19, procedentes de
Siria, con 99 militares y 60 toneladas de carga de naturaleza militar, ha
provocado una reacción en cadena entre los gobiernos democráticos de la región
que cambió todo el contexto de la crisis venezolana convirtiéndola en una
confrontación entre las dos grandes potencias con consecuencias impredecibles.
El presidente de EEUU,
Donald Trump, durante un inusual acto de recepción en la Casa Banca a la
primera dama venezolana, Fabiola Rosales, esposa del presidente encargado Juan
Guaidó, en donde se encontraba presente el vicepresidente Mike Pence, dijo el
miércoles pasado que mantiene “todas las opciones abiertas” para que los
militares rusos abandonen Venezuela.
Además, el secretario de
Estado estadounidense, Mike Pompeo, no solo insistió en que el presidente
venezolano, Nicolás Maduro, debe abandonar la escena política, sino que subrayó
que hay que poner fin a la influencia de Rusia en Cuba y Nicaragua.
El pasado día 28 de
marzo Rusia le respondió a Trump que esos Militares permanecerán en Venezuela
el tiempo que sea necesario a solicitud de Nicolas Maduro,
https://www.lapatilla.com/2019/03/28/rusia-le-responde-a-trump-militares-permaneceran-en-venezuela-el-tiempo-que-sea-necesario/.
Aun cuando muchos
analistas internacionales manifiestan que Rusia no está en capacidad de
participar y sostener una eventual guerra en un sitio tan distante de Moscú,
Vladimir Putin, apuntalando al usurpador de la presidencia de Venezuela Nicolas
Maduro, trata de convertir la crisis venezolana en un problema geopolítico,
poniendo su solución en manos de operadores ajenos a nuestra idiosincrasia, tal
como lo hizo con el dictador de Siria Bashar al-Assad,.
https://www.lapatilla.com/2019/03/28/forbes-rusia-reproduce-su-estrategia-en-siria-para-evitar-el-cambio-de-regimen-en-venezuela/
A pesar de que la pelota
está en manos del presidente de los Estado Unidos, Donald Trump, en nuestra
opinión, la decisión rusa pone punto final a la diplomacia para dar inicio a
acciones que continuarán profundizando el enfrentamiento entre esas dos potencias.
No es muy arriesgado
vaticinar que el próximo paso de los EE.UU., apoyado por Canadá, Colombia,
Brasil, CARICOM y la OTAN, será someter a Venezuela a un bloqueo Aero-naval,
para evitar la entrada de nuevos contingentes de militares rusos a nuestro país
y evitar la salida de petróleo, oro y otros materiales estratégicos hacia Cuba,
China, Rusia y sus aliados y de paso se le cerraría el paso al contrabando de
cocaína hacia EE.UU. y Europa.
Con estos comentarios
solo pretendemos alertar a nuestros lectores sobre el giro de los
acontecimientos que profundizarán, aún más, la crisis de la cual es víctima el
pueblo venezolano.
Rubén Dario Bustillos
Rávago
rdbustillos@gmail.com,
@rdbustillos
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