¿Y por qué no? En un país con los valores distorsionados y extraordinariamente mal gobernado por un capo buscado por la justicia internacional, con un precio sobre su cabeza de 15 millones de dólares, porque razón Wilexis Alexander Acevedo Monasterios no podría aspirar a ser Presidente, considerando que uno de los barrios más grandes de Latinoamérica, el barrio José Félix Ribas de Petare, grita con cacerolas a favor de él? Al menos ese pran puso orden en José Félix Ribas con un mini ejército armado hasta los dientes, y eso es bastante decir.
Y no me malentiendan. No es que yo quisiera que Wilexis o cualquier otro malandro ocupe la Primera Magistratura, ES QUE YA LA OCUPAN. Pero si van a estar allí al menos que se comporten como Wilexis y se dediquen a proteger a la gente, como al parecer hace Wilexis en el barrio José Félix Ribas, según lo describe el periodista Rafael Flores Esparza en La Razón: “Desde que tomó el poder y «control» de la zona, Wilexis es visto como una especie de Robin Hood de su barrio, una imagen parecida a la que tenían los ciudadanos de Medellín del narcotraficante Pablo Escobar: el que le quita a los ricos y le da a los pobres, y les brinda seguridad.” (ver Wilexis se apodera de José Féliz Ribas #Petare, en https://www.larazon.net/2020/05/wilexis-se-apodera-del-jose-felix-ribas/).
Pero la cosa no para allí. Y es fundamentalmente lo que me llamó la atención al escribir esta nota. No es que el régimen persiga a Wilexis por su condición de delincuente o azote en el mencionado barrio de Caracas. No. ¡Lo persigue porque no es un malandro al servicio del régimen! Según describe el periodista Esparza, Wilexis “tiene a su mando entre 150 a 200 hombres, la mayoría no pasa de los 30 años” y “están armados con escopetas y pistolas, además de radios transmisores para comunicar al instante todo lo que sucede”.
¿Cómo se puede entender un ejército semejante al mando de un delincuente? Pues están armados hasta los dientes por cuenta del régimen para el control de los barrios populares y la entrega de las bolsas CLAP en las principales ciudades del país. Pero Wilexis “saltó la talanquera” política: “El pran fue designado por el alcalde José Vicente Rangel Ávalos como juez de paz de la zona, pero en enero saltó la talanquera al reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado, una traición que generó una cacería en su contra por parte de las Fuerzas de Acciones Especiales.”. Eso no se puede perdonar. Y cual banda disidente de la mafia hay que liquidarlo.
Wilexis ya no responde a las instrucciones del régimen por lo que ahora es perseguido con toda la fuerza institucional del resto de los malandros oficiales. Imagínense, un individuo dueño de un pequeño ejército de 200 soldados, armado con armas automáticas, municiones y comunicaciones y además super protegido por su gente del barrio. Sacarlo de allí no le será una tarea fácil al régimen: “Su banda está lo suficientemente armada con fusiles AR-15, FAL, Mini Uzi y hasta escopetas y granadas”. ¿Qué tal?
A eso es lo que se enfrentará cualquier Gobierno de Transición una vez que caiga el régimen. Habrá una nacionalización de los feudos controlados por esos pranes en toda la geografía nacional. Wilexis visualizo eso desde el año pasado y decidió adelantarse a la situación política después de la caída del régimen. Pero tal vez no viva lo suficiente para contarlo.
Pero hay una situación que es menester estudiar aquí, que no es otra cosa que el tipo de control que ejerce el régimen sobre esos grupos criminales. Es el mismo de las organizaciones del crimen. Les asignan un territorio para su explotación, los arman y esperan lealtad. Si alguien los traiciona, los asesinan. No es un gobierno el que persigue a Wilexis para aplicarle la justicia por sus crímenes. No. Son sus socios que dejaron de percibir lo que les corresponde en participación. Es la prueba evidente que en Venezuela ya no hay gobierno sino a Pablo Escobar gobernando. Si Wilexis derrotara con esos 200 muchachos armados hasta los dientes a las hordas del régimen y ampliara su base de influencia, entonces sería el que mandara. No es otra cosa la que está planteada con la reciente incursión armada en Macuto. Así de simple. La ley del más fuerte. ¿Y por qué no podría ocurrir eso?
