1. 2001. A sólo 3 años de la elección inicial de Chávez, la oposición (única
entonces) llama a una huelga general indefinida de carácter insurreccional,
sin tomar en cuenta que el Presidente había salido victorioso en las
elecciones de 1998, en los referendos conducentes a la aprobación de la
nueva Constitución y en las elecciones posteriores de relegitimación. El
llamado fracasa, pero deja en evidencia el inmediatismo, la impaciencia, el
voluntarismo y el espíritu antidemocrático de la dirección opositora.
2. 2002. Manifestaciones de calle gigantescas de la oposición y del gobierno.
Una de estas, las más grande, es utilizada para dar un golpe de Estado
sangriento en abril, profundizándose así una conducta opositora que no
variará en las próximas dos décadas. Luego de pocas horas de éxito, el
golpe termina en total derrota al no lograr el apoyo de las Fuerzas Armadas
ni movilizaciones populares de respaldo. Chávez aprovecha la ocasión para
efectuar una “limpieza” de las fuerzas militares y lograr su total control.
3. 2002 e inicios 2003. La industria petrolera es paralizada por su directiva
(lock out), para provocar la caída del régimen democrático de Hugo
Chávez. El gobierno resiste, se sobrepone y retoma el control de la
industria. Pasa a la ofensiva y efectúa una “limpieza” política de toda su
gerencia, que incluso extiende en forma inconveniente a profesionales no
involucrados en la sedición. Controla totalmente a partir de entonces la
industria fundamental para el país. Adicionalmente, hubo un nuevo llamado
fracasado a una huelga general insurreccional. Los errores continúan.
4. 2004-2005. Chávez vence en el revocatorio presidencial impulsado por la
oposición y ésta decide inmolarse y no participar en las elecciones de la
Asamblea Nacional de 2005, en un intento fallido de deslegitimarlas y al
cuerpo legislativo resultante. Se permite así el control del Poder Legislativo
por el chavecismo, que lleva adelante, sin oposición, las reformas legales
requeridas para controlar el país. De nuevo, la política suicida opositora
permite el avance hegemónico del gobierno de Chávez.
5. 2007. La unidad opositora, junto con fuerzas disímiles del país pensante,
derrotan electoralmente el intento de Hugo Chávez de modificar la
Constitución Bolivariana en función de sus intereses hegemónicos.
6. 1999 – 2014. Como las fuerzas de izquierda en la segunda mitad del siglo
XX, la oposición inmediatista y violenta no acepta sus derrotas y grita
fraude en cada elección, desdeñando los importantes triunfos obtenidos en
gobernaciones y alcaldías y organizando protestas aisladas de grupos
violentos. Por su parte, con acciones cada vez más arbitrarias, autoritarias
y anti democráticas, el gobierno estimuló la generación de esta conducta.
7. 2015. La oposición, ya no única, pues desde 2010 participan otras fuerzas
opositoras, obtiene una victoria que le otorga, en virtud de la ley electoral
de carácter mayoritario, la mayoría calificada de 2/3 de la Asamblea
Nacional. El inmediatismo de nuevo se impone y el equipo político
legislativo decide dedicarse a destituir al Presidente de la República por
cualquier medio. Se desdeñan así los comicios de estados y municipios.
8. 2015-2018. Manifestaciones violentas (guarimbas) en pocos municipios,
con contadas movilizaciones grandes de la población en 2016, dominan la
escena política de calle, con muertos, heridos y detenidos. La misma
oposición, que en los diálogos con el gobierno en República Dominicana
había exigido adelantar las elecciones presidenciales, decide no participar
en las mismas en mayo de 2018, en las que compitieron cuatro candidatos
y votó casi la mitad de los electores. Desconocen al Presidente electo, pues
sería la base del desarrollo de su política ulterior.
9. 2019 y 2020. El diputado Juan Guaidó se auto juramenta como Presidente de Venezuela y es reconocido por EEUU y poco más de 50 países. Pasa a retar al gobierno con la entrada sí o sí de “ayuda humanitaria”, lo que termina en un desastre por acciones vandálicas de su gente. Genera un golpe de Estado bufo en un distribuidor vial y amenaza diciendo que las opciones están arriba y “debajo” de la mesa. Su última acción, la contratación de una empresa mercenaria gringa, que incursiona militarmente en el país para derrocar al gobierno de Maduro, es bufa, pero perversa e inquietante, y ha dejado hasta ahora 8 muertes y más de cien detenidos. Ahí estamos.
9. 2019 y 2020. El diputado Juan Guaidó se auto juramenta como Presidente de Venezuela y es reconocido por EEUU y poco más de 50 países. Pasa a retar al gobierno con la entrada sí o sí de “ayuda humanitaria”, lo que termina en un desastre por acciones vandálicas de su gente. Genera un golpe de Estado bufo en un distribuidor vial y amenaza diciendo que las opciones están arriba y “debajo” de la mesa. Su última acción, la contratación de una empresa mercenaria gringa, que incursiona militarmente en el país para derrocar al gobierno de Maduro, es bufa, pero perversa e inquietante, y ha dejado hasta ahora 8 muertes y más de cien detenidos. Ahí estamos.
Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro
Caracas-Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario