La Canciller, que funge además como Ministra para la
Unión Europea, llegó hace un par de días en visita oficial a Colombia con la
intención tratar temas bilaterales entre España y Colombia. Dentro de su
agenda, además de los tópicos usuales que tienen que ver con comercio y
cooperación, el gran tema a abordar es el de las migraciones venezolanas a
suelo neogranadino. González Laya lleva
el encargo de mirar de cerca el recién promulgado Estatuto de Protección
Temporal a los Migrantes emanado del ejecutivo colombiano y de observar con
ojos propios la situación fronteriza entre los dos países dado el importante
rol que España ha jugado y desea jugar dentro de la bi-nacionalidad.
El telón de fondo de esta visita es el drama que le
toca enfrentar al país vecino originado por un flujo descontrolado de más de
millón y medio de migrantes desde
Venezuela, situación que agrava
la comprometida circunstancia económica y social colombiana, impactada
duramente, además, por el desarrollo de la pandemia dentro de sus fronteras.
Le está tocando a Claudia Blum evidenciar ante la
Ministra española y sobre el propio terreno colombiano, el tenor de las
maltrechas relaciones colombo venezolanas y sus consecuencias. Ya sabemos lo que el Palacio de Nariño piensa
del régimen de Nicolás Maduro. El Tiempo
de Bogotá, hace pocos días entrecomilló la opinión de Blum- que es la de su
país- cuando afirmó que: “estamos frente a una dictadura criminal que no merece
concesiones", y cuando señaló que la Corte Penal Internacional debe “
asumir investigaciones formales sobre esos crímenes, para evitar la
impunidad".
Hoy, después de día y medio de intenso trabajo
introductorio en la capital entre las dos jefas de la diplomacia colombiana y
española, se acercaron a la frontera de Cúcuta con el fin de permitirle a la
funcionaria española pulsar el ambiente en lo atinente a la avalancha de
refugiados que a diario siguen atravesando la línea divisoria entre los dos
países, para escapar de las condiciones de vida y la ausencia de libertades que
imperan del otro lado.
El desastroso ambiente dentro del cual tienen lugar
esas inhumanas y masivas migraciones, por sí solo, será capaz de prender las
alarmas de una funcionaria que aunque se encuentra bien informada sobre el
descalabro venezolano, le toca mirar nuestros asuntos desde la distancia y con
la benevolencia y permisividad con que los rodea el gobierno socialista de
Pedro Sánchez.
Otro elemento viene a completar el cuadro. Como
Ministra española de la Unión Europea le ha tocado a González Laya empaparse
del atrabiliario episodio que está en pleno desarrollo, de la expulsión de
Venezuela por parte del Nicolás Maduro, de la Embajadora de la Unión Europea en
suelo venezolano, Isabel Brilhante Pedrosa. Esta es una acción encaminada a
vengar las sanciones impuestas por Bruselas a un conjunto de 19 altos
personeros del régimen por "violación de derechos fundamentales".
Entre ellos hay jueces, políticos, miembros del Consejo Nacional Electoral y
militares de alta gradación, implicados en el proceso electoral del pasado 6 de
diciembre el cual es desconocido por los europeos. Con ello acaba de engrosar
hasta 55 la lista de individuos sancionados por la Unión, que manejan
responsabilidades claves en el régimen.
Más allá de ponerse en contacto con la descomposición
que impera en las relaciones entre los dos países y de los dramas envueltos en
las migraciones, toda esta visita será una muy oportuna ocasión para ilustrar
con detalle a un alto funcionario del gobierno español y de la Europa de los
27, sobre cada uno de los elementos de la presencia del régimen madurista en
este importante eje regional y lo mucho que el crimen , el narcotráfico y el
terrorismo están involucrados en esta flagrante realidad.
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
Venezuela – España
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