Wilexis pudiera lograr, en un estado tan distorsionado de cosas como las que ocurren en Venezuela, llegar a Miraflores y alzarse con la Presidencia de la República. ¿No es a plomo limpio la cosa, pues? El régimen se ha planteado para gobernar a los venezolanos, no el consabido esquema democrático de los poderes públicos, sino el mismo esquema que hubiera tenido Pablo Escobar en Colombia de haber sido Presidente. Delincuentes y sus jefes-pranes en control del país dentro de una estructura piramidal. Ese esquema tiene la debilidad estructural de que cada feudo puede alzarse con el santo y la limosna como lo está haciendo Wilexis. Y si tiene suficiente poder y bolas puede comerse a quien lo enfrente. Eso es lo que pasa entre las bandas criminales. Ese fue el esquema que impuso Chávez para proteger su revolución delincuente y ahora estamos viendo los resultados.
Si mañana el régimen se encuentra con un pran o jefe con el suficiente poder para enfrentarlos en su elemento, la violencia, los derribará de ese pedestal donde se encuentran y se pondrán ellos. Esa es la inestabilidad de los países del África. A eso es a lo que nos ha llevado el Socialismo del Siglo XXI.
Me gustaría que la oposición oficial se enfrentara al espejo de Wilexis y aterrizara. No es con acuerdos con los Wilexis de Venezuela que saldremos de este problema. Es logrando poner la fuerza que solo existe fuera del país y la poca que aún queda dentro de él, al servicio de los venezolanos, como podremos recobrar la libertad. Y eso no se logra traicionando a aquellos que entienden que la solución se encuentra en contraponer la violencia institucional a la violencia delincuencial del régimen, para lograr poner orden de nuevo en Venezuela y recuperar el poder para la democracia.
De otra manera vayan buscándose con los pranes que controlan Venezuela un territorio para disputárselo a los Wilexis que se encuentren en el camino. Suerte con eso. Tal vez cuando lo logren ya Wilexis sea Presidente…
Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Y no me malentiendan. No es que yo quisiera que Wilexis o cualquier otro malandro ocupe la Primera Magistratura, ES QUE YA LA OCUPAN. Pero si van a estar allí al menos que se comporten como Wilexis y se dediquen a proteger a la gente, como al parecer hace Wilexis en el barrio José Félix Ribas, según lo describe el periodista Rafael Flores Esparza en La Razón: “Desde que tomó el poder y «control» de la zona, Wilexis es visto como una especie de Robin Hood de su barrio, una imagen parecida a la que tenían los ciudadanos de Medellín del narcotraficante Pablo Escobar: el que le quita a los ricos y le da a los pobres, y les brinda seguridad.” (ver Wilexis se apodera de José Féliz Ribas #Petare, en https://www.larazon.net/2020/05/wilexis-se-apodera-del-jose-felix-ribas/).
Pero la cosa no para allí. Y es fundamentalmente lo que me llamó la atención al escribir esta nota. No es que el régimen persiga a Wilexis por su condición de delincuente o azote en el mencionado barrio de Caracas. No. ¡Lo persigue porque no es un malandro al servicio del régimen! Según describe el periodista Esparza, Wilexis “tiene a su mando entre 150 a 200 hombres, la mayoría no pasa de los 30 años” y “están armados con escopetas y pistolas, además de radios transmisores para comunicar al instante todo lo que sucede”.
¿Cómo se puede entender un ejército semejante al mando de un delincuente? Pues están armados hasta los dientes por cuenta del régimen para el control de los barrios populares y la entrega de las bolsas CLAP en las principales ciudades del país. Pero Wilexis “saltó la talanquera” política: “El pran fue designado por el alcalde José Vicente Rangel Ávalos como juez de paz de la zona, pero en enero saltó la talanquera al reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado, una traición que generó una cacería en su contra por parte de las Fuerzas de Acciones Especiales.”. Eso no se puede perdonar. Y cual banda disidente de la mafia hay que liquidarlo.
