Bolívar quería a Maracaibo -de principio- como Capital de la Gran Colombia.
Antes
que todo debemos concebir a La Gran Colombia como el sueño -político- dorado de
Bolívar, fue creada durante el Congreso de Angostura del año 1819 y ratificada
por el Congreso de Cúcuta de 1821, luego de los procesos de independencia de
Ecuador, Colombia y Venezuela. Aquí se recopila de la propia literatura de
Bolívar algunos aspectos que justifican el deseo de integrar una gran nación.
La
Cosiata nace de la opinión -conspiración contra el ideario político unificador
del libertador- del centralismo y federalismo de la política venezolana en
aquellos tiempos (1821). Nace en el ambiente combativo e independentista del
sector post libertario de la gesta patriotica, nacionalista y con celo respecto
a que Venezuela no deberia quedar en segundo plano en la integrada nacion
suramericana La gran Colombia, de la cual en todo caso Caracas para ellos;
deberia ser la capital. Opinión que para Bolívar ni siquiera Bogotá debería
serlo, sino -concebido por el manifiesto literario de la carta de Jamaica- que
la misma debería ser ubicada en la zona más septentrional del territorio
definido como ese gran país y que además tuviera rápido acceso mediante
puertos, a la región del Mar Caribe y el océano Atlántico, resguardado
estratégicamente por posiciones donde la entrada fuera desde el mar, una sola.
Tal situación geográfica podría determinarse en Maracaibo, en la otrora Santa
Cruz y/o las zonas aledañas al sur del lago de Maracaibo.
Para
los emisarios del régimen liderado por los principales protagonistas del PSUV
(partido del gobierno en Venezuela); La Cosiata (cosa sin importancia) o
revolución de los morrocoyes, fue un movimiento que estalló en Valencia el 30
de abril de 1826, acaudillado por José Antonio Páez. Originalmente, no tuvo la
intención de separar a Venezuela de la Gran Colombia, sino de exigir la reforma
de la Constitución de Cúcuta y anunciar su rompimiento con las autoridades de Bogotá,
aunque manteniéndose bajo la protección del Libertador, Simón Bolívar.
Sin
embargo muchas posturas y opiniones se han manejado respecto a cómo debía ser
regida gubernamentalmente La gran
Colombia, entre ellas algunas que insinúan o afirman que Bolívar pretendía una
especie de monarquía, donde las propuestas gubernamentales serían centralistas
de (1828), en las que proponía una presidencia única con sucesores de por vida,
dando motivo a que la Gran Colombia comenzaría a disolverse. Desde luego esto no
es cierto pues, desde su origen -para Bolívar- La Gran Colombia debía ser
regida por un sistema de gobierno electoral, aun cuando él concebía que la
democracia era el sistema más débil por el exceso de sus libertades. El
gobierno debía estar comprendido por la comunión y concurso de los tres poderes, Ejecutivo, Judicial y
Legislativo. Su única variante era constituir un ministerio de la moral, y la
constitución de un senado colegiado, donde los miembros con cartera senatorial
debían ser instruidos desde su juventud su itinerancia debía ser de carácter no
perentorio y hereditario. Como evidencia del espíritu democratico de Simón
Bolívar en “Escritos fundamentales” Congreso de Angostura 15 de febrero de
1819, Pág 113 ed. Monte Avila Editores, cito:
“La
continuación de la autoridad de un mismo individuo frecuentemente ha sido el
término de los gobiernos democráticos. las repetidas elecciones son esenciales
en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer
por largo tiempo en un mismo ciudadano el poder, el pueblo se acostumbra a
obedecerlo, y él se acostumbra a mandarlos; de donde se origina la usurpación y
la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana y nuestros
ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha
mandado por mucho tiempo los mande perpetuamente”
La
disolución de La gran Colombia, luego de
las gestiones de los confabulados anti grancolombianos entre 1826 y 1830
sucedió de la siguiente manera: En el año 1830, Venezuela se declaró fuera de
La Gran Colombia y conformó su propio gobierno. Ecuador declaró su
independencia de La Gran Colombia el 13 de mayo de 1830, promulgando en
septiembre la primera constitución ecuatoriana. El 26 de septiembre del mismo
año, Panamá se separó también de Gran Colombia. Aquel diciembre falleció el
libertador Simón Bolívar y el mando de la debilitada Gran Colombia quedó en
manos de Domingo Caicedo, quien la presidió hasta el 21 de noviembre del año
1831 y, fue finalmente disuelta.
A
la idea de desincorporación de Venezuela y de los otros países del sueño
“Dorado de Bolívar” se sumaron diferente causa que contribuyeron a su
desaparición como gran nación siendo principalmente la mala interpretación del
modelo gubernamental del ideario constitucional de Bolívar, donde se le
impugna un modelo de sesgo monárquico el
cual supone representar un gobierno centralistas que acumularia el poder en
Bogotá y no integraría a la totalidad de las poblaciones en la toma de
decisiones políticas, económicas y sociales. A esto, se sumaban La grave crisis
económica que atravesaban los territorios de Sudamérica luego de sus procesos
de independencia, guerras y nuevos gobiernos, la falta de comunicación entre
los territorios integrantes de la Gran Colombia, provocada por la gran
extensión territorial que abarcaba y, las revueltas políticas generadas por los
caudillos locales, quienes estaban en constante desacuerdo con las políticas
centralistas.
