I.- Mientras los hospitales públicos se caían a pedazos, el hospital militar Dr. Carlos Arvelo se mantenía orgulloso en el oeste de la ciudad. A pesar de los cambios que hizo el difunto presidente, que lo abrió al público, este centro asistencial seguía con sus posgrados, una emergencia bien dotada, camas y servicios que funcionaban.
Muchos se preguntarán la razón, pero la respuesta es muy sencilla: se trata de un hospital dedicado enteramente a la atención de los militares y sus familiares. No fue invento del comandante muerto, es parte de la seguridad social que ofrece el Estado a sus oficiales y personal de tropa.
Lo realmente sorprendente es que hayan podido mantener infraestructura y suministros, quirófanos y personal sin ningún problema durante los años en los que el sistema público de salud colapsó por completo. Es como decir que los militares merecen mejores tratos o que tienen más presupuesto para su beneficio.
II.- Los que todavía no se han aventurado a conectar su cable de Directv seguramente deben haber visto una propaganda en la que un médico asimilado a las fuerzas armadas recorre los pasillos del hospital militar y habla de sus bondades. No hay por qué dudar de la vocación del médico o de su dedicación a salvar vidas en el centro asistencial.
El médico militar sigue la tradición de su familia, pues afirma que su padre también comparte su profesión y su adición a las fuerzas castrenses. Y es de suponer que ambos obtuvieron sus posgrados y realizaron el proceso militar en hospital.
Lo que el médico muestra es un centro asistencial remozado, con paredes pintadas, pisos limpios, personal protegido y dedicado a su trabajo. En fin, lo que todos los venezolanos quisiéramos ver en nuestros destartalados hospitales. ¿Por qué ellos y nosotros no?
III.- ¿Y qué pasó con el coronel Pedro Ezequiel Romero Muñoz? Lo que les pasa a todos los enfermos en el país, y más si están contagiados con covid 19.
El coronel murió en el hospital público Victorino Santaella de Los Teques luego de dar vueltas por todos los centros asistenciales militares y no militares disponibles en Caracas. Incluso lo rechazaron del Carlos Arvelo porque no había ni cama ni oxígeno.
Entonces, alguien está mintiendo, pero como es algo que hacen a diario, a nadie le impresiona. ¿Que el hospital militar es un centro de referencia y es una maravilla? Pues si no puede atender a uno de sus afiliados es porque o está colapsado o no tiene todo lo que se necesita.
Ya es hora de que entiendan muchos militares de alto rango que no son especiales para la cúpula rojita, que solo interesan cuando pueden asegurarles el poder. Es hora de que se den cuenta de que el pueblo sin uniforme sufre el triple, pero que igual los oficiales están rodeados de ineficiencia y maldad.
Tampoco hay hospitales para ustedes, igual tienen que buscar una bombona de oxígeno si se contagian y el rendesivir no les va a llegar en valija diplomática como a los líderes del madurismo que se “contagiaron”. Están a merced de la ineptitud de un régimen al que no le importa la vida y al que ustedes han ayudado a mantener.
Es hora de que abran los ojos. Porque son venezolanos igual que nosotros.
Ana María Matute
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