Wilexis ya no responde a las instrucciones del régimen por lo que ahora es perseguido con toda la fuerza institucional del resto de los malandros oficiales. Imagínense, un individuo dueño de un pequeño ejército de 200 soldados, armado con armas automáticas, municiones y comunicaciones y además super protegido por su gente del barrio. Sacarlo de allí no le será una tarea fácil al régimen: “Su banda está lo suficientemente armada con fusiles AR-15, FAL, Mini Uzi y hasta escopetas y granadas”. ¿Qué tal?
A eso es lo que se enfrentará cualquier Gobierno de Transición una vez que caiga el régimen. Habrá una nacionalización de los feudos controlados por esos pranes en toda la geografía nacional. Wilexis visualizo eso desde el año pasado y decidió adelantarse a la situación política después de la caída del régimen. Pero tal vez no viva lo suficiente para contarlo.
Pero hay una situación que es menester estudiar aquí, que no es otra cosa que el tipo de control que ejerce el régimen sobre esos grupos criminales. Es el mismo de las organizaciones del crimen. Les asignan un territorio para su explotación, los arman y esperan lealtad. Si alguien los traiciona, los asesinan. No es un gobierno el que persigue a Wilexis para aplicarle la justicia por sus crímenes. No. Son sus socios que dejaron de percibir lo que les corresponde en participación. Es la prueba evidente que en Venezuela ya no hay gobierno sino a Pablo Escobar gobernando. Si Wilexis derrotara con esos 200 muchachos armados hasta los dientes a las hordas del régimen y ampliara su base de influencia, entonces sería el que mandara. No es otra cosa la que está planteada con la reciente incursión armada en Macuto. Así de simple. La ley del más fuerte. ¿Y por qué no podría ocurrir eso?
Wilexis pudiera lograr, en un estado tan distorsionado de cosas como las que ocurren en Venezuela, llegar a Miraflores y alzarse con la Presidencia de la República. ¿No es a plomo limpio la cosa, pues? El régimen se ha planteado para gobernar a los venezolanos, no el consabido esquema democrático de los poderes públicos, sino el mismo esquema que hubiera tenido Pablo Escobar en Colombia de haber sido Presidente. Delincuentes y sus jefes-pranes en control del país dentro de una estructura piramidal. Ese esquema tiene la debilidad estructural de que cada feudo puede alzarse con el santo y la limosna como lo está haciendo Wilexis. Y si tiene suficiente poder y bolas puede comerse a quien lo enfrente. Eso es lo que pasa entre las bandas criminales. Ese fue el esquema que impuso Chávez para proteger su revolución delincuente y ahora estamos viendo los resultados.
Si mañana el régimen se encuentra con un pran o jefe con el suficiente poder para enfrentarlos en su elemento, la violencia, los derribará de ese pedestal donde se encuentran y se pondrán ellos. Esa es la inestabilidad de los países del África. A eso es a lo que nos ha llevado el Socialismo del Siglo XXI.
Me gustaría que la oposición oficial se enfrentara al espejo de Wilexis y aterrizara. No es con acuerdos con los Wilexis de Venezuela que saldremos de este problema. Es logrando poner la fuerza que solo existe fuera del país y la poca que aún queda dentro de él, al servicio de los venezolanos, como podremos recobrar la libertad. Y eso no se logra traicionando a aquellos que entienden que la solución se encuentra en contraponer la violencia institucional a la violencia delincuencial del régimen, para lograr poner orden de nuevo en Venezuela y recuperar el poder para la democracia.
De otra manera vayan buscándose con los pranes que controlan Venezuela un territorio para disputárselo a los Wilexis que se encuentren en el camino. Suerte con eso. Tal vez cuando lo logren ya Wilexis sea Presidente…
Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
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