Finalmente,
la piedra que perturbó más arduamente el paso a cristalizar su hermoso sueño,
su inspiración libertaria de los pueblos americanos fue su limitada presencia
ante las masa que conformaban los pueblos ya liberados para formular el
beneficio que representaba formar una gran nación ante el acecho de posibles
enemigos y preservar su libertad política. En síntesis, lo que más contribuyó
en la desaparición de tan magno proyecto fue la ausencia de Simón Bolívar -quien se encontraba liberando otros
territorios de Sudamérica- como impulsor de la idea de unificación.
Bajo
estas circunstancias las consecuencias, aunque no devastadoras, fueron el
producto de la desintegración de un intento de consolidar una gran nación y la
creación de cuatro estados independientes: Nueva Granada (actual Colombia),
Venezuela, Ecuador y Panamá. José Antonio Páez se convirtió en el primer
presidente de Venezuela como estado independiente. La promulgación de las
primeras constituciones de Venezuela y Ecuador en 1830, y la de Nueva Granada
en 1832. Se dio por finalizada la propuesta política de un gobierno unificado
entre los territorios liberados. Sin embargo, el sueño de Bolivar sucumbio como
proemio fatal de la historia.
Como
apéndice debo observar, que, parte de la aspiración de Bolívar dicho en la
carta de Jamaica dirigida a un ciudadano “meridional” Henry Cullen, era hacer
de Maracaibo la Capital de la Unión de Nueva Granada y Venezuela como principio
de la integración de su Gran Colombia. Y cuya derivación respecto a sustituirlo
como capital sería en un puerto más al norte, llamado Santa Cruz, antiguo
poblado español fundado en un punto entre la actual frontera entre Colombia y
Venezuela, en la Bahía Honda y la laguna de Cocinetas (cerca del actual
Castilletes). Erigida por Alonso de Ojeda en uno de sus viajes a las Américas
como capital de su gobernación de Coquibacoa. Comprendía la península de la
Guajira, desde el cabo de la Vela, hasta la península de Paraguaná; en
consecuencia con la inclusión del golfo de Venezuela. Contando con cabildo y
fortaleza. O cualquier provincia del sur del lago por entonces anexando a su
jurisdicción a la “Goagira” como bastión estratégico, ya reconocido. Ej. el
castillo de San Carlos. Para testimoniar lo planteado tenemos de Simón Bolívar “Escritos fundamentales” Carta
de Jamaica Pág 98 ed. Monte Avila Editores, cito:
“La
Nueva granada se unirá con Venezuela, si llegan en formar una república
central, cuya capital sea Maracaibo, o una nueva ciudad que, con el nombre De
Las casas en honor a ese héroe de la filantropía, se funde entre los confines
de ambos países, en el soberbio puerto de Bahía Honda; esta posición aunque
desconocida es más ventajosas por todos los respectos. Su acceso es fácil y su
situación tan fuerte, que puede hacerse inexpugnable. Posee un clima puro y
saludable, un territorio tan propio para la agricultura como para la cría de
ganado y una gran abundancia de madera para la construcción. Los salvajes que
la habitan serían civilizados y nuestras posiciones aumentaran con la
adquisición de la Goagira.”
En
otro sentido y con el mismo espíritu de aclarar elementos de nuestra
antropología política debo también traer a colación la gran fatalidad que nos
ha proporcionado la tergiversación de la información y con ello el verdadero
sentido de la historia y del concepto de libertad que debemos manejar. La
doctrina Goebbeliana ha sido el peor de los culpables de esta debacle
En
Venezuela se ha suscitado un fenómeno
histórico insostenible en el sentido definitorio. Para, Ángel Lombardi, (Ex
rector de la universidad del Zulia y de UNICA), en Venezuela, igual que toda
latinoamérica o Hispanoamérica a pesar de su individualismo teórico se ha ensayado una interpretación histórica
con retardos positivistas y un sentido superfluo marxista, con resultado poco
satisfactorio -nada envidiable- que ha
ayudado a confundir nuestra visión y conciencia histórica. Tal afirmación ha
venido sucediendo sin lugar a dudas desde la colonia y la post colonia, donde
el interés particular de la política infundada y tergiversada ha fraguado el mecanismo en la desinformación
de la verdad y han convertido a la historia, un instrumento de propaganda de
conveniencias mezquinas. Angel Lombardi en “Introducción a la historia” afirma
de la teoría monista de Emerson, donde el autor define la historia como hecha
con libros de un solo autor, lo siguiente:
“En
Venezuela y en general en toda hispanoamérica esta tesis -de Emerson- ha tenido
mucho éxito, todavía hoy lo tiene y no es la menos culpable por nuestro
providencialismo político así como el fatalismo de unos pueblos que apenas son
objeto, segundones y pasivos, de la
genialidad de unos caudillos (..) resulta asombroso que a esta altura de la
historia, nosotros todavía estemos tan subordinados a esta creencia, que tantos
males nos ha producido una concepción individualista y egoísta que nos ha
impedido la madurez necesaria para reivindicar la participación de todo un
pueblo en el quehacer histórico así como asumir nuestra responsabilidad con
respecto a nuestra realidad.”
El
citado autor considera que el hombre es concebido en un afán de libertad
permanente y la historia como proceso de satisfacción, la libertad no es más
que la necesidad hecha conciencia. Caso que el manejo de la historia y de la
información con intereses mezquinos ha privado al pueblo Hispanoamericano de
disfrutar de libertad plena, entre ellos Venezuela.
La
no participación del pueblo en la concepción de la verdad en pleno, destruyó el
ideario unificador de la Gran Colombia de Bolívar.
Joise Morillo
kaojoise@gmail.com
@kao_jois_lin
Venezuela – Estados Unidos
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