Hemos dejado atrás un año desolador para el planeta, pero los riesgos para la humanidad siguen latentes. La nueva realidad no solo la del tapabocas y el distanciamiento, creemos que con los protocolos necesarios deben ser lo más cercanos posibles, unos con otros. Solo si nos ayudamos podremos superar la difícil coyuntura que hoy nos marca. 2021, sin duda alguna, debe ser año de más solidaridad, de ponernos en los zapatos del otro y aprender a desprendernos de lo que necesita nuestro prójimo.
Gracias
a colaboradores cercanos, nuestros ángeles de la guarda de siempre, hemos
podido -entre los últimos días de 2020 y los primeros de 2021- hacer felices a
decenas de niños de las comunidades más vulnerables de Miranda con muy poco. Un
juguete que no recibieron en navidad, les ha pintado una sonrisa en su rostro.
Esto último lo vale todo.
Siendo
testigos de las necesidades que viven nuestros hermanos, apelamos a quienes nos
leen a abrir su corazón y ayudar en la medida de sus posibilidades a quienes
más los necesitan. Un plato de comida, un medicamento, ropa en buen estado y
otros insumos; puede valer muchísimo para quienes no lo tienen.
El
mundo sigue en vilo, nuestro país Venezuela más débil que nunca; no seamos
indolentes ante esta realidad, es la hora de sumar, es el momento de construir
juntos redes de ayuda, es el año de la solidaridad.
Griselda Reyes
www.griseldareyes.com
@griseldareyesq
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