“Patria y Vida” es una canción protesta surgida en Cuba. El estribillo asegura que “se acabó” el régimen, pero no dice cómo. Es un homenaje al popular Movimiento San Isidro de artistas y músicos surgido en un barrio pobre de La Habana. Tiene varios millones de reproducciones en YouTube. Se escuchó por primera vez a mediados de febrero de este año 2021. Se ha convertido, súbitamente, en el himno de la juventud cubana. La escribieron, cantaron, y grabaron, muy emocionados, Yotuel, Gente de Zona y Descemer Bueno.
“Patria y
vida se opone a la incómoda propuesta de “Patria o muerte”. Los cubanos están
cansados de que los convoquen inútilmente al sacrificio. Llevan 62 años de
revolución. Cada día que pasa la meta de la felicidad está más lejos. Los
cubanos de esta última generación no quieren optar. Están fatigados. Hay un
cambio de sensibilidad. No quieren oír hablar de colectivismo ni del Estado
como solución de los problemas comunes. Durante 62 años ha crecido la
maquinaria burocrática, incluida la policía política, y con ella los abusos. En
la década de los años cincuenta del siglo XX se convocaba al heroísmo mediante
los poetas y recitadores. El poeta Israel Rodríguez, amigo de José Antonio
Echeverría, le pedía a Dios un favor muy especial (“Señor, dame tu ‘santo y
seña’ para entrar en combate”). Si viviera en nuestros días hablaría de amor,
de la no-violencia y del respeto a ser diferente porque los jóvenes colocan la
tolerancia al frente de sus valores. Esas son ahora las señas de identidad del
verdadero demócrata. Israel lo era, sólo que la época era diferente.
Es
asombroso que la dirigencia de lo que allí, pomposamente, llaman el “proceso
revolucionario”, no se dé cuenta del cambio de mentalidad. Los jóvenes, cuando
otean el ambiente, no sienten el olor a pólvora con que derrotaron a Batista ni
al imperialismo yanqui, sino a la naftalina de las viejas ideas. Miguel
Díaz-Canel, el Presidente de Cuba, elegido por Raúl Castro y luego
obedientemente refrendado por la Asamblea Nacional del Poder Popular, es más
joven que la revolución. Tiene 60 añitos. Manuel Marrero, el Primer Ministro,
apenas posee 57. Es el “chiquillo” de hacer los mandados. La generación que
hizo la revolución, encabezada por Raúl Castro, tiene casi noventa.
Todos saben
que pueden controlar el poder, pero a base de violar las leyes y reprimir al
pueblo de manera creciente. Hasta el día en que los militares se cansen de
sufrir la incompetencia del sistema, desalojen la cúpula y le devuelvan la
soberanía al conjunto de la sociedad. Algo parecido a lo que sucedió en Perú
durante la dictadura de izquierda del general Juan Velasco Alvarado
(1968-1975), quien fuera sustituido por el también general Francisco Morales
Bermúdez. No porque los nuevos golpistas hayan descubierto los valores de la
democracia, sino porque si algo se conoce de una manera fehaciente es el hecho
de que a mayor libertad para producir se corresponde un más alto grado de
prosperidad, aunque también sea inevitable la acentuación de la inequidad
social. Dicho de otro modo: todos tendrán más recursos, pero aumentarán las
diferencias relativas entre los propietarios de los bienes de producción y los
que carecen de ellos.
Morales
Bermúdez pensó en quedarse en el poder. Los papeles tras su golpe (el “tacnaso”,
dado que los militares se sublevaron en Tacna) hablan de una “profundización
del proceso revolucionario”. El embajador cubano en Perú, Antonio Núñez
Jiménez, “Ñico Cuevita” para los irreverentes cubanos, apoyó el golpe. Pensaba
que era por y para la izquierda. Pero Morales Bermúdez se aconsejó y pasó a la
historia por haber hecho una revolución genuinamente liberadora. Tal vez la
primera transición a la democracia y la economía de mercado del mundo moderno.
En 1978, presionado por los desórdenes callejeros, convocó a una Constituyente
para desmontar el velasquismo. Por mandato de los electores la presidió Víctor
Raúl Haya de la Torre, el fundador y creador del APRA, quien moriría de muerte
natural al año siguiente.
No
es posible mantenerse en el poder indefinidamente a la espera de que cambie la
suerte. Siempre hoy será mejor que mañana. ¿Se atreverá a plantearlo alguien en
el Octavo Congreso del Partido Comunista que se celebrará en La Habana en estos
días? No lo creo. Están dispuestos a matar por defender unas formas de vida en
la que ellos mismos ni siquiera creen. No son descerebrados. Son desalmados.
Hasta que surja el Morales Bermúdez cubano. Tengo varios candidatos, pero me
reservo los nombres.
Carlos
Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
Cuba- Estados Unidos-